Por Eduardo Tagliaferro
�Estamos perdiendo la batalla de la herencia�, fue la categórica frase del vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez, frente a las atentas miradas de los ministros, diputados, senadores y funcionarios aliancistas que desayunaron ayer en el quincho de la quinta presidencial de Olivos. El mensaje era claro, a cinco meses de su asunción, al gobierno de la Alianza le estalló la crisis social en las manos y busca a toda costa un imposible: minimizar los costos políticos de medidas impopulares. �Moyano no le hacía paros a Carlos Menem cuando llevaba cuatro meses de gobierno�, dijo Alvarez a su auditorio, para ratificar la teoría del daño que la herencia recibida le estaría produciendo a la gestión aliancista.
La protesta y la represión a los pobladores de la localidad salteña de General Mosconi se sentaron ayer a las mesas del �quincho� de la quinta de Olivos y fue el motivo casi excluyente de las conversaciones de los dirigentes, en una reunión que originalmente estaba convocada para dar un �baño de mística�, como suele definirse en la política a las reuniones que buscan alentar a los militantes para redoblar sus esfuerzos.
El presidente Fernando de la Rúa resaltó la gravedad del déficit fiscal heredado de la gestión menemista y relativizó el supuesto malestar por la marcha del plan económico. �El triunfo electoral del domingo pasado en la ciudad de Buenos Aires demuestra que el pretendido malhumor social no es tanto como se dice�, fue la definición utilizada por el Presidente para quitar dramatismo a los hechos de la provincia de Salta. De la Rúa comenzó la reunión de ayer hablando para la interna del gabinete, al desmentir nuevamente, a una publicación periodística que había consignado que el ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, sería quien coordinaría el llamado gabinete social. El malestar que la publicación había generado en los miembros del gabinete que hubiesen quedado desplazados con una medida semejante motivó durante todo el jueves una larga saga de encuentros y desmentidas que culminó en un cena, anteanoche, donde se reunieron los miembros del gabinete con Alvarez, De la Rúa y Raúl Alfonsín.
Alfonsín transmitió a De la Rúa y demás miembros del Gobierno su preocupación por la marcha del plan económico. Lejos de criticar al ministro de Economía, José Luis Machinea, el ex presidente planteó una serie de sugerencias tendientes a fomentar la reactivación económica.
La gestión de Machinea también fue defendida por el vicepresidente Alvarez en la reunión realizada ayer. Alvarez destacó la sensibilidad social del ministro y dijo que �por suerte no tenemos al frente de la cartera económica a hombres de la Escuela de Chicago, como Roque Fernández�. Chacho no reparó en los hombres de este gobierno que adscriben a esa teoría económica y que aunque no estén al frente del Ministerio de Economía, sí integran el gabinete, como es el caso del secretario de la SIDE, Fernando de Santibañes.
Si las palabras de Alvarez se tomaran en su real dimensión, el desafío que este gobierno tiene en materia económica no es menor, fundamentalmente luego de que el vicepresidente definiera a la Argentina como un �capitalismo de amiguitos y cortesanos del poder�. El sutil tirón de orejas no estuvo ausente en la exposición de Chacho Alvarez, que a modo de crítica dijo que en algunos temas hubiera deseado una actitud más activa de los bloques parlamentarios. A modo de ejemplo dijo que en el caso de la crisis de la empresa Aerolíneas Argentinas, él hubiera deseado que por lo menos le hubieran pedido una audiencia al embajador español en Argentina.
Sindicalistas y diputados del PJ
Con la misma partitura
La CGT rebelde que encabeza Hugo Moyano, la oficial que lidera Rodolfo Daer, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y la Corriente Combativa del Perro Santillán criticaron duramente al gobierno nacional. El cuestionamiento al Gobierno por los hechos producidos en Salta desde la madrugada de ayer fue compartido por Moyano, Daer, De Gennaro y el jujeño Santillán. La represión de la Gendarmería y la Policía provincial, el desalojo de los manifestantes que mantenían cortada la Ruta Nacional 34 y los incidentes en General Mosconi caldeó los ánimos de todos. Moyano, por ejemplo, anunció que es posible que convoque a un nuevo paro nacional. Desde el bloque justicialista de Diputados, en cambio, las críticas al Gobierno nacional se centraron en el recorte presupuestario de los fondos destinados al Plan Trabajar. De Gennaro también se quejó: �Es inadmisible seguir negando que el ajuste y la necesidad se resuelven con represión�.
�El Gobierno, por un lado, ratifica a nivel nacional el diálogo, y en Salta, reprime�, se indignó ayer Moyano, casi confundido. Enseguida lanzó una amenaza al Gobierno: �Cuando los pueblos agotan su paciencia, suelen hacer tronar el escarmiento�. También Rodolfo Daer acusó a la Alianza, pero igualmente se reunió con el ministro del Interior, Federico Storani, a quien le reclamó que detenga la represión. �Ha fallado el Comité de Crisis�, resumió Daer ante los periodistas. Humberto Roggero, presidente del bloque del PJ en Diputados, cargó sobre el Presidente: �La responsabilidad política es de Fernando de la Rúa y sus ministros que, frente a la crisis social, no han tomado medidas de asistencia social�.
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