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TRAS EL FALLO, TRES JURISTAS CriticAN LA NOCION DE EXHIBICION OBSCENA
�Nadie puede saber qué es obsceno�

La Cámara de Apelaciones consideró que ir por la calle en ropa interior no es obsceno. Aquí tres penalistas sostienen que el delito debería ser declarado inconstitucional o limitado a una aplicación muy restrictiva. �Siempre fallamos en contra�, explica un camarista.

El fallo se aplicó al caso de un travesti detenido en ropa interior.
El Código Penal no especifica qué es una exhibición obscena.


Por Eduardo Videla

t.gif (862 bytes) ¿Qué exhibición puede considerarse como obscena a comienzos del siglo XXI? Seguramente nada parecido a lo que imaginaron los legisladores que sancionaron el Código Penal, a principios del siglo XX y, tal vez, algo diferente a lo que se suponía hace apenas un año, con la última modificación. El concepto mismo de exhibición obscena está cuestionado y el fallo de la Cámara del Crimen porteña, que consideró que no es delito andar por la calle en ropa interior, despertó el debate. Tres penalistas consultados por este diario coincidieron con el fallo, con diferentes matices: uno sostiene que la figura sólo ha servido para censurar obras de arte; otro sugirió restringirla sólo a cuando la exhibición se hace ante niños, y un tercero propuso, lisa y llanamente, que ese artículo del Código es inconstitucional. 
El Código Penal, en su artículo 129, sanciona con multa de 750 a 12.500 pesos al que �en sitio público ejecutare o hiciere ejecutar por otro exhibiciones obscenas expuestas a ser vistas involuntariamente por terceros�. La norma no aclara qué es lo que se considera obsceno, una tarea que queda en manos de los jueces. Esta semana, la Sala V de la Cámara del Crimen porteña, consideró que circular por la calle en ropa interior no es un delito, y absolvió a una travesti que había sido condenada en primera instancia por esa falta. Los jueces consideraron que, en todo caso, esa conducta podría ser sancionada como una contravención por el Código de Convivencia de la ciudad.
�Entre los penalistas ni siquiera se ha discutido la posibilidad de que andar por la calle en ropa interior pudiera constituir un delito�, dijo a Página/12 José Buteler, titular de Derecho Penal de la Universidad Nacional de Córdoba. El penalista, coautor de un proyecto oficial para reformar el Código Penal, coincidió con el fallo de la Cámara porteña: �Podría tratarse de una contravención, si es que está previsto en la legislación local. Andar por la calle en ropa interior puede afectar el pudor, pero se trata de un bien protegido por el derecho contravencional�.
En la ciudad de Buenos Aires, el artículo 71 del Código de Convivencia castiga la oferta y demanda de sexo en la vía pública, pero no sanciona conductas como circular por la vía pública en ropa interior. 
�La historia de este delito, en la Argentina, es la historia de la censura�, sostiene, categórico, Esteban Righi, titular de Derecho Penal y Derecho Procesal de la UBA. �Bajo el criterio de obscenidad, se han prohibido películas como El último tango en París o Kindergarten, óperas como Bomarzo o libros como Lolita. Ha servido como instrumento de censura, bajo el argumento de tutelar la moral pública�, advirtió Righi. 
�Considerar como delito el uso de ropa interior en la calle es un disparate �agregó�. Con ese criterio, habría que sancionar a una modelo que desfila en ropa interior o a una mujer que pose desnuda en la facultad�. 
Para Righi, éste es un tipo de delito que �debería desaparecer o hacerse a lo sumo una interpretación muy restrictiva. Las legislaciones modernas tienden a no incorporar delitos fundados en la moral pública�.
Para Edgardo Donna, titular de Derecho Penal de la UBA y miembro de la Sala I de la Cámara del Crimen porteña, la exhibición obscena �es un tipo penal inconstitucional, porque nadie sabe lo que es obsceno: queda a criterio del juez y el juez no lo puede saber�. �La solución penal debe reservarse a los delitos sexuales �agrega Donna�, aquellos en los que alguien se mete en la vida sexual de otro sin su consentimiento, como la violación, el abuso, la corrupción de menores.� Según Donna, la figura debe eliminarse, salvo en el caso en que afecte a niños.
�¿Y en el caso de un exhibicionista? �preguntó este diario.
�Es distinto, porque lo que hace es intencional, pero más que aplicarle una pena habría que ayudarlo, porque está enfermo. El camarista �también coautor del proyecto oficial de reforma del Código� sostiene que el tribunal que integra ya se ha pronunciado en reiteradas ocasiones sobre exhibiciones obscenas, �siempre en casos de censura, nunca por oferta de sexo en la vía pública�. �Siempre nos pronunciamos en contra, absolviendo al acusado. Y nunca lo declaramos inconstitucional porque nadie lo pidió. Pero si ahora me tocara resolver, lo declararía de oficio.�
Righi coincide en que �el remedio penal debe ser reservado para los casos realmente graves�. Y no se pronuncia por una acotación de la figura sino por su derogación, porque �lo que se quiere proteger con esta figura se puede hacer perfectamente por medio de reglas contravencionales�. �Pero mientras el legislador no meta mano, es razonable que los jueces hagan aplicaciones restrictivas, como ha hecho la Cámara.� 
Para Buteler, el delito de exhibiciones obscenas existe simbólicamente: �Nunca se aplica porque prescribe siempre�, agregó. �El problema de lo obsceno �concluyó Buteler� es que no se trata de un hecho perceptible por los sentidos sino un concepto cultural: es el juez el que debe ejercer la valoración, pero no teniendo en cuenta su criterio sino el de la conciencia social en determinado tiempo y lugar. Pero andar en ropa interior nunca puede ser obsceno. Puede llegar a ser indecoroso, inconveniente. En las plazas de Buenos Aires pueden verse muchachas en tanga tomando sol y a nadie se le ocurriría sancionarlas por exhibicionismo. Aunque tal vez hace 20 años hubieran sido castigadas.�

