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ENTREVISTA A PETER GABRIEL, DE NUEVO EN ACTIVIDAD
�Yo no renuncio a mis sueños�

El inglés, que hoy cumple cincuenta años, está por publicar un nuevo disco, después de ocho años de silencio. A esta altura, dice, sus tiempos no son los del mercado.

Comida: �Me gusta compartir ideas con otra gente. Hay que tomarse un poco de tiempo para alimentarse bien, si querés mejorar la calidad de tu mierda�.

Peter Gabriel en su última incursión por los escenarios, en 1993.
Dice que �OVO� �es y a la vez no es un nuevo disco en mi carrera�.


Por Fietta Jarque
Desde Londres

t.gif (862 bytes) Peter Gabriel está muy cambiado, casi irreconocible. Después de ocho años de silencio discográfico y sólo puntuales y muy contadas apariciones en público, el autor de discos como Passion, So, Us y la banda sonora de La última tentación de Cristo enterró, en su aspecto, al audaz y flexible histrión maquillado de sus tiempos como cantante de Genesis. Subió de peso, se rapó el poco pelo que le quedaba y luce una barba candado. Acaso por eso, por el cambio, no le gustan mucho las fotos. Sólo el brillo inquieto e inteligente de sus ojos azules sigue recordando que se está ante uno de los más lúcidos artistas de las últimas décadas. Vestido con una camisa roja no muy bien planchada y pantalones negros, Gabriel �que hoy cumple 50 años� reaparece ahora con un disco y un espectáculo en el Millenium Dome de Londres. Un espectáculo multimedia del que, en realidad, no se siente muy satisfecho. �Un amigo me dijo que era el proyecto menos exitoso de mi carrera�, bromea. Sin embargo, está dispuesto a defender el disco, la banda sonora, de este OVO The Millenium Show que saldrá a la venta el próximo 5 de junio. 
�Este es un disco y un espectáculo encargado específicamente para esta gigantesca carpa construida para celebrar el nuevo milenio. ¿Cómo decidió meterse en un proyecto como éste? 
�Me lo propusieron en 1997, un momento en que el proyecto del Dome ya se había hecho impopular. Yo sabía que me ofrecían una papa caliente, pero ése era uno de los atractivos. No quedaba mucho tiempo para realizarlo y, si yo lo rechazaba, no iban a poder ofrecérselo a otro. Así que tuvimos la oportunidad de trabajar con toda libertad en ese enorme campo de juego experimental, con el presupuesto para hacerlo. Hay una diferencia entre la música escrita para el espectáculo y lo que sale ahora en disco. 
�Es bastante crítico con el proyecto. 
�Un amigo me dijo poco después: �No acostumbrás meterte en asuntos tan visiblemente fallidos como éste�. Para eso son los amigos. Pienso que el espectáculo sí funciona, pero en este país se convirtió en el menos popular de mi carrera. Entre otras cosas, porque los directores de los principales periódicos se quedaron atrapados en el subte la noche de fin de año, cuando se dirigían a la fiesta de inauguración. Un pésimo lugar para pasar la Nochevieja del fin del milenio. 
�¿Podría compararse el trabajo de OVO al que hizo con Passion, sobre todo en el desarrollo musical de una estructura