Izquierda Unida tendrá tres legisladores, la lista de Cartañá ubicó a dos, el Partido Humanista uno y el restante será del Partido Obrero. Si formaran un bloque, serían más del 10 por ciento del cuerpo.
|
La izquierda se convirtió ayer en una de las sorpresas inesperadas en las elecciones a jefe de Gobierno y legisladores de la ciudad de Buenos Aires. Un aumento considerable de sus votos, una ley electoral que establece un sistema proporcional (D�Hont) sin piso, y el hecho de que los votos en blanco no se contabilizaran, les permitió ingresar siete diputados a la Legislatura porteña. La renovación de la totalidad de los miembros del Parlamento municipal ubicó a la izquierda con una fuerza levemente superior al 10 por ciento del cuerpo. Si pudieran unir a la totalidad sus legisladores, algo bastante difícil de acuerdo con la experiencia histórica, tendrán el poder suficiente como para convertirse en árbitros de la disputa entre la Alianza y el cavallismo, las dos fuerzas mayoritarias de la ciudad. La izquierda, que en la última elección a jefe de Gobierno porteño en 1996 sumó entre todas sus distintas vertientes apenas un 2 por ciento de los votos, ayer superó holgadamente aquellos guarismos, llegando a sumar más del 11 por ciento de los votos. Los más exitistas de sus candidatos interpretaban esta elección como el producto de un cambio de tendencia en el electorado porteño. En la historia electoral, la ciudad de Buenos Aires se distingue por tener un perfil propio. En 1904, cuando faltaban 13 años para que Lenin logrará el triunfo de la primera Revolución Socialista en el planeta, Alfredo Palacios se convirtió en el primer diputado socialista de América latina, apoyado fundamentalmente por los sectores obreros de la cuarta sección electoral, en el barrio de La Boca. En el local de Izquierda Unida, sus candidatos estaban exultantes con el ingreso de tres diputados a la nueva legislatura: Patricio Echegaray, Vilma Ripoll y Jorge Makarz. En diálogo con Página/12, Echegaray sostuvo que �si bien desde el punto de vista de las clases sociales la derecha sigue teniendo mucha influencia, los resultados de ayer eran la expresión de una recuperación de la izquierda. El electorado de la Capital empieza a escribir una nueva página de la política argentina�, sostuvo el dirigente comunista. La lista liderada por el ex ombudsman porteño, Antonio Cartañá, incorporó a los legisladores Jorge Giorno y Abel Latendorf al nuevo Parlamento porteño. �Estamos muy contentos porque en un contexto de polarización logramos instalarnos bien�, dijo a este diario Antonio Cartañá. En el análisis del futuro comportamiento, aseguró que va a formar un bloque propio. �En cada uno de los casos vamos a tomar nuestras propias decisiones. No vamos a emblocarnos como oficialistas ni como opositores�, fue la definición de Cartaña. El comportamiento de los legisladores de izquierda es precisamente uno de los principales interrogantes al que deberán responder sus dirigentes. La segunda legisladora de Izquierda Unida, Vilma Ripoll, caracterizó a su banca como �la banca de una nueva alternativa política�. Ripoll dijo a este diario que �a partir de mañana comenzaremos a convocar desde ellas a todos los sectores que están trabajando y construyendo una nueva alternativa contra el modelo de exclusión�. Los dirigentes de IU esbozaron tres puntos necesarios en la definición de un programa de unidad: luchar contra el modelo de exclusión, luchar contra la impunidad y acordar la construcción de una nueva identidad política. El Partido Humanista logró que su principal dirigente, Lía Méndez, ingrese como legisladora. La flamante diputada dijo a Página/12 que había conversado con las otras fuerzas de izquierda para trabajar en bloque: �La unidad debe formarse en la acción�, fue su principal definición en la jornada de ayer. El Partido Obrero, por su parte, consiguió que uno de sus históricos dirigentes, Jorge Altamira, acceda al cargo de legislador porteño. Con los cánticos de �luchar, vencer, obreros al poder� y �ya lo veo, ya lo veo, Altamira legislador obrero�, sus seguidores salieron a marchar por la ciudad desde su local partidario de la calle Ayacucho. El próximo desafío de la izquierda es unir el trabajo legislativo y la acumulación política.
|