 


 

IBARRA Y LOS VECINOS DE PALERMO VIEJO
Una cosa es sexo y otra es ropa

�Con polera, sacón o en minifalda está prohibida la oferta de sexo callejera�. Aníbal Ibarra intentó así frenar el debate por el nuevo fallo judicial contra el delito de exhibición obscena. El Jefe de Gobierno electo de la Ciudad de Buenos Aires se cruzó en debate radial con vecinos de Palermo Viejo, quienes salieron a atacar una supuesta liberalización en el marco de la prostitución callejera. Ibarra procuró dejar claro que la oferta de sexo es oferta de sexo y nada tiene que ver con cuestiones estéticas.
Según los habitantes de la �zona roja� de Palermo Viejo, cuando se difundió el fallo de los camaristas las travestis salieron a festejar por una confusión: creyeron que se había levantado el artículo 71 del Código de Convivencia que prohíbe la oferta de sexo. Y �según ellos� festejaron en exceso. Pero éste no fue el único componente que alteró a los vecinos de Palermo Viejo, que aprovecharon el fallo para renovar sus críticas, en este caso contra los camaristas. Apenas se conoció la sentencia de la Cámara, reaccionaron acorde a su estilo: marcharon en son de repudio. �Anoche hicimos la marcha número 34 �indicó Oscar Panero�: en unos días vamos a volver a colocar carpas en alguna plaza o frente a Tribunales�.
Lucía Carew, otra de las vecinas de Palermo con militancia antitravesti, salió a hablar de la falta �de sentido común� en el fallo de la Cámara. �Yo no sé �dijo� qué entienden ellos por exhibiciones obscenas: un travesti en corpiño y bombacha no vende ballenitas�.
Ibarra intentó descomprimir la polémica señalando los alcances del Código de Convivencia. �El fallo �dijo� no tiene nada que ver con la Justicia Contravencional de la ciudad, ni con una contravención, ni con el Código de Convivencia. Es una cosa totalmente distinta�. De este modo separó la resolución de la Cámara Criminal y Correccional del fuero nacional, de las decisiones de la Ciudad. 
�No tiene relación con la oferta de sexo en la vía pública �reiteró�: es decir, está prohibida la oferta de sexo en la vía pública, vayan con polera, sacón, minifalda o escotadas�.

