Por Eduardo Videla
 Nació en Manila, Filipinas, como un simple mensaje de amor y en menos de 12 horas recorrió el mundo entero a la caza de incautos, que sucumbieron ante la propuesta seductora como los antiguos marinos frente al canto de una sirena. El virus informático Love Letter provocó estragos al menos en un millón y medio de computadoras en todo el mundo, aunque la cifra es provisoria: escondido tras un mensaje engañoso y perverso, Love Letter se reproduce en forma exponencial �lo sigue haciendo ahora mismo�, contaminando la libreta de direcciones del correo electrónico del usuario que lo abre y retransmitiendo el mensaje envenenado. El virus atacó especialmente a grandes compañías: bancos, empresas telefónicas y de informática, medios de comunicación y firmas de alta capacidad tecnológica. Llegó hasta la Cámara de los Comunes de Londres, al Parlamento de Dinamarca y al Pentágono y el Congreso de los Estados Unidos. Desde las casas matrices de las multinacionales se retransmitió a sus filiales y así, en la Argentina, unas 150 empresas resultaron infectadas, según varios expertos en seguridad informática consultados por este diario. La proyección del virus a sus empleados conectados por e-mail eleva la cifra a más de 15 mil afectados.
El mensaje apareció en las pantallas de correo electrónico bajo un sugestivo título: �ILOVEYOU�, así, todo junto y con mayúsculas. Y sugería abrir un archivo adjunto, con un nombre tan engañoso como el primero: �LOVE-LETTER-FOR-YOU.TXT.vbs. La extensión .txt podía hacer pensar que se trataba de un simple texto. Pero el .vbs final remite al visual basic script, un lenguaje de programación. Al hacer doble click sobre ese archivo, el programa se ejecuta y el virus se dispara automáticamente hacia el Outlook Express, el programa de Microsoft para correo electrónico, donde se autocopia a todas las direcciones de e-mail almacenadas en la libreta y se retransmite en forma automática. En una gran empresa, que tiene entre 500 y 1000 empleados conectados on line, el efecto de abrir el archivo es una suerte de estallido virtual. El virus también se transmite a través del Explorer, chateando por Internet.
�El primer efecto del virus es hacer colapsar los servidores de correos de las empresas, debido a la multiplicación simultánea de mensajes que van y vienen�, explicó a este diario Claudio Pasik, de la empresa de seguridad informática Next Vision. �Los servidores se saturan y el sistema se cuelga, se hace más lento�, coincide Julio Cella, gerente de la filial local de Symantec, que desarrolla el programa antivirus Norton.
�El virus es uno de los más rápidos que se conocen�, agrega Cella. Pero no es el más destructivo. Puede borrar, sí, algunos archivos en forma selectiva, especialmente los de imágenes y música, que tienen extensión JPG, JPEG, MP3 Y MP2.
El especialista en seguridad informática Julio Ardita, de Cybsec SA, comenzó a recibir pedidos de auxilio y consultas alrededor de las 11 de la mañana. �Ya teníamos la información de los daños que había ocasionado en Europa. Por lo que sabemos, el virus se inició en Filipinas, cuando aquí era la medianoche, y comenzó a recorrer el globo hacia el Oeste. Primero afectó a Europa, luego a los Estados Unidos y casi de inmediato en Sudamérica�, comentó Ardita.
Ninguno de los especialista consultados quiso revelar cuáles de sus clientes fueron afectados por el virus. Página/12 pudo saber que el virus afectó a la empresa de informática Compaq y a la British Telecom, y aquí, al canal de cable TN, la agencia de noticias DYN, a dos diarios de la Capital Federal, una empresa telefónica y varios bancos de primera línea.
La recomendación de los expertos para evitar la contaminación es, primero, resistir la tentación de leer el supuesto mensaje de amor. El correo debe borrarse sin piedad, hasta de la bandeja de elementos eliminados. El segundo paso, preventivo, es actualizar el programa antivirus y luego escanear la máquina para detectarlo. �El laboratorio de Norton desarrolló en apenas dos horas la actualización del antivirus. A la tarde ya estaba disponible en Internet�, dijo Cella a Página/12. �Lo importante �agregó� es no apagar el equipo una vez ejecutado el programa del virus: si no se reinicia el Windows, los cambios que promueve el Love Letter no son tomados y es posible que no se borren archivos�.
El antivirus, sin embargo, sólo sirve para detectar el virus, pero no para eliminarlo. Menos aún, si ya ha sido ejecutado y se instaló en el disco rígido. Para librarse del mal ya consumado habrá que seguir una serie de pasos (ver recuadro) o recurrir al proveedor informático que se tenga a mano.
