Por Felipe Yapur
Finalmente los diputados le denegaron al genocida Antonio Domingo Bussi la posibilidad de acceder a la Cámara baja. Tras las manos de esos legisladores que rechazaron el ingreso del dictador, pudo sentirse la presencia de las más de 700 personas que fueron secuestradas, torturadas y desaparecidas cuando Bussi era el dueño de la vida y hacienda de los tucumanos. Más veinte oradores se sucedieron. repudiando el intento del militar de guarecerse en el Congreso de la acción de la Justicia. El más fuerte y emotivo fue el del tucumano José Vitar. �Yo lo acuso a Bussi por todos los crímenes que ya se conocen, pero por sobre todas las cosas lo acuso de haber desangrado a una sociedad que tenía sueños, esperanzas y voluntad de construir un futuro mejor, sembrando muerte, el terror y el miedo que aún perdura�, dijo Vitar antes de nombrar a una docena de hombres y mujeres de esa provincia que continúan desaparecidos mientras el recinto �salvo los bussistas� se ponía de pie y aplaudía cada nombre.
La sesión comenzó con retraso. Juan Pablo Cafiero, a cargo de la presidencia del cuerpo ante la momentánea ausencia del radical Rafael Pascual, fue el encargado de dar inicio al debate. Antes recordó que se había cumplido con el requisito formal de enviar la invitación para participar al diputado impugnado y que había generado la caída de la sesión de la semana pasada. También advirtió que, a pesar del convite, por secretaría le informaron que Bussi no estaba presente. La decisión del cuerpo legislativo se convirtió en un verdadero punto final en cuanto a goce de impunidad para el hombre que se jactaba de incorruptible y al que le descubrieron ocho cuentas bancarias en el exterior �una de ellas millonaria� y con bienes cuyos valores sumados sólo pueden ser adquiridos, como resaltó el diputado tucumano Carlos Courel, luego de 26 carreras militares como la realizada por el militar.
Ricardo Argentino Bussi fue el encargado de responder por su padre, fiel a su costumbre no dar la cara y defenderse a través de terceros. El hijo del dictador realizó una encendida defensa de la soberanía popular que su padre supo negarle a los tucumanos durante los 18 meses que duró su reinado en esa provincia entre 1976 y 1977. Bussi hijo buscó endilgarle a los diputados la generación de un supuesto dilema entre el Parlamento y los tucumanos que lo votaron y, buscando darle un tono irónico a sus argumentos, dijo que �lo único que falta es que se coloque el cartel que dice: la casa se reserva el derecho de admisión, como si fuera el bar del gallego de la esquina� y agregó para sorpresa de todos: �Así no se afianzan las instituciones y el proceso democrático que tanto nos costó conseguir�. Luego interrogó a sus pares acerca de las razones que impedían que su padre se sentara en una banca, después de haber sido gobernador y dos veces diputado.
Cuando los discursos terminaron, de los 190 legisladores presentes, 183 votaron por el rechazo �por inhabilidad moral� a la incorporación de Bussi �que había sido elegido el 24 de octubre pasado. La decisión se fundó en su activa participación, reconocida y probada en el golpe de Estado de 1976 y en los delitos de lesa humanidad cometidos en la dictadura.
Sólo siete diputados expresaron su apoyo al ingreso de Bussi al Congreso. Ricardo Bussi y Delia Pinchetti (por Fuerza Republicana), Catalina Méndez de Abreu (Partido Nuevo de Corrientes), Miguel Jobe, del partido de Luis Patti, Unidad Bonaerense, Luis Díaz Colodrero (Partido Liberal de Corrientes) y los cavallistas Alfredo Castañón y Carlos Castellani. Estos últimos se diferenciaron de los demás miembros del bloque de Acción por la República que votaron por el rechazo. Domingo Cavallo faltó a la sesión tal vez agobiado por la derrota electoral sufrida el domingo pasado.
