Por Claudio Scaletta
El conflicto del sector pesquero, que en la superficie enfrenta a los �fresqueros� con los �congeladores�, alcanzó ayer su máximo voltaje. La Multisectorial de la Pesca, que agrupa a sindicatos, empresarios y gobierno bonaerense, se movilizó desde Mar del Plata a Buenos Aires para reclamar ante el Gobierno nacional la �expulsión de los congeladores� y la libertad para seguir pescando normalmente. �¿Cómo puede hacer el Gobierno para devolver el pescado que se sacó?�, se preguntó Fernando de la Rúa graficando el dilema de hierro que enfrenta el Ejecutivo; por un lado el riesgo de colapso de la sustentabilidad del recurso, la merluza común, y por otro el mantenimiento de 24.000 empleos directos, divididos en partes iguales entre la provincia de Buenos Aires y las costas patagónicas. Al final de la jornada y de sucesivas reuniones se consensuó el envío al Congreso de un proyecto de Ley de Emergencia Pesquera.
Quince representantes de los alrededor de 4000 trabajadores y empresarios pesqueros que marcharon hasta la Plaza de Mayo consiguieron entrevistarse con el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Antonio Berhongaray, luego de que el secretario se reuniese con el presidente Fernando de la Rúa y el intendente marplatense Elio Aprile. El resultado de los dos encuentros fue el consenso para el envío al Congreso de una ley de Emergencia Pesquera. No obstante el intendente Aprile declaró que �el compromiso sólo será respaldado si en la ley se incluye una cláusula por la que la flota de congeladores se retire del caladero�.
El mar de fondo del conflicto es un océano agotado. El valor histórico de la captura de la merluza se ubica en alrededor de 380 mil toneladas anuales. La sustentabilidad del recurso nunca fue problema; el vasto mar se consideraba inagotable. Pero los subsidios de la Unión Europea a la exportación de barcos factoría �los �congeladores�, que filetean las piezas capturadas y las congelan a bordo� junto al acuerdo entre Argentina y la UE aprobado por el Congreso en el año �94, en vigencia desde 1995, posibilitaron la creación de sociedades mixtas (binacionales), y con ellas el ingreso de 30 nuevas naves que comenzaron a operar en el mar argentino. Hoy la flota de los congeladores, en su totalidad de bandera local, pero en un 85 por ciento de origen español, llega a un centenar de barcos, con una capacidad de captura de entre 600 y 700 mil toneladas. Los �fresqueros�, buques también de altura pero que realizan el procesamiento en tierra, constituyen una flota con capacidad de captura de 250 mil toneladas.
Aunque desde principios de la década del �90 el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) alertó periódicamente sobre el potencial agotamiento de la merluza, el aumento de las capturas a partir de la introducción de los congeladores se aceleró. El pico se registró en el año �97 con 600 mil toneladas �declaradas�, aunque fuentes del sector estimaron que habrían sido al menos 800 mil. En 1998 la pesca declarada alcanzó las 450 mil toneladas. En el �99, frente a la alarmante disminución del recurso, se estableció un cupo de 185 mil toneladas, pero se capturaron 240 mil. Este año, el cupo se redujo a 110 mil toneladas. Desde mediados del año pasado se mandó a los congeladores al sur del paralelo de 48 grados Sur, la altura de Puerto Deseado en la provincia de Santa Cruz, y se les prohibió la captura de la merluza como �especie objetivo�. Pero en los primeros 4 meses de 2000 ya se declararon 80 mil toneladas capturadas. Las cifras, aunque esperadas, encendieron la alarma de la industria, pues las restantes 30 mil toneladas legalmente permitidas no garantizan la continuidad de la tarea para todo el año. La salida podría encontrarse en un equilibrio entre subsidios sobre la pesca de otras especies y la mejor distribución a lo largo del año del cupo sobre la merluza.
LEASING PARA AUTOS Y MAQUINARIA
Alquilar para comprar
Con el apoyo general de todas las bancadas políticas, el Senado convirtió en ley la ampliación del tipo de bienes a los que podrá ser aplicado el �leasing�, modalidad definida como �contrato de alquiler con opción a compra� que ahora también podrá utilizarse para la adquisición de automóviles, maquinaria y equipos de computación, entre otros.
La iniciativa, que había sido aprobada en Diputados el año pasado, dispone que el tomador de un bien puede, mediante el pago de un canon o derecho de uso, optar por la compra del mismo �una vez que haya pagado tres cuartas partes� del valor estipulado, �o antes si así lo convinieran las partes�. El mecanismo, que hasta el presente sólo se aplicaba a la compra de propiedades, podrá ser utilizada a partir de la promulgación de la ley a todas las �cosas muebles e inmuebles, marcas, patentes o modelos industriales y software�.
El apoyo común que logró en el Senado, expresado en el voto mayoritario y en la inalterabilidad de la letra acordada en la Cámara baja, se fundamentó en la importancia que le atribuyeron los legisladores como mecanismo de reactivación económica, especialmente para las PyMEs. El contrato de leasing es muy reclamado no sólo en esa franja empresarial, sino también por sectores de grandes empresas, como el automotor, que lo ve como una alternativa permanente para dinamizar las operaciones tras la caída del Plan Canje.
|