Por Miguel Bonasso
 Una nota publicada por el influyente diario alemán Süddeutsche Zeitung, donde se afirma que la SIDE argentina espía a Brasil �como si fuera un enemigo�, ha causado gran preocupación en el Ministerio de Relaciones Exteriores, que ya viene teniendo roces con la central de los espías que conduce el banquero Fernando de Santibañes. El despacho, que firma la corresponsal del Süddeutsche Zeitung en Buenos Aires, Eva Karnofsky, contiene otras presuntas revelaciones que, en caso de ser ciertas, resultarían no menos explosivas: la SIDE habría estado a punto de ser disuelta por Fernando de la Rúa, pero habría continuado a pedido de Washington que la necesitaría como auxiliar de la CIA en algunos enclaves geográficos como la Triple Frontera; hombres de la secretaría vinculados con el narcotráfico habrían saboteado la Operación Strawberry, realizada en conjunto con los servicios alemanes para quebrar una decisiva red de narcos en Hamburgo; dos guardaespaldas del ex Señor Cinco, Hugo Anzorreguy, habrían sido abatidos por competidores porque usaban sus cargos para meter cocaína a través de Ezeiza; y la reciente purga dispuesta por Santibañes habría provocado dos suicidios que nunca salieron a la luz. La preocupación de los diplomáticos de carrera no es gratuita: el Süddeutsche Zeitung, que se edita en Munich, tira 450 mil ejemplares diarios y es junto con el Frankfurter Allgemeine uno de los dos diarios más poderosos de Alemania. Su corresponsal lleva varios años en Argentina, y conoce bien a la SIDE que �según ella� la �espió� en tiempos de Carlos Menem. Su fuente para este informe sería un alto funcionario de la secretaría que la corresponsal no identifica.
La nota fue publicada hace más de un mes, pero fuentes oficiosas de la Cancillería la comentaron recientemente con este cronista, porque sigue produciendo ruido en la relación entre el Palacio San Martín y la sede de los espías en la calle 25 de Mayo. A fines de marzo, el Zeitung la desplegó a seis columnas y la ilustró con la foto de uno de los custodios de Anzorreguy abatido por las balas de ciertos �intereses� que se mueven detrás de las apariencias. El título: �Licencia para el tango secreto�, acompañado por una �bajada� que provocó acidez a ciertos funcionarios del Gobierno: �El servicio secreto de Argentina husmea por orden del Presidente en todos los países, pero controla especialmente a los propios conciudadanos�.
Según Karnofsky, el espía que le develó los secretos de �la firma� o �la empresa�, como él mismo denominó a la secretaría, no conducía un auto a prueba de balas, ni portaba un reloj que pueda disparar dardos venenosos, pero tenía en común con James Bond la vocación de espiar al prójimo en el �único servicio secreto de América del Sur que no le inspira piedad al Mossad israelí�. Este hombre �que describe como bajo y poco atlético� le habría revelado a la corresponsal del periódico muniqués que �la firma� consigue buena parte de sus informaciones de periodistas que informan a 25 de Mayo sobre �aquello que no escriben�. Lamentablemente, no le dio nombres.
La �fuente� reveló que la Secretaría de Informaciones del Estado tiene en la mira a Brasil, especialmente desde que el socio mayor del Mercosur decidió devaluar. �Los presidentes se abrazan regularmente �dice la nota�, pero a nivel de servicios secretos lo tratan a Brasil como si fuera un enemigo� (ein Feind). La SIDE, según el artículo, �está especialmente activa en Ciudad del Este, el paraíso del contrabando paraguayo, en la Triple Frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina�. Allí, según la fuente, ocurren episodios jamesbondescos: �Hay agentes infiltrados entre los traficantes de armas y drogas y en las organizaciones terroristas árabes�. Allí se habría localizado, en el fondo de una peluquería, un importante arsenal y también los hombres de Santibañes habrían logrado �detectar a dos fundamentalistas árabes que participaron, en 1997, en el célebre atentado de Luxor, en Egipto, en el que fueron asesinados 68 turistas�.
Allí en la Triple Frontera, CIA y SIDE trabajarían orgánicamente ligados. �Nosotros ponemos la gente; la CIA, el dinero�, se confiesa la fuente de Karnofsky. Por eso, subraya el misterioso personaje, cuando en la Argentina se discutió la posibilidad de disolver la SIDE, Estados Unidos se opuso. �Ellos necesitarían mucha más gente propia en América del Sur si no existiera la SIDE�, dice, con cierta autosuficiencia, el Sorge pampeano. Para quien estas operaciones comunes con los norteamericanos no siempre son beneficiosas para los intereses argentinos.
