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Por Mariana Enriquez El eje de la discusión durante la presentación de Estamos en el aire, la investigación sobre la historia de la TV argentina de Carlos Ulanovsky, Pablo Sirven y Silvia Itkin, que se presentó el jueves a las 21 en la sala Jorge Luis Borges de la Feria del Libro, se basó no tanto en el pasado sino en la posibilidad de construcción de una televisión distinta para el futuro. El panel, del que participaron Roberto Cenderelli, Daniel Tognetti, Quique Pesoa, Andrea Stivel (productora de �Chabonas�), Canela y Claudio Villaroel coincidió en reconocer la tiranía del rating. Según Tognetti, �el que diga que no le importa el rating miente. De eso depende tu continuidad, a todos les importa. El problema es que se convierte en algo cada vez más determinante. Por ejemplo, cuando empezó �Caiga Quien Caiga� tuvo menos de 2 puntos durante varios meses: en la TV de hoy, el programa no hubiera sobrevivido�. Claudio Villaroel, gerente de programación de Telefé, reconoció que �lo que sucede es que la TV es un negocio. A veces se la piensa con otro rol, pero lo cierto es que hay que manejarse con ética y respeto, pero sabiendo que es un negocio. Y no hay que subestimar al público: hay programas con mucha audiencia que a uno pueden no gustarle, pero la gente los pide, y eso es lo que importa y es válido. Y en cuanto al rating, lo grave es que no se puede trabajar sin pensar en eso. La planilla define que tengas trabajo, y hay familias que dependen de ese numerito�. Para Pesoa, que acaba de incorporarse a la programación de Canal 7, el problema es que �hoy la cosa pública desapareció, y todos nos quedamos un poco afuera. No me gustaría volver al Estado protector, pero tengo nostalgia de un estadito que resuelva cosas que tengan que ver con la ideología de mi país. No creo que podamos cambiar la TV si no tenemos una ideología que nos marque el camino�. En este contexto de competencia y necesidad de éxito de los programas para permanecer en el aire, la pregunta fue qué hacer con las propuestas distintas que no cuentan con un rating importante, y se planteó el espacio de Canal 7 como plataforma de lanzamiento y experimentación. Villaroel se mostró interesado y satisfecho con la nueva programación del 7. �Hay una idea, un concepto, van hacia algún lado y hay gente experimentada trabajando, que en otra parte ganaría más plata, pero que trabaja por convicción.� Sin embargo, el debate pronto se transformó en el siguiente interrogante: ¿es justo que programas que funcionan bien en el canal estatal se �muden� a emisoras con mayor poder económico? Para Cenderelli �es lógico. Hay una carrera de autos con cinco vehículos, y uno tiene menos cilindrada, pero tiene un conductor hábil y se lo van a comprar. El problema en nuestra televisión no es de calidad: si uno mira TV de todo el mundo se da cuenta que no es ni mejor ni peor que ninguna. Técnicamente usamos los mismos equipos que en cualquier televisora del primer mundo. El problema es que allá se les da a los productores más tiempo y dinero. Un documental de Discovery o de la BBC tiene invertidas muchísimas horas y muchísima plata. Y eso se nota�. Silvia Itkin, una de las investigadoras y autoras de Estamos en el aire, explicó que la TV �es eminentemente conservadora porque vive de las grandes audiencias�. Pero, aclaró, eso no significa que no pueda renovarse. �Por su condición trituradora, siempre va a haber lugar para gente innovadora que aporte la diferencia. �Todo x 2 pesos�, �Caiga Quien Caiga�, �Rolando Rivas�, �Nosotros y los Miedos�, todos son ejemplos de renovación, todos distintos, algunos más exitosos que otros. Lo que se necesita hoy es paciencia. Responsabilidad por lo que hacemos y miramos, y aprender a elegir mejor.�
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