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Por Manuel Delano
Desde Santiago
 En una señal pública de unidad del ejército junto a su ex jefe Augusto Pinochet, el comandante en jefe de la institución, general Ricardo Izurieta, asistió acompañado de la esposa del ex dictador a un acto en la Fundación Pinochet. A la salida, Izurieta expresó que si el senador vitalicio es despojado de su fuero por la Corte de Apelaciones, se producirá una �situación que ciertamente a mí no me satisface�. El gesto de Izurieta apuntó sobre todo a mostrar la cohesión de la institución castrense y se dirigió a la llamada �familia militar�, los uniformados en situación de retiro, en la que bulle cierto descontento, concretamente en el sector más duro, por la actuación del general Izurieta en el caso Pinochet y ante los procesos a ex altos oficiales por violaciones a los derechos humanos.
Las cerca de 2 mil personas que asistieron la noche del jueves a la entrega de 400 becas de la Fundación Pinochet a estudiantes hijos de uniformados, entre militares activos, en retiro, representantes de las otros cuerpos de las Fuerzas Armadas y pinochetistas, vieron a Izurieta entrar en el salón junto a Lucía Hiriart, esposa del ex dictador. Al terminar, el jefe del ejército dijo que el apoyo de su institución a Pinochet �no se acabó en Londres sino que es permanente�. Hubo en el acto un ambiente de constantes muestras de solidaridad entre los militares retirados y en actividad. Los asistentes gritaron una y otra vez, en apoyo a Pinochet: �Se siente, se siente, el �Tata� está presente�. Lucía Hiriart, en un discurso improvisado, el primero desde que Pinochet regresó a Chile desde Londres el 3 de marzo, afirmó que en la vida de los grandes hombres �siempre hay injusticias�, criticó que el Estado �resultó para nosotros injusto e innoble� y pidió a Dios y a la Virgen que dejen a su marido morir en paz, porque si la justicia de los hombres falla, �la divina despertará�.
Pocas horas antes, el general Juan Carlos Salgado se reunió con 70 generales retirados, a quienes les explicó que la participación del ejército en la mesa de diálogo con abogados defensores de los derechos humanos sirve para acercar posiciones. Algunos de los ex altos mandos del ejército reprochan que esta instancia no ha frenado las constantes comparecencias de militares ante la Justicia ni el avance del proceso de desafuero de Pinochet. La reunión fue interpretada como otro gesto de acercamiento de Izurieta hacia la �familia militar�. Por otra parte, el viernes se iba a presentar ante los tribunales la querella número 96 contra Pinochet por la detención y desaparición de tres jóvenes socialistas en Mendoza (Argentina) en 1976 y trasladados al centro de torturas de Villa Grimaldi de la DINA, la policía política, en Santiago.
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