Por Alejandra Dandan
Se rompió el hechizo: el dueño de Trasmutar, Sergio Etcheverry, apareció ayer por primera vez en público para negar todo vínculo satánico con las hermanas Vásquez. �No mantenía con ellas �dijo� ningún tipo de relación.� Etcheverry es dueño del local de la calle Córdoba, clausurado por la Justicia un día después de que Silvina y Gabriela Vásquez mataran a su papá en un rito satánico. En el local, funciona Trasmutar Centro Alquímico de Buenos Aires. Sus folletos fueron hallados en la casa de la familia Vásquez, en Villa Urquiza. Su logo, marcado con sangre en el cuerpo muerto de Juan Carlos Vásquez. Hace 16 días la Justicia levantó la clausura. Etcheverry no está implicado en la causa aunque su nombre fue invocado por Silvina, la hermana menor, después del crimen.
�El diablo cura sólo temporalmente�, prescribe uno de los libros de Ediciones Paulinas montado en una estantería de Trasmutar. Contra Satanás, se llama el libro que queda expuesto mientras Etcheverry baja al sótano del local, un espacio diminuto, el mismo donde pasó su último sábado libre Silvina Vásquez. Durante la investigación del homicidio, la Justicia pudo comprobar que las dos hermanas habían tomado cursos alquímicos con Etcheverry. Ayer el dueño del local lo reconoció: �Estuvieron acá �dijo� pero sólo dos o tres veces, yo no las recuerdo�. Hubo un dato, sin embargo, aportado por Etcheverry: �Ese sábado, cuando terminó el curso, una de ellas, la menor, me dijo que quería hacerme unas preguntas�. Ese cruce habría durado apenas unos segundos: �Yo no podía quedarme a hablar -explicó el hombre�, volaba al otro día y estaba apurado�.
El rastro de Sergio Etcheverry fue investigado apenas terminaba de probarse el crimen. En la casa de los Vásquez, la policía tropezó primero con folletería de Trasmutar, después con su logotipo esculpido con sangre en el cuerpo de Vásquez. Todo el ritual tenía un instructivo: por unos manuscritos encontrados, se supo que Silvina y Gabriela reformulaban los modos de una novena promovida por Trasmutar para purificar la casa. Pero hubo una instancia más por la cual la fiscalía había solicitado el procesamiento de Etcheverry: Silvina, en medio de su delirio post homicidio, gritaba �Sergio�, incluso indicando que había estado poseída por él.
�Mi trato con ambas �dijo Etcheverry� se limitó al dictado del curso o conferencias y a responder preguntas usuales. Nunca las he visto fuera del ámbito de Trasmutar.� Aunque para la Justicia Silvina asistía a sus cursos desde el `98, Etcheverry dijo que fue sólo a dos clases de 90 minutos. El sábado 25, explicó, las dos hermanas tomaron clases gratis. Pero las fichas recogidas en el allanamiento dicen que sólo Silvina estaba inscripta en un curso de Operador Alquímico fase II.
Etcheverry sostiene que intentaba desde el sábado volar hacia San Pablo para el casamiento de un amigo. Hizo el viaje el lunes a la tarde porque no consiguió pasaje. Un día después supo que estaba bajo sospecha: �El hecho en sí es lamentable �admitió ayer�, me sentí parte de una película�. Supo que su negocio estaba clausurado: la policía lo había allanado buscando pistas. �Esto es una santería cristiana �repitió ayer� y no vendemos nada que tenga que ver con lo satánico.� Trasmutar es una empresa y �no parte de una secta�, sostuvo.
La gente de Trasmutar ahora está preocupada. Ayer se encargaron de filmar y pedir identificaciones a cada periodista que participó de la conferencia de prensa. Según Etcheverry, la medida fue por seguridad: �Fuimos amenazados�, sostuvo.
La etapa procesal aún continúa en manos del juez Julio Corvalán de la Colina. La junta médica que evalúa el estado de las dos hermanas -internadas y detenidas en el Hospital Moyano� terminó de examinarlas el lunes. El estudio intentará probar si fueron conscientes de sus actos durante el asesinato.
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