Pero de todos los discursos, sólo dos lograron la adhesión de la mayoría de los legisladores y fueron los del socialista Jorge Rivas y el frepasista Vitar. Rivas advirtió que �Bussi no es ningún proscripto como ha dicho su hijo, acá estamos impugnando con legalidad constitucional lasviolaciones a derechos humanos y la tortura. La Cámara de Diputados no puede ser un refugio que garantice la impunidad de delincuentes�.
Vitar repasó algunos párrafos del Informe de la Comisión Bicameral Investigadora de la Violación a los Derechos Humanos de Tucumán y donde se documentó la desaparición de casi 700 personas. Luego se preguntó quiénes eran las víctimas de Bussi. Fue así que detalló los integrantes del gabinete de quien fuera gobernador hasta el 24 de marzo de 1976, Amado Juri y que permanecen desaparecidos. �Quiero rendir un homenaje a muchos nombres que hoy son anónimos y a quienes conoció como Lucho Falú, Leandro Fote, Maurice Jaeger, Adriana Mitrovich junto a su compañero el �hippie� Torres Correa y a Ana Corral, una adolescente de 17 años que tenía muchas ganas de cambiar el mundo. Por ello que no nos tiemble la mano a la hora de hacer justicia, porque desde el fondo de la historia las víctimas enmudecidas de Bussi, sus familiares que aún los lloran, y todos aquellos que no se resignan a que resulte consagrada la impunidad, habrán de reivindicar la decisión que tomamos�. Cuando se votó, estallaron una vez más los aplausos y así quedó demostrado que Bussi ya no cuenta como en la administración anterior con el apoyo político que le supo brindar el menemismo. Tal vez esa fue la razón de la ausencia Alberto Pierri y Jorge Matzkin. A partir de ayer el genocida se quedó sin fueros y ya no podrá eludir a la justicia.
�Todo es profundo menos
el odio�
Por Luis Bruschtein
Para los tucumanos el general de división (R) Domingo Antonio Bussi es tan tucumano como la historia amarga del azúcar, aunque haya nacido en el campo de Entre Ríos. Es la historia de Marco Antonio Avellaneda, que tres años después de escribirle a Juan Bautista Alberdi que �aquí los sentimientos de la gente son profundos, todo es profundo, menos el odio�, moría lentamente degollado y sacaron lonjas de su espalda para trenzar maneas y plantaron su cabeza en una pica. Tucumán es la historia de Bussi, pero también es la de la agrupación HIJOS, que surgió allí el mismo día en que Bussi fue proclamado gobernador. Es la historia de monsieur Hileret y del golondrina y las rebeliones cañeras. �Tucumán �dice el escritor tucumano Tomás Eloy Martínez� nunca parece lo que es.�
Sobre la mesa está la fotografía de un cuerpo desgarrado a bayoneta, su madre lo reconoce y no puede reprimir el llanto: �Señora �le dice el general Bussi que le ha presentado secamente la fotografía del hijo mutilado�, no le voy a permitir que llore en mi presencia. Si va a llorar, retírese, porque si usted ha perdido un hijo, yo todos los días pierdo hijos en esta guerra�.
�Bussi se encerró junto a dos oficiales en una pieza con los dos prisioneros que tenían las manos atadas y los ojos vendados; ahí mismo los empezó a garrotear con una manguera gruesa de unos 50 centímetros de largo mientras los interrogaba; les preguntaba sobre distintas personas. Siguió así unos 40 minutos hasta que los mató. Se lo veía muy alterado por la brutalidad con que les pegaba. Cuando terminó ordenó que se encargaran de los cuerpos y que los hicieran desaparecer y se marchó.�
El que habla primero es Julio Alsogaray, hermano de Juan Carlos, dirigente montonero muerto en Tucumán. La segunda voz es del ex gendarme Domingo Jerez. Los testimonios sobre la represión durante la dictadura son miles y de las fuentes más diversas. Pero hay pocos que sean tan claros para ilustrar el odio y el sadismo de los principales represores.
El general huele a Carolina Herrera for men y disfruta del conejo a la sidra con vino tinto. Juega al golf, pero lo que más le gusta es andar a caballo. El general dice que entró al Colegio militar en 1943 �por curiosidad� y que llegó a Tucumán en 1976 �por servicio�. Pero el general que dice todo eso nunca pudo explicar sus cuentas en bancos de Suiza, Luxemburgo o Nueva York. El general explica las decisiones más importantes de su vida �por curiosidad� o �por acto de servicio�. En su autobiografía no incluye el ocio y la ambición.
No era un militar de tropa, sino de política. Durante muchos años fue oficial de Estado Mayor y desde 1973 a 1976 fue secretario general de las Fuerzas Armadas. Ese año fue designado primero al mando de una brigada del Primer Cuerpo y luego en Tucumán donde fue gobernador de facto entre 1976 y 1982, cuando recibió la baja.
�En pocos días más llega el presidente de la Nación �dice en la película La redada un Ulises Dumont que hace del general perfumado�, así que se me pone a trabajar y me saca de la calle a todos los ciegos, mendigos y miserables que encuentre.� �¿Y cómo lo hago�, quiere saber el jefe de policía. �Eso es asunto suyo.� Es la historia de los mendigos tucumanos que una noche fueron levantados de la calle por camiones y abandonados durante una noche invernal en el desierto de Catamarca por orden del entrerriano dictador de Tucumán.
Bussi asume en 1976 y cesantea a cinco mil empleados. Expulsa a los mendigos al desierto de Catamarca, rodea con muros las villas miseria... De los catorce campos de concentración que hubo en Tucumán, según el Nunca Más, doce comenzaron con Bussi. De 106 desapariciones registradas hasta el �76, los casos se triplicaron, llegando a más de 400. Y hay muchos más en el campo que ni siquiera fueron denunciados. Familias enteras, menores de edad, mujeres... En marzo secuestraron al que había sido senador provincial Guillermo Vargas Aignasse, al secretario general de la Gobernación, Juan Tenreyro, y al secretario de Planeamiento, José GuetasChebaia. Más tarde los siguieron el que fuera presidente del Senado, Dardo Molina, y el secretario de ese cuerpo, Héctor Vázquez Guzmán, el diputado nacional y dirigente de la FOTIA Bernardo Villalba, el senador provincial y titular de la CGT regional Damián Márquez, el diputado provincial Raúl Lecchessi... Todos desaparecidos, más decenas de funcionarios del anterior gobierno que fueron secuestrados, torturados y legalizados. Dirigentes radicales y del justicialismo, abogados...
En 1982 se lanzó a la política. Creó el partido Fuerza Republicana y fue diputado, senador y gobernador con el voto de los tucumanos para quienes, según Avellaneda, �todo es profundo menos el odio�. Perdió la última elección y ahora lo rechazó el Congreso. Deberá regresar a ese Tucumán que nunca parece lo que es para comprobar quién tenía más razón, si la carta de Avellaneda o su destino final.
Opinan dos constitucionalistas |
Alberto García Lema.
�Es excepcional�
�Estoy a favor de la remoción, pero como caso excepcional, tanto por los cargos que se le han formulado a Bussi como porque está afectado a causas judiciales por su actuación en el Proceso, además de los cuestionamientos por sus declaraciones de bienes. Debe ser considerado como un caso de interpretación restringida para el futuro, que no se convierta en un antecedente que lleve a la falta de respeto del mandato popular. En lugar de la remoción del legislador recomendaría una suspensión permanente. Serviría para evitar. También me parece necesaria la modificación de la legislación electoral para ampliar el sistema de impugnaciones durante los procesos preelectorales.�
Daniel Sabsay
�Con garantías�
�Si bien el rechazo de este pliego es una facultad excepcional que ha ejercido la Cámara de Diputados, lo que ha aplicado en este caso es su obligación de dar cumplimiento a tratados internacionales de derechos humanos con jerarquía constitucional. Y lo hizo con todas las garantías del debido proceso. Hubiera sido intolerable que se permitiera el acceso a una banca a una persona con imputaciones de haber sido uno de los grandes responsables en la comisión de delitos de lesa humanidad y de haber falsificado la verdad en sus declaraciones patrimoniales. Este poder excepcionalísimo no puede ser interpretado como un control de la voluntad popular expresada a través del sufragio.� |
Otras
voces |
Sergio Di Gioioia, miembro del consejo de presidencia de la APDH.