�Esto revela un problema de falta de capacitación: no se deben abrir archivos que no son confiables. Las empresas no han invertido en capacitar a sus empleados�, advirtió Cella.
Si el virus provocó estragos en el sector privado local, no pasó lo mismo en el ámbito estatal. Fuentes de la Subsecretaría de la Función Pública, que depende de la Jefatura de Gabinete, informaron que hasta ayer a la tarde no había reportes de organismos afectados. No obstante, la Coordinación de Emergencias en Redes Teleinformáticas de la Administración Pública impartió un alerta sobre la presencia del virus a todas las reparticiones estatales. Tal vez ésa sea la única ventaja de vivir casi en el fin del mundo: la llegada tardía de la declaración de amor y el alerta que sobrevino permitió evitar aquí el desengaño amoroso que sufrieron los parlamentarios británicos y estadounidenses.
LOS NORTEAMERICANOS EN UN DIA DE HISTERIA
Al borde del ataque de nervios
Por Mónica Flores Correa
Desde Nueva York
Lynn Strauss Rosin era ayer una escritora al borde del ataque. Después de haber trabajado arduamente durante meses en su primera novela policial, el virus �I love you� devoró aproximadamente la tercera parte de los archivos de su historia �y como soy desordenada, no tengo backup�, reconoció. �Por lo menos se trataba de un tema detectivesco �dijo poniendo al mal tiempo buena cara� si hubiese sido una historia de amor y me la destruye un virus que se llama �te amo�, hubiese pensado que era un mal presagio sobre sus posibilidades de éxito.�
En la tarde de ayer, todo Estados Unidos orillaba el ataque de nervios tratando de defenderse de la peste del irónico nombre que atacaba los mensajes electrónicos de esta sociedad hipercomputarizada. Víctimas de la pasión de �I love you� cayeron, entre otros, consultorios de médicos que perdieron las historias clínicas de los pacientes, colegios, bancos, empresas de diversa magnitud y oficinas públicas. El virus infectó a la CIA �regalo de una oficina del Pentágono, se dijo�, el propio Pentágono, el National Infraestracture Protection Center que depende del FBI, oficinas del Congreso y la gobernación del estado de Maine, que decidió suspender su sistema de comunicaciones cibernéticas hasta que la ola del virus amoroso hubiese pasado.
Indemne al �bicho del amor�, sin embargo, se mantuvo la Casa Blanca. A diferencia de las encendidas misivas que la becaria Monica Lewinsky le dirigía a Bill Clinton, esta �carta de amor� no se materializó en la mansión de la avenida Pennsylvania. Pero el vocero Jake Siewert dijo que se estaban tomando medidas extras de seguridad. �Nuestra gente encargada de ciberseguridad está ya en el asunto�, confirmó.
Compañías como Ford Motor y Pacific Bell (de comunicaciones) también clausuraron sus sistemas de mensajes. Y lo mismo hicieron la marina y el ejército por razones de seguridad. En Nueva York, la compañía de inversión de valores Merrill Lynch fue una de las empresas prominentemente infectadas en Wall Street. �Prácticamente todos los empleados de Merrill Lynch recibieron el virus en sus buzones electrónicos�, comentó Dan Henley en un mensaje dirigido a American On line, el proveedor que de servicios de Internet a millones de norteamericanos.
Por cierto, los mensajes de los clientes nerviosos y ansiosos por transmitir sus experiencias llovieron en AOL. A través de ese incesante intercambio se evidenció que todo el país estaba infectado y que esta forma algo devastadora del amor había llegado a puntos tan distantes como Florida, Colorado, Kansas y Minnesota. �No puedo creer que me he encontrado con esta maldita cosa�, escribió en un mensaje Finian Lennon, quien contó que en un primer momento había creído que el mensaje era de su sobrina en Dublin.
Inevitablemente, las ganadoras del día de ayer fueron las empresas que venden software antivirus. Las acciones de compañías como Mc Affee.com y Trend Micro treparon un 20 por ciento impulsadas vertiginosamente por este erróneo tipo de amor.
Al cierre de esta nota, las radios neoyorquinas informaban que el virus se seguía extendiendo gracias a un astuto cambio de nombre. En las últimas horas de la tarde, el mensaje no decía más �I love you� sino �joke� (chiste). Su creador optó por una mayor precisión semántica: después de todo, desde el primer momento �I love you� sólo había sido una broma siniestra.
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Hay que borrar las siguientes llamadas en el registro de configuraciones: