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 Tal vez sea difícil comprender la importancia de las elecciones departamentales de este domingo en Uruguay sin un dato: se trata de la primera vez que los uruguayos elegirán autoridades en los 19 departamentos del país en forma diferida de las elecciones presidenciales y parlamentarias. Pero tal vez se necesite un segundo dato: esta separación es resultado de la reforma del sistema electoral de 1996, la misma que posibilitó el triunfo de la alianza de izquierda Encuentro ProgresistaFrente Amplio (EP-FA) en la primera vuelta del año pasado y que la convirtió en la primera fuerza parlamentaria del país, destrozando en el camino al histórico bipartidismo de los tradicionales partidos Colorado y Nacional (Blanco). La misma que ahora puede permitirle a esa izquierda administrar los dos departamentos más importantes y casi el 60 por ciento de la población de Uruguay. Juan Carlos Doyenart, director de Interconsult, y Oscar Botinelli, de Factum, explican y pronostican para Página/12 los posibles escenarios posdomingo. Montevideo. Ambos coinciden en que la elección capitalina ya está cantada a favor del EP-FA. �El de Montevideo es un desenlace conocido de antemano. No habrá muchas sorpresas, sino que simplemente se va a saber a qué nivel llega el actual intendente Mariano Arana�, aseguró Doyenart, cuyas encuestas le auguran un 60 por ciento a sus aspiraciones reeleccionistas frente al 21 por ciento del Partido Colorado y el 10 por ciento Partido Nacional. Botinelli parece confirmar ese panorama, al otorgarle a Arana el 64 por ciento de los votos contra el 20 colorado y los nueve puntos que conseguirían los blancos, aunque calcula que aún hay un ocho por ciento de electores �indefinidos�. Canelones. De nuevo coincidencia. Es el segundo departamento más importante del país, y por primera vez la izquierda amenaza seriamente con ganarlo. Tanto Interconsult como Factum computan, hasta ahora, un empate entre el socialista Angel Spinoglio �que cuenta con una intención de voto entre el 38 y 39 por ciento� y el colorado Tabaré Hackenbruch, apenas un punto por debajo. Mucho más atrás, con 17 puntos para Interconsult y 13 para Factum, se ubicaría el candidato blanco. �En Canelones puede ganar cualquiera �explica Botinelli�. En las últimas semanas, el Partido Colorado ha logrado remontar los siete puntos de diferencia que lo separaban del EP-FA, en parte por haber captado a indecisos, pero en gran medida por los cinco puntos que perdió en ese plazo el Partido Nacional. Las posibilidades son parejas porque aún hay muchas dudas: cómo se distribuirán los indecisos; qué pasará con los blancos, si recuperarán votos o seguirán perdiéndolos en favor del candidato colorado.� �La atención principal y la importancia política de los resultados del domingo están en Canelones, el único departamento en que el EP-FA tiene posibilidades de ganar y, en ese caso, gobernar los dos departamentos más importantes del país, que en total sumarían al 56 por ciento de la población uruguaya�, precisa Doyenart. Blancos. No todo es a favor de la izquierda. Según el director de Interconsult, �en el resto del país lo que más llama la atención es la recuperación que está mostrando el Partido Nacional, que salió tercero en las elecciones nacionales del año pasado y que este domingo estaría recuperando la primera posición. Pero no es que haya una caída real del EP-FA, sino que la ciudadanía elige en este caso en función de candidatos y no de partidos. Es la impronta personal la que está en juego; y el Partido Nacional presenta una muy buena oferta de candidatos en el interior, y ha logrado que votantes del Partido Colorado o del EP-FA apoyen a los candidatos blancos en lugar de los de sus propios partidos�. �Logró remontar por sus candidatos, y porque el EP-FA tienen pocas figuras de implante local, que encima no son vistas como administradores sino como parlamentarios�, coincidió Botinelli. El país. �Estas son las primeras elecciones departamentales autónomas, separadas de las nacionales. Hasta ahora siempre fueron un tema secundario porque sobre todo estaba en juego la presidencia. Ahora adquieren otroperfil, dentro de un cambio de sistema electoral que permitió el triunfo de la izquierda en octubre. La pregunta es entonces ¿qué posibilidades tiene la izquierda de mantener ese triunfo en estas elecciones?�, explica el director de Factum. Aunque aclara que �en realidad se trata de algo más simbólico que de una pérdida o ganancia real de poder. Para la izquierda es la posibilidad de consolidar su avance. Y para Partido Colorado demostrar que la elección nacional fue coyuntural y que, palmo a palmo, sigue ganando un partido tradicional�.
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