�Ya el dictamen de la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento es un avance cualitativo muy relevante. Introduce un concepto interpretativo novedoso por la aplicación del artículo 36 de la Constitución, que inhabilita a perpetuidad a quienes hubieran participado en la interrupción al orden constitucional y usurpado cargos constitucionales, y del artículo 75, que incluye los tratados internacionales de derechos humanos. Esto incorpora un nuevo concepto acerca de la idoneidad para los cargos públicos y la noción de inhabilidad moral como causal de separación.�
Mariano Grondona, periodista.
�En la Argentina tenemos una tradición, que data de los golpes militares, de que la voluntad está sobre la ley. A nadie le convenía el ballottage, aunque estaba en la ley. En esta cuestión de Bussi el consenso indica que no tiene que ser legislador. Considero que el consenso de amplias mayorías no sustituye a la ley. Si Bussi tenía problemas éticos o legales habría que haberlo planteado cuando se presentó como candidato o iniciarle un proceso una vez que asumiera. No se puede invalidar el voto. Pero esta situación no me extraña, los argentinos vivimos así. A mi entender, aunque las reglas del juego sean antipáticas, son las reglas del juego.�
María José Guembe y Diego Morales, abogados del CELS.
�La decisión de la Cámara de Diputados reafirma un principio central de la democracia: los responsables de graves violaciones a los derechos humanos carecen de la idoneidad ética y moral que requiere nuestra Constitución para ocupar cargos públicos, aun cuando gocen de impunidad. Los constituyentes de 1994, de conformidad con los tratados de derechos humanos, establecieron el principio de que quienes interrumpieren por actos de fuerza el orden institucional y el sistema democrático, serán inhabilitados a perpetuidad para ocupar cargos públicos. Bussi ha demostrado que no tiene ni el más mínimo respeto por los derechos esenciales de todo ser humano, circunstancia que lo descalifica para ocupar cualquier cargo y, especialmente, el de representante de la voluntad del pueblo. Es por ello que consideramos que esta impugnación manifiesta claramente la maduración de nuestra instituciones democráticas.�
Alfredo Leuco,
periodista.
�Me parece un hecho histórico que reivindica la democracia. Nuestros representantes en uso de sus facultades constitucionales resolvieron no permitir que se contamine el lugar donde se generan las leyes en Argentina con un genocida que no ha demostrado moral ni en su condición de militar ni en su condición de especulador financiero. Y me alegró muchísimo ver que los diputados de todas las bancadas se unían para condenar un símbolo de la ausencia de libertad y de la ausencia de leyes.� |
Instrucciones de Garzón
para argentinos distraídos
Página/12 accedió en exclusiva a un detallado y didáctico pedido del juez
para que el gobierno argentino practique las detenciones que ya reclamó.
Baltasar Garzón, el juez que solicita otra vez la detención de 48 represores argentinos. |
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Por Martín Granovsky
Como para que no queden dudas, el juez español Baltasar Garzón pidió al Ministerio de Relaciones Exteriores de su país que solicite al gobierno argentino las informaciones necesarias para que quede despejado el camino de la extradición de 48 represores a Madrid. El documento del juez servirá como un test para medir la verdadera disposición del gobierno argentino a dejar las manos libres para que la Justicia resuelva por su cuenta. También para evaluar la disposición real del juez Gustavo Literas de comprometerse con el Derecho Internacional.