La periodista no le cree todo y recuerda que, en 1997, la Operación Strawberry (Frutilla), se frustró por culpa de �la Firma�. La SIDE y la policía alemana habían detectado entonces que a través de Buenos Aires se triangulaba cocaína colombiana hacia Europa vía Hamburgo. La idea era seguir la carga hasta el puerto alemán y allí dar el golpe, �pero las autoridades argentinas actuaron antes de tiempo: la Operación Strawberry fue frustrada para salvar la red en Alemania, dice la fuente. Las ovejas negras de la SIDE habían procurado esto, ya que ellos mismos estaban en la planilla de sueldos de los narcos�. Insistiendo con esa vertiente, la fuente sostiene que los dos guardaespaldas de Hugo Anzorreguy que fueron asesinados el año pasado �traían cocaína a la Argentina a través del aeropuerto de Buenos Aires, contrariando de esa forma los proyectos de otros círculos de narcotraficantes, dijo la fuente�.
La corresponsal recuerda que Santibañes empezó una campaña para reducir drásticamente gastos en la secretaría que, según el misterioso informante, �ya costó dos víctimas�. Una sería una arquitecta que había �presentado cuentas por un valor 3 mil veces superior al de las obras contratadas� y otro, el jefe de compras de la SIDE. A los dos presuntos suicidas se los conocía �según la fuente� por un número. Igual que Bond. Luego el reportaje detalla la magnitud del recorte operado por Santibañes, que redujo el presupuesto anual de 340 a 138 millones de dólares y echó a 1080 de los 3400 agentes con que contaba en tiempos de Anzorreguy. Muchos de esos despedidos �entre los que se presume bastante �mano de obra desocupada�� habrían �encontrado nuevo trabajo en la provincia de Buenos Aires, gobernada por los peronistas�. La fuente sospecha que en próximos comicios servirán, a lo Watergate, para poder �espiar a la Unión Cívica Radical�.
Según el diario alemán, la SIDE sólo debería escuchar los teléfonos por orden judicial, pero en los medios �se la considera campeón mundial del pinchazo (en español en el original)�. Un pinchazo dirigido centralmente a políticos de la oposición y periodistas. Hacia el final del extenso reporte, se consigna que el Area Exterior de la SIDE apenas representa un 20 por ciento de las actividades de la firma. El artículo no lo dice, pero fuentes oficiosas de la Cancillería señalaron a Página/12 que dicha Area Exterior suele superponerse y entra en conflicto con la diplomacia abierta de la Argentina. Hace poco, Relaciones Exteriores decidió cancelar los pagos que hacía a espías en el extranjero, que figuraban en nuestras sedes como funcionarios diplomáticos. Según consignó Carlos Pagni en Ambito Financiero, el diferendo se habría zanjado tras una dura discusión entre dos economistas: el nuevo Señor Cinco Santibañes y su correligionario, el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini.
Otro motivo de tensión entre la SIDE y la Cancillería, que trasciende el artículo del Süddeutsche Zeitung, es precisamente la jefatura del Area Exterior, que ha sido encomendada al contraalmirante retirado Arturo Horacio Fischer. El nuevo encargado de espiar al mundo �que aún no ha sido nombrado de forma oficial� es un oficial de inteligencia quepertenece a la misma camada que Basilio Pertiné, el cuñado presidencial. Entre otros destinos comandó la Escuela Antisubmarinos de Mar del Plata, un destino típico para oficiales de inteligencia y, en la cúspide de su carrera, fue comandante de la Flota de Mar. Los recelosos del Palacio San Martín temen, por razones que no han quedado debidamente esclarecidas, que el funcionario �que todavía opera informalmente como el innombrado jefe de la Central Nacional de Inteligencia, general Ernesto Bossi� pueda generar conflictos con periodistas, en particular extranjeros. Este cronista le preguntó telefónicamente a la colega Karnofsky si había observado algún tipo de control de los espías sobre ella, después de su artículo. La periodista dijo que no había percibido nada raro últimamente, pero que estaba segura de haber sido vigilada durante la anterior administración. �Estoy convencida �dijo en perfecto castellano� de que me pincharon el teléfono.�
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