Por Fernando D�Addario
Acostumbrado como está a la alternancia metódica de sus actividades profesionales, puede asegurarse que los shows que brindará Luis Eduardo Aute hoy y mañana en el teatro Gran Rex confrontarán con su lógica de trabajo. El músico, artista plástico, poeta y cineasta español (la constancia de su nacimiento en Manila, hace 56 años, sólo sirve a los efectos burocráticos) suele separar nítidamente sus tiempos para cada una de esas disciplinas, y éstos son, según cuenta en la entrevista concedida a Página/12, tiempos para terminar Un perro llamado dolor (El artista y su modelo), su faraónico proyecto cinematográfico. Lo de faraónico no está tan supeditado a los tiempos de realización (lleva tres años en el asunto) como a sus alcances artísticos. Aute está terminando una película de dibujos animados, en la que interrelaciona ficcionalmente a pintores famosos como Goya, Dalí, Picasso, Velázquez, Frida Kahlo y Diego Rivera con los personajes de sus pinturas. Nada menos.
El hecho de haber interrumpido este largometraje, que lo obsesiona hasta límites enfermizos, sólo para actuar en la Argentina (también se presentará el domingo en Neuquén, el martes 9 en Bahía Blanca, el 10 en La Plata, el 11 en Montevideo, el 12 en Córdoba y el 13 en Rosario), refleja otra realidad: �Siempre me queda algo por descubrir de este país y por eso me gusta seguir tocando allí. Suspendí una gira por el resto de Latinoamérica porque si la hago no termino la película. Espero terminarla para antes de setiembre, lo que ocurre es que no soy Walt Disney, no tengo un ejército de dibujantes trabajando para mí�, afirma, con la seguridad de quien se siente un artista de culto en una tierra que canonizó masivamente a otros músicos de su target, como Silvio Rodríguez y Joan Manuel Serrat.
Este culto no es privativo del público. Intérpretes que asumen su admiración por Aute decidieron rendirle un tributo. Se llama Mira que eres canalla, y tiene firmas ilustres: los ya citados Silvio y Serrat, Pablo Milanés, Fito Páez, León Gieco, Pedro Guerra y Ana Belén, entre otros. Todos ellos grabaron versiones de temas de Aute. Fito cantó �Tell me lies� y León �De paso�. �Claro que estoy cómodo en el rol de canalla�, asegura Aute, quien no tuvo nada que ver con el disco pero agradece esa caricia a su ego de cantautor reconocido por sus colegas. Aute, artista multidisciplinario como se ha visto, también presentará en Buenos Aires Animal 2, su último libro, continuador de Animal, acompañado en este caso por un video con dibujos animados, que funciona a modo de adelanto de su largometraje. El respeto de sus colegas, del mismo modo que el cariño que le demuestra su público, tiene un reaseguro en la coherencia ideológica que ha mantenido el músico en sus 32 años de trayectoria. En estos tiempos regresivos, en más de un sentido, Aute se ubica del lado de quienes no claudican. Se refiere, por ejemplo, al juez Baltasar Garzón, quien suele concurrir a sus conciertos: �No sé cómo hace para resistir tanto tiempo. Yo lo admiro. No sé si conseguirá su objetivo, que es el de todos nosotros, que los culpables de tantas atrocidades estén presos, pero me parece formidable su fuerza de voluntad�.
�Usted ha sido siempre un hombre comprometido políticamente. ¿Sigue creyendo en la política como un medio para cambiar la sociedad?
�Cada vez creo menos en la política, que por un lado es cada vez más políticamente correcta y por el otro se aleja más de lo que ocurre en la calle. Tuvimos 14 años de socialdemocracia, y fue tan grande la decepción que produjo, que hoy parece natural que gane la derecha. Es lógico que gane, si la política hoy está al servicio de la economía mundial. En algún sentido se da una situación análoga con la cultura, que hoy tiene valor arqueológico, y pareciera que el que habla o hace algo por ella estuviera un poco loco, como si quisiera desenterrar algo de la prehistoria, algo en desuso. En España estamos importando la política de Estados Unidos, que es la industria cultural, es decir, lo que ellos entienden como cultura enfocado hacia el entretenimiento. Así estamos.
�Toda su obra artística está atravesada por el humanismo, y en sus últimos trabajos se está mostrando cada vez más escéptico...
�No hay que esforzarse mucho para dejar de tenerle fe al ser humano. Sin embargo, yo todavía conservo cierta esperanza en que el hombre finalmente logre dominar su delirio de grandeza.
�Su visión, de cualquier manera, no es tan distinta de la que podía tener, por ejemplo, un poeta tanguero en la década del 30.
�Y me gustaría tener más relación con el tango, que es el primer ejemplo de canción urbana moderna. Es la desesperación del hombre en la ciudad, y aun cuando muchos de esos tangos se escribieron hace 70 años, retrata con maestría al ser humano contemporáneo. Los tangos de Discépolo, Manzi, no han envejecido en absoluto.
�Una de sus canciones se llama �Siglo XXI� y tiene mucho de Discépolo...
�Pero yo me quedé corto con la profecía. No tuve esa capacidad increíble de prever lo que iba a pasar en nuestra sociedad. El sí la tuvo.
�Más allá de que a algunos les guste más o menos sus canciones, se nota una �coherencia� en su trayectoria, una línea de trabajo de la que no se apartó. ¿El artista debe permanecer inmutable para serle fiel al personaje que construyó?
�El cantautor tiene la obligación de crear y destruir. No debe establecerse con comodidad sobre sus hallazgos, si es que los ha tenido. Si tú me dices que en mi carrera he mantenido un estilo, pues entonces la culpa es mía. No tuve la capacidad suficiente para cambiar. Y eso que toda la vida lo he intentado. Quiero ser distinto cada vez que escribo una canción, pero al parecer, no lo consigo.
�Ese estilo, de todos modos, lo ayudó a conquistar un público femenino que lo admira incondicionalmente. ¿Dónde cree que está el secreto de esa afinidad?
�Pues si me aseguran que he de tener un público femenino, prefiero no preguntarme por qué, aunque de cualquier manera, si se da esa situación, la recibo como un halago. Siempre es mejor tener mujeres que hombres escuchándote. Me gustaría ser como Julio Iglesias, pero me reconozco incapaz para serlo, a esta altura de mi vida.
La opinión de dos colegas |
Juan Carlos Baglietto.
�Yo lo admiro, como público�
�He tocado con él y he cantado temas de él, como �Eclipse de mar�, que compuso junto a Joaquín Sabina y es una de las canciones que más me gustó tocar. No lo conozco demasiado a nivel personal, pero sí lo admiro como público. Me parece que ante todo es un tipo piola, y lo respeto mucho como autor y como compositor. Creo que es alguien que ha hecho un montón de cosas por la música en español, un tipo emblemático al nivel de Joan Manuel Serrat o de Sabina. Probablemente aquí en la Argentina no haya tenido la repercusión que se merece, no sé por qué, a lo mejor le ganaron de mano, ellos vinieron antes... O a lo mejor él tiene un perfil más bajo, calculo que no lo van a enganchar en las revistas del corazón y esas cosas...�
Rodolfo Mederos.
�Un músico estimulante�
�Con Aute nos conocemos desde hace tiempo. Grabé un tema con él para el disco Aire, era una de esas materias pendientes que uno tiene, siempre decíamos �pucha, tenemos que hacer un disco juntos...�. Cuando uno se reúne con músicos de otros lenguajes sale enriquecido y mejorado, y uno espera que la otra persona salga de la misma manera, que quede algo del encuentro en cada uno. Yo no hago música ni me junto con músicos por el marketing, si toco con alguien es porque sé que esa persona tiene algo para brindar. En el caso de mi encuentro con Aute, resultó una experiencia realmente enriquecedora y estimulante. Luis es una persona que pone mucho de sí en todo lo que hace, y eso se nota en su trabajo.� |
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