El juzgado de Madrid apela al Gobierno español para que reitere la orden de detención contra los represores y establezca la suerte de la documentación que ya envió a la Argentina.
En un mensaje parecido a los manuales de cualquier artefacto para el hogar (�Primero, enchufe el televisor�) Garzón pide que las �autoridades judiciales y administrativas argentinas� aporten los datos �a fin de evitar equivocaciones que conduzcan a interpretaciones erróneas�.
Ruega que contesten, por ejemplo, �qué se entiende por urgencia�. Garzón dice en su texto que por su lado es obvio que �la urgencia existe� desde el momento en que él mismo libró el 30 de diciembre último una orden de detención contra los 48 oficiales retirados involucrados en crímenes de la dictadura, entre ellos Jorge Videla, Emilio Massera, Leopoldo Galtieri, Alfredo Astiz, Luciano Benjamín Menéndez, Ramón Genaro Díaz Bessone y Antonio Pernías.
El juez español quiere saber, también, si ya se ha notificado a los 48 represores sobre la orden de detención que envió. Pregunta, en caso de que no se haya hecho, si se va a hacer. �De esta forma quedaría claro el camino a seguir y se alejaría cualquier coyuntura extraña al procedimiento�, afirma en el texto.
Sobre el final pide tres medidas �antes de resolver sobre la extradición y con el fin de completar todos los datos�, o sea que deja en claro que las detenciones deben realizarse, como dice la jerga de los tratados internacionales, �con miras a la extradición�.
Una medida, �citar a los procesados para notificarles que existe una orden de detención y/o un auto de procesamiento en su contra�.
La otra, tomar fotografías actualizadas y huellas dactilares de los procesados cuya detención Garzón ya reclamó.
La tercera, tomar fotos y huellas de otros 50 represores más, de quienes hasta ahora el Gobierno no recibió ninguna orden de detención.
La providencia de Garzón no es un test solo para la Argentina. Como el Gobierno español es el canal para llegar a la Cancillería y después al juez Literas, la expectativa también se dirige al régimen de José María Aznar: este trámite es el primero que debe resolver después de haber sido convalidado en elecciones parlamentarias.
La semana pasada, la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos presentaron una denuncia en la Justicia contra el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, el ministro de Justicia Ricardo Gil Lavedra y el director de asuntos jurídicos de la Cancillería, Mariano Maciel, por presunto incumplimiento de sus deberes como funcionarios públicos, un delito previsto en el Código Penal. Los denunciaron por �no haber remitido la documentación enviada al juez Gustavo Literas� y por �dictar resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes nacionales, cuando comunicaron arbitrariamente al Reino de España la improcedencia del pedido de detención provisional con miras a extradición�.
Aunque no todos los organismos de derechos humanos firmaron la denuncia, este diario constató que todos están molestos por lo que definen como �vueltas� del Gobierno y del juez Literas para esquivar una decisión defondo y dilatar la cuestión, a la espera de que Aznar decida por la Argentina contrariando a Garzón.
La escuela de los lápices
�Los lápices escriben memoria y justicia�, pintaron los chicos de la ex Escuela Media Número 7 de la Ciudad de Buenos Aires en una inmensa bandera. La desplegaron mientras desde el escenario de la Sala B del Centro Cultural San Martín se anunciaba que a partir de ahora esa escuela se llamará María Claudia Falcone. �Como dijo Silvio Rodríguez, que me perdonen mis muertos por esta felicidad�, dijo Nelba, la madre de la estudiante desaparecida en La Noche de los Lápices (en la foto con los abanderados). El secretario de Educación porteño, Mario Giannoni, destacó que �no puede haber una política educativa sin una política de la memoria�. La madre de María Claudia lagrimeó al ver la bandera argentina con el nombre bordado de su hija-desaparecida. |
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