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López de la Calle tenía 62 años
y hacía seis que colaboraba con el diario El Mundo de Madrid.
Cubría el tema del terrorismo vasco y estaba avisado de que en Andoain,
localidad de las afueras de San Sebastián claramente afín a la ETA, no
lo querían: el 28 de febrero pasado, jóvenes vinculados a la organización
separatista arrojaron sobre su casa una bomba molotov. El, sin embargo,
rechazó las ofertas de una custodia personal. Ayer por la mañana, López
de la Calle venía de su recorrido tradicional de los domingos: compra de
periódicos y lectura en un bar cercano a su casa. Recibió dos tiros en
la cabeza y otros dos en el pecho. Murió cuando los equipos de socorro
trataban de reanimarlo.
López de la Calle era miembro
fundador del Foro de Ermúa, una asociación pacifista que nació en la
misma localidad donde fue secuestrado y asesinado en julio de 1997 el
joven concejal socialista vasco Miguel Angel Blanco. Militante histórico
del Partido Comunista español y después
simpatizante del Partido Socialista, había sido uno de los
fundadores del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) durante la dictadura
franquista. Eso le costó pasar cinco años en la cárcel. "Mirando
la trayectoria y la vida de José Luis López de la Calle, es como si un
espejo llevase a la ETA a su auténtica realidad, que son unos
totalitarios y que no creen de modo alguno en la paz y en la
libertad", declaró el ministro del Interior español, Jaime Mayor
Oreja, luego de visitar a la familia del difunto en Andoain.
Allí, en la casa de López de
la Calle, se reunieron cientos de personas, como una especie de
pre-velatorio, ya que los restos del periodista serán velados recién
hoy. "ETA no puede seguir haciendo oídos sordos al clamor de la
sociedad que le exige el respeto a la vida y el abandono de las
armas", declaró el lehendakari (jefe de gobierno vasco), Juan José
Ibarretxe. "López de la Calle ha luchado toda su vida por defender
los derechos cívicos y contribuir a que el País Vasco sea un espacio de
libertad", dijo por su parte el director del diario El Mundo, Pedro
Ramírez, quien viajó desde Madrid a Andoain. Los Reyes Juan Carlos y Sofía
enviaron dos telegramas de condolencia a la familia del fallecido y el
presidente del Gobierno español, José María Aznar, suspendió las
actividades de su fin de semana privado en Marruecos anterior a la
visita oficial al gobierno de Rabat que empieza hoy.
Al margen de las condolencias
tradicionales, hubo otras que generaron tensión. El Parlamento regional
vasco aprobó una condena oficial al crimen de López de la Calle, pero
con una tensión evidente entre los partidos nacionales (Partido Popular,
PP, y Partido Socialista Obrero Español, PSOE) y los nacionalistas vascos
(Partido Nacionalista Vasco, PNV, y Eusko Alkartasuna, EA), por el
acercamiento de estos últimos a la ETA. Y luego de aprobarse una moción
de "repulsa al atentado" en una reunión de la intendencia de
Andoain, parte del público comenzó a gritar "¡Asesinos!" y ¡"Esta
es vuestra democracia, la democracia de los muertos!" a los
concejales de Euskal Herritarrok, que son mayoría allí pero perdieron la
votación por la alianza de populares y socialistas. Todo iba a terminar a
golpes de puños y la policía terminó separándolos.
El diario El Mundo exigió una
contundente respuesta de las autoridades ante el asesinato de López de la
Calle en el País Vasco. "Nuestro compañero ha sido asesinado por
quienes consideran la libertad de expresión su mayor enemigo", señaló
el periódico, y reclamó "una respuesta contundente ante quienes ni
saben ni quieren la convivencia democrática".
El 3 de diciembre, ETA puso fin a una tregua unilateral que había durado 14 meses y medio. El 21 de diciembre, se frustra un megaatentando cuando la policía interceptó cerca de Zaragoza una "furgoneta bomba" con una tonelada de explosivos; al día siguiente se intercepta otra a 150 km de Madrid. El 21 de enero, un teniente coronel del Ejército español muere en Madrid al estallar un coche bomba en la puerta de su casa. El 23 de enero, en la mayor concentración por la paz de todos los tiempos en España, más de un millón de personas se manifiestan en Madrid. El 22 de febrero un coche bomba mata al dirigente socialista vasco Fernando Buesa y su escolta en la ciudad vasca de Vitoria. El 7 de marzo un coche bomba hiere gravemente a siete personas en San Sebastián.
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