|
--Qué enojado que estaba el domingo a la noche.
--No. Simplemente sentía la
presión de una operación mediática que había impulsado el Gobierno
para tratar de que yo abandonara la contienda electoral.
--¿Por qué se refirió en términos
tan duros a Aníbal Ibarra?
--Mucho más duros son los términos
que utilizaron Ibarra y Felgueras y para colmo en cortos de televisión
que fueron muy costosos y que seguramente han financiado con dinero de
todos.
--¿Usted consultó con gente
de su partido y con sus aliados de Nueva Dirigencia el tema de ir a
segunda vuelta?
--Yo lo que hago es cumplir con
la obligación. Porque la segunda vuelta no es algo que dispongamos
nosotros, los dirigentes. Es un derecho de la gente que está en la
Constitución de la Ciudad.
--¿Está de acuerdo Gustavo
Beliz?
--El tiene sus dudas, pero
vamos a conversarlo. Yo estoy seguro de que él me va a acompañar si yo
sigo interpretando que la gente tiene derecho a la segunda vuelta y que no
es un derecho nuestro. Obviamente todo el mundo está cansado. Es natural,
todo el mundo está cansado. Si le dijéramos a todo el mundo "mañana
pueden ir a descansar", seguramente en términos de comodidad
personal todos se sentirían muy contentos, pero la gente no mide su
participación política en términos de comodidad personal.
--¿Le parece que Beliz duda de
ir a segunda vuelta porque está cansado?
--No. Yo creo que las dudas que
pueda tener Gustavo son respecto de lo que piensa realmente la gente. Y si
la gente pensara en general que es una molestia que haya una segunda
vuelta y no es un derecho de ellos, sino un capricho mío, me tendría que
bajar.
--Eso desde el punto de vista legal. Desde el punto de vista político,
¿no le aconsejaron bajarse, teniendo en cuenta que a Ibarra le faltó
medio punto para llegar al cincuenta por ciento?
--No me aconsejaron. Sí hubo
toda una presión. Pero a mí me parece que cuando todavía no se conoce
el escrutinio definitivo, incluso con las confusiones que había el
domingo, para mí fue más una operación mediática impulsada por el
Gobierno para tratar de que yo me bajara que la aspiración legítima de
alguien por economizar recursos económicos relacionados con la política.
--¿Usted es consciente de que
tiene grandes chances de perder, o todavía cree que puede revertir la
tendencia?
--No, no. Soy consciente de que
lo más probable es que gane la fórmula Ibarra-Felgueras. Es claro, si
ellos ya están cerca del cincuenta por ciento.
--¿Y no cree que a la gente le
va a molestar ir a votar de vuelta cuando la mayoría ya tomó una decisión?
--Y, pero yo no puedo pensar en
que se puedan molestar. También está la posibilidad de que se molesten
porque no pueden ejercitar su derecho a votar y a mandarle un mensaje al
Gobierno. Hay gente, por ejemplo, que no votó por Ibarra y no votó por mí.
Y a lo mejor a sabiendas de que sus primeras preferencias no salían...
Pero a lo mejor quiere enviarle un mensaje al Gobierno. De apoyo o de
desaprobación. Y para eso está la segunda vuelta.
--O sea que no se baja en estos
días que quedan de campaña.
--Obviamente, al gobierno de la
Alianza y al señor Ibarra y a la señora Felgueras les gustaría que yo
me bajara porque les va a ser más cómodo, más fácil. Van a poder irse
de vacaciones, uno a Cuba, la otra a Brasil. Yo no veo que ésas sean
consideraciones consistentes como para que yo me bajara. Si yo percibiera
que el grueso de la gente se molesta, me bajaría. Trataría de evitarles
la molestia. Si se confirma el resultado del 49,4 para Ibarra, el
resultado del ballottage está cantado en favor del candidato de la
Alianza. Con Gustavo queremos cumplir con la ley pero somos realistas.
--¿Tuvo contacto hoy con gente
en la calle?
--Sí, sí. Recibí muchos
llamados telefónicos. Mucha gente me saludó con el afecto de siempre.
Incluso fui a almorzar a La Raya y cuando entré me aplaudieron.
--Usted es habitué de La Raya.
--Sí.
--Cambiando de tema, ¿por qué,
si Ibarra debatió una sola vez...?
--(Interrumpe) No debatió
Ibarra. No se equivoque. Eso no fue un debate, fue una parodia. Un debate
es entre dos candidatos que tienen posibilidad de acceder al Gobierno, o a
lo sumo entre tres en donde alguno que tenga diez, quince por ciento de
intención de voto, pero eso que hizo en TN no fue un debate.
--Bueno, pero Ibarra debatió y
le ganó. ¿Por qué cree que, si usted mismo reconoce que va a ganar, se
prestaría a otro debate?
--Bueno, pero si él sabe que
gana, ¿por qué no lo da?
--Por eso.
--Es que el tema del debate no
es una necesidad o un derecho de los candidatos. Es un derecho a la
información de la gente que tiene que votar. Yo voy a insistir.
--¿Usted cree que los dos
meses de campaña no alcanzaron para que la gente conociera las propuestas
de los candidatos?
--Bueno, el sistema de
ballottage le da a la gente un mecanismo que es primero elegir entre un número
importante de personas y después optar entre los dos más votados. Lo que
hay que hacer es atenerse a la ley.
--¿No tiene miedo de perder
por mucho margen?
--No. Yo tengo miedo de no
cumplir con el deber que tengo de trabajar por la gente y de responder a
las expectativas que la gente tiene sobre mí como hombre público. Pero
perder no me da miedo. He perdido muchas veces. Cuando uno asume riesgos
en tareas difíciles puede ganar y puede perder, pero es no es lo
relevante.
--Si pierde dos veces en quince
días, ¿se retira de la política?
--Es irrelevante. Yo no mido la
política en término de los beneficios o perjuicios para mí, sino para
la gente.
--¿Pensó en presentarse como
senador en el 2001?
--Ni pensé en el futuro mío.
Sí en el de la gente.
--El domingo llamó a Ibarra
"partisano", pero quiso decir "partidario", ¿no?
--Sí, pero el
"partisano" es un partidario. Lo que pasa es que es un español
un poco antiguo, más bien italianizado. Porque partisano viene de los
grupos partisanos que operaban en Italia.
--Y que combatían a los nazis.
--Quise decir partidario. Pero
si busca en el diccionario, verá que también quiere decir partidario.
Son sinónimos.
|