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Aburridísimo partido de vuelta entre River y Cerro Porteño. Después de la notable exhibición y goleada de la semana pasada, era casi seguro que lo de anoche sería otra cosa. Y lo fue: sin emoción ni calidad por ninguna parte, fue un trámite. Saldo triste para River, más allá del triunfo: Damián Alvarez y Coudet, lesionados para las próximas semanas. El primer tiempo fue muy flojo. Cerro Porteño no vino predispuesto para la hazaña de revertir los números sino a aguantar el resultado con siete atrás y el resto a media agua. River puso todos los suplentes y, aunque la predisposición pudo haber sido la misma, la aptitud no lo era. Así, todo fue aburrido y en el medio. El único seudointerés, y en forma intermitente, radicó en los cambios sucesivos que debió encarar Gallego: primero sacó a Damián Alvarez por lesión �le pegó feo Struway� y puso a Coudet; antes de que el Chacho cumpliera diez minutos en la cancha, lo sacó para poner a Lombardi. Otra vez por lesión. Eso fue lo más entretenido, la anécdota. Porque en cuanto a lo estrictamente futbolístico �goles y buenas jugadas, nada� todo se acabó tras el inicio electrizante en que River, vía Zapata, que picó al vacío de izquierda al corazón del área y llegó a situación de gol dos veces. Y nunca más. Los paraguayos, ordenados, duros, mezquinos, sólo llegaron una vez a través de una trepada de Cristaldo por izquierda que tapó Bonano. Y nada más. En el segundo, parecía que River estaba más decidido; y lo estaba en realidad. Soltó a los laterales, sobre todo a Sarabia, y terminó todas con un centrito a dividir. Intentó echando atrás a Cardetti para conectarse con Zapata y Saviola y buscarse llegando prolijamente, pero tampoco. Hubo un disparo del Chapulín afuera y nada más en mucho rato, hasta promediar el período. Cerro ni contragolpeaba y Luis Cubilla los incitaba a marcar y marcar: su debut como entrenador (la catástrofe de La Olla la semana pasada le costó el puesto a Arrúa) se hizo bajo el signo del cero. Hasta que a los 26� Ramos pateó muy bien un tiro libre, de lejos. Tras rebotar en el palo izquierdo de Bobadilla, Cardetti mandó la pelota adentro con precisión de rebotero. Gol y primeros gritos de la gente. Enseguida se fue Saviola y entró Gancedo. Para Cerro Porteño, todo era lo mismo. Para la gente también: todo terminó languideciendo, como si se deshilachara. Sólo el fervor de Cardetti calentaba a veces. Pero no alcanzó para salvar la fría noche de Copa.
COMITE DE SEGURIDAD EMPLAZO A BOCA El Comité de Seguridad Deportiva obligó a las autoridades de Boca a que colocaran una protección o a que cambiaran la ubicación de los bancos de suplentes de la Bombonera, con el fin de evitar posibles agresiones durante el superclásico contra River, que se jugará el domingo. Los responsables de la seguridad en el fútbol argentino informaron que, si las modificaciones solicitadas no fueran terminadas para el viernes, el partido sería trasladado a otra cancha. �Si las obras no se realizan a tiempo, el encuentro hasta podría cambiar de escenario�, aseguró el subsecretario de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Enríquez.
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