Los consultores coincidieron en que el candidato aliancista supo definir su lugar, en cambio el ex ministro de Economía perdió el rumbo. |
Por Romina Calderaro ¿Cuál fue el mejor momento de Aníbal Ibarra? ¿Y el de Domingo Cavallo? ¿Y cuáles las peores situaciones que vivieron los candidatos? A sólo un día de las elecciones porteñas, Página/12 pidió a Graciela Römer, Rosendo Fraga, Artemio López y Hugo Haime un balance de la campaña. Cavallo, coincidieron casi todos, tuvo sus quince minutos de fama cuando se reconcilió con Gustavo Beliz, e Ibarra alcanzó su momento de gloria cuando, le �ganó� a su rival el debate en TN. A la hora de hablar de los malos tragos, Elena Cruz es un nombre ineludible cuando de Cavallo se trata, y los consultados señalan el comienzo de la campaña de Ibarra, cuando el candidato aliancista todavía tenía �un perfil difuso� como un momento complicado. Para Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, los últimos quince días de campaña son los definitorios. En ese sentido, opinó que el candidato de la Alianza vivió su mejor momento la última semana �porque supo utilizar su activo más importante, que es Fernando de la Rúa�. Según Fraga, el peor momento para Ibarra �y el mejor para Cavallo� fue cuando el ex ministro de Economía y Beliz anunciaron que irían juntos en la fórmula. Lo peor que vivió Cavallo, sostuvo Fraga, fue el episodio de Elena Cruz, �no porque le haya quitado votos directamente, sino porque lo obligó a pasarse tres semanas dando explicaciones y esto le quitó el eje a su campaña�. Artemio López dijo a este diario que el clímax de Ibarra fue el debate. �Fue un punto de inflexión que consolidó su figura como la que tracciona votos en Capital�. Para el director de la consultora Equis, el momento más difícil que tuvo que enfrentar el candidato del oficialismo fue la primera etapa de la campaña. �En las primeras tres semanas, algunos requerían la intervención directa de De la Rúa e incluso presionaron para que Felgueras fuera la candidata�, comentó. Para López, Cavallo alcanzó su techo cuando selló el acuerdo con Beliz y su triunfo en la interna telefónica, �y después no paró de caer�. López ubica el debate, el episodio de Elena Cruz y las malas publicidades como momentos de la campaña, pero subrayó que �el principal enemigo de Cavallo es él mismo� y mencionó �el crecimiento de Irma Roy, que se animó a un discurso contra la mano dura�, como la �novedad� de una campaña que desde el vamos venía muy polarizada. Hugo Haime cree que la campaña de Cavallo fue �muy mala�. �Su mejor momento fue cuando se juntó con Beliz, pero después no pudo reflejar �porteñidad�, ni salirse de su rol de economista, y lo que hizo desde el punto de vista publicitario, con chicos opinando sobre política, fue casi un insulto a los porteños�. Como López, Haime cree que la imagen de Ibarra fue consolidándose con el correr de los días. �Despegó con el debate y fue creciendo. Antes era un candidato muy difuso, y si la gente iba a votarlo se lo debía a Fernando de la Rúa. Después sí logró consolidar la idea de un joven dirigente cercano a la gente, comprometido con la ciudad�, comentó el director de Hugo Haime y Asociados. �Sin ninguna duda, el tope de Cavallo fue la Alianza con Beliz� disparó Graciela Römer, quien señala dos momentos negativos en la campaña del ex ministro de Economía. �Por un lado, el famoso episodio de Elena Cruz, y por otro, el debate, que terminó desnudando un aspecto vulnerable del candidato�. Para la consultora, el mayor acierto de Ibarra �fue haber logrado salir bien parado del debate con su rival, sobre todo en un punto importante de la campaña en el tema económico, donde apareció como dominante�. Los malos momentos del aliancista, para Römer, �tienen menos que ver con Ibarra que con el gobierno nacional: el �impuestazo� y otros episodios menos fuertes vinculados a Graciela Fernández Meijide, que pusieron en tela de juicio el corazón de credibilidad de la Alianza�.
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