 

 

Por qué el fallo genera tanto impacto

�Un ser penalizable�
Juan Carlos Volnovich (Psicólogo):

�Estamos asistiendo a un cambio de costumbres que toma a la Justicia por sorpresa, sin las bases necesarias para estar a la altura de los cambios que ocurren. Los travestis dejaron de pertenecer a un universo oscuro y eso toca a los restos de la moralidad victoriana que todavía circulan en la sociedad. Seguramente, el fallo descoloca a la gente y enciende la hipocresía de los propios clientes de los travestis que se escandalizan con la actitud de la Justicia. Sin duda, este hecho no hubiese tenido la misma repercusión si con esta disposición se hubiera favorecido a una mujer heterosexual. De hecho, en los medios las mujeres exhiben sus cuerpos con muy poca ropa y nadie se molesta. El travesti es visto como una especie de burla a todas las normas. La homosexualidad se considera como una transgresión legal, sin embargo, los travestis se perciben como anormales e ilegales porque tienen una identidad de género distinta a la biológica. El travesti se convierte así en un ser penalizable, todo lo contrario a lo que ocurrió con la decisión de la Cámara�.

�Cuestiona el orden�
Irene Meler: (Psicóloga, Coordinadora del Foro de Psicoanálisis y Género de la Asociación de Psicólogos) 

�Hay lugares en el mundo donde existe mucha indiferencia acerca de cómo la gente sale vestida a la calle, como en Nueva York. Yo creo que no hay que idealizar a este tipo de culturas, porque que existan mecanismos de control social no necesariamente es negativo. En este sentido, yo creo que nuestra sociedad no es ni súper reprimida ni pacata. El reciente fallo de la Cámara provoca cierta angustia porque acepta una actitud que cuestiona al orden social. Tanto un travesti como una mujer heterosexual que se pasea por la calle en paños menores cohíbe al pudor consensual de la población. Pero en el caso del travesti, el tema es mucho más complejo debido a que transgrede la diferencia entre los sexos. Ante todo, los travestis cuestionan el dominio de lo masculino junto con todo el prestigio y la jerarquía que socialmente tiene el género, lo cual es como escupir sobre el patrón oro. Desatendiendo a los límites, los travestis desafían a los dispositivos de regulación y el orden establecido. Lo dispuesto por la Cámara enciende la polémica porque se vive como un horror la disminución del control social�.

 

 

opinion
Por Sandra Russo

La doble escena

No se puede hablar de lo obsceno sin hablar de una escena. Algo debe haberse salido de su lugar, de su contexto, de su estante, de su pliegue para que la obscenidad sobrevenga. Desde esa perspectiva, la visión de genitales masculinos o femeninos en una película pornográfica no es obscena: está en su sitio, y los ojos que miran lo mirado completan esa escena. 
¿Cuál es la escena que en esta sociedad, aquí y ahora, contiene a las bombachas, los corpiños, los slips, los portaligas, los látigos, los antifaces? Después de varios años de liderar el rating de los domingos por la noche, los sueños de �Sorpresa y 1/2� han sido desplazados por las chicas y los chicos audaces de �Fugitivos�, cuyas misiones más esperadas por la audiencia en el horario de las 20 destilan clima porno-soft. Dos gemelas divinas en sus ligueros rojos y sus tangas infinitesimales recorren la avenida Warnes o las calles del puerto, provocando a su paso tumultos y embotellamientos. Otras dos fugitivas ganan quinientos pesos si consiguen �tocarles el bulto� a unos cuantos famosos. 
Los sábados, en el programa de Nicolás Repetto, el éxito del año pasado del Almanaque �en el que actrices en forma posaban como chicas de gomería� dio esta temporada pie para mostrar la foto erótica del �Machoman� �actores o conductores aceitados y pelando músculos�, y para que las modelos interpreten a la �Villana�, que no es otra cosa que un personaje perfecta y bellamente producido. 
¿Por qué una sociedad que adhiere con tanta vehemencia al entretenimiento erótico, en el que la risa funciona como una licencia que permite calentarse en familia, se eriza ante el corpiño y la bombacha de una travesti? Con su fallo, la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional lo que dice es que Marcelo López Rocha, vestido con su ropa interior de mujer, no estaba afuera de la escena, su escena. �Que una actitud cause rechazo no permite considerarla obscena� es una frase memorable que deberíamos agendar. Sin embargo, tal vez haya llegado la hora de que las minorías también admitan que, mal que les pese, comparten su escena con gente que no elige mirarla �esos vecinos de la cuadra� y que provocan un rechazo que sería bueno blanquear y poder expresar en voz alta y respetuosa, para recién después poder debatir en serio las mejores condiciones de vida de las travestis, sin el corset de lo que queda bien decir en estos casos.

 

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