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DEBATE SOBRE DOLARIZACION O CANASTA DE MONEDAS EN EL MERCOSUR
Una región bajo el signo del dinero

Daniel Marx, secretario de Finanzas. Primero desató la polémica, luego se desdijo.

Ambos son argentinos, pero confrontaron ideas sobre cómo llegar a una moneda única regional. Ruckauf y Marx debatieron en Río.


t.gif (862 bytes) La dolarización o moneda única como instrumento para la convergencia económica del Mercosur fueron colocadas, como alternativas, en el centro del debate de la Sexta Cumbre Económica regional organizada por el World Economic Forum, que se realiza desde ayer en Río de Janeiro. Carlos Ruckauf, gobernador bonaerense, sostuvo que "tarde o temprano vamos a la unidad monetaria continental, con el dólar como referencia (...); el dólar es la moneda del continente, no importa lo que piense cada uno". Daniel Marx, secretario de Finanzas, planteó en cambio en el mismo encuentro que ni aun "en una hecatombe" se iría necesariamente a una dolarización, "ya que una alternativa sería una canasta de monedas", sin abandonar, por ello, la convertibilidad. También se refirió a la posibilidad de gravar con el impuesto a las ganancias los dividendos, para posteriorimente relativizar dicha alternativa. Pocas horas después, el funcionario negó la referencia a una canasta de monedas y señaló, en cambio, que la Argentina no saldrá de la convertibilidad por esa vía.    

  Marx y Ruckauf compartieron un desayuno de trabajo con inversores y empresarios que participan del "Davosito", como se denomina a estos encuentros regionales que se realizan como derivación de la convocatoria anual en Davos, Suiza. Ambos coincidieron en su respaldo a la convertibilidad, pero se diferenciaron al considerar la perspectiva monetaria para la región. La inquietud de los participantes del desayuno era conocer cómo estaría preparada Argentina para un eventual ataque especulativo contra su moneda.

  "Argentina perdió su moneda a principios de los '90, recuperó el uso del peso en el corto plazo, pero en realidad es un recibo por un dólar y el Gobierno no puede cambiar esto", sostuvo Marx. Y al ser consultado sobre la alternativa de llegar a una moneda común regional, respondió que "en el largo plazo esto se va a ir resolviendo solo, porque con la creciente integración de los mercados financieros la gente va a ir eligiendo la moneda que más le sirva".

  Ruckauf, en tanto, tras destacar sus coincidencias con el gobierno nacional en "la decisión de no modificar la convertibilidad", agregó que en caso de una crisis financiera que impactase sobre el sistema monetario, Argentina iría al dólar. "Antes o después, la unión americana, cuya locomotora son los Estados Unidos, hará que la moneda sea el dólar", refirió. El gobernador justicialista no sólo confrontó ideas con Marx, sino incluso con Fernando Henrique Cardoso, presidente del Brasil, quien rechazó la posibilidad de la dolarización. "No importa lo que piense cada uno, el dólar es la moneda del continente; tampoco los ingleses querían que el euro lo fuera, pero la verdad es la única realidad", expresó. 

  En declaraciones posteriores a agencias locales, por vía telefónica desde Río, Marx corrigió sus dichos tratando de evitar que la propuesta de la canasta de monedas fuera interpretada como la sugerencia de una puerta de salida a la convertibilidad. "El nunca habló de una canasta, sino que la referencia fue hecha por una consulta de los presentes", explicó un vocero del Ministerio de Economía. "No sólo sostuvo que Argentina se mantendrá en la convertibilidad, sino que además sugirió que se podría avanzar hacia una convertibilidad latinoamericana, donde cada país fije su paridad con el dólar pero sin perder su moneda local", completó la fuente.

  Respecto a la coordinación macroeconómica planteada por Brasil y Argentina, el secretario de Finanzas dijo que primero se homogeneizan las estadísticas, "luego se pondrán las metas y después la conexión de los  mercados de capitales de la región". Destacó "el rol disciplinador de los mercados, que es el más relevante" y dijo que la "unificación de los mercados de capitales del Mercosur" permite que "con la movilidad de capitales los inversores noten cualquier discrepancia en las políticas macroeconómicas deseables y actúen inmediatamente".

  Daniel Marx también afirmó, en el panel, que Argentina deberá ir convergiendo con el resto del mundo en lo que hace a gravar con el impuesto a las Ganancias a los dividendos, y llegó a afirmar que "en los  próximos meses veremos...". Posteriormente, en un diálogo con la prensa, desandó sus dichos y dijo que "no hay nada en particular, sólo una comisión de estudio". Y aunque eludió referirse a las palabras de Fernando Henrique Cardoso sobre las restricciones que impone el FMI a las políticas sociales, reconoció que "lo que está disponible para recursos sociales no es abundante".

 

NADIE PONE HUEVOS EN ESTA CANASTA

Héctor Valle (FIDE)

"No es tan fácil salir" 

  Cualquier salida del tipo de cambio fijo sería riesgosa ya que podría desembocar en una devaluación. Cambiar el sistema por una canasta de monedas, por ejemplo, debería darse de una manera ordenada y bajo un acuerdo social muy importante. Y dar la seguridad de que el tipo de cambio flexible no implique desmejorar la situación de los trabajadores en la distribución del ingreso. La condición necesaria es un plan orgánico que garantice la estabilidad. Y que se explicite cómo será la política fiscal, la distribución del ingreso y las deudas en dólares, por ejemplo. La Argentina está atrapada en un esquema cambiario, y no será fácil salir de la trampa.

 Carlos Pérez (Fundación Capital)

"No es buen  momento"

   En medio de una situación económica crítica, lo mejor es apretar los dientes y seguir apostando por el actual sistema. Una canasta de monedas hubiese sido una medida apropiada hace cinco o seis años. Pero no ahora. El tabú del uno a uno existe, aunque no sea lo más sano. Además, no es verdad que con la canasta ganaríamos en competitividad. Más bien, para lograrlo, se deberían bajar los costos (laborales, impositivos, servicios y financieros). En todo caso, una canasta de monedas ayudaría a neutralizar el comercio exterior. Y debería aplicarse en un momento de gran confianza en la economía.

 Orlando Ferreres (consultor)

"El sistema soporta"

  Salir del tipo de cambio fijo para ir hacia una canasta de monedas no sería lo más conveniente. En la actualidad, el euro se encuentra muy desvalorizado en relación al dólar y va a volver a ganar terreno en el corto plazo. Si el peso estuviese flotando frente a una canasta, seguramente perderíamos más competitividad. En cambio, en un caso de crisis extrema, lo más fácil sería aplicar la dolarización. Es lo más fácil debido a que la propia Ley de Convertibilidad establece la posibilidad de cambiar todos los pesos por los dólares en forma automática. El actual sistema soportaría cualquier crisis, por aguda que sea.


EMPRESARIOS ESPERAN UN BUEN 2000
No perder el optimismo


A pesar de los magros resultados obtenidos durante 1999, los empresarios latinoamericanos son optimistas en sus proyecciones para el 2000. Así lo reveló una encuesta realizada sobre las 500 principales firmas latinoamericanas presentada ayer en el Encuentro Económico del Mercosur por la consultora Arthur Andersen.

  De los datos presentados surgen, como secuelas negativas de 1999, la caída de los precios de las exportaciones, la disminución de la inversión extranjera y el agravamiento de la pobreza en la región. Sin embargo, para los empresarios, estas consecuencias desfavorables van en camino de revertirse: un 62 por ciento de los encuestados considera que este año crecerá la inversión extranjera directa y un 71 por ciento, que crecerá el empleo. En tanto, un 93 por ciento cree que aumentará el PIB de sus respectivos países. En cuanto a las causas de la pobreza, un 85 por ciento de los empresarios la atribuyen a las bajas inversiones en educación, un 72 por ciento a la corrupción y un 69 por ciento a la mala distribución de la renta.

  Al momento de considerar cuáles son los principales problemas que afectan a los latinoamericanos, individuales y colectivos, los empresarios respondieron que la mala distribución de la renta (73 y 70 por ciento, respectivamente) y el desempleo (68 y 70 por ciento). Frente a estas debilidades estructurales, las propuestas mayoritarias de los consultados fueron que los gobiernos actúen con rapidez para reducir el déficit público (81 por ciento) y mejorar la calidad de la administración pública (81 por ciento).

  La mayoría de los encuestados admitió que en 1999 redujo o mantuvo el número de empleados (71 por ciento) en relación con 1998 y que este año prevé aumentarlos (26 por ciento) o mantenerlo (49) en relación con el año pasado.


"VITAL PARA GRUPOS ECONOMICOS"
Fortalezas del Mercosur


El Mercosur posibilitará a la Argentina recibir mayores inversiones extranjeras y a Brasil consolidar su liderazgo internacional y ampliar en "un tercio" su mercado, expresó en Río de Janeiro el director ejecutivo para América latina de la consultora estadounidense Booz, Allen & Hamilton, Jorge Forteza. De no existir el Mercosur, las inversiones irían en su mayor proporción a Brasil; pues las multinacionales planifican a escala global jerarquizando cada vez más según el tamaño de los mercados, explicó el ejecutivo.

  La Unión Aduanera también es vital para los grupos empresarios argentinos --entre los que el directivo mencionó a Arcor, Impsat, Techint y Socma-- porque son la base de lanzamiento previa que "les permite ganar escala y competitividad en el mundo", afirmó el consultor. En cuanto a Brasil, consideró que la integración regional le posibilita "agregar un tercio más al tamaño de su economía y le da bases para transformarse en una potencia regional y mundial".

  Los cuatro socios del Mercado Común "entienden que hay que construir una base económica importante en la región, que permita después negociar en mejores relaciones de fuerza con Europa, Asia y Estados Unidos", agregó Forteza. A la hora de señalar debilidades, se refirió a la endeblez de las instituciones comunes. "Con esta base institucional y de infraestructura, el Mercosur no puede seguir adelante. Hay que profundizar en la construcción de su interconexión física y de instituciones más sólidas", concluyó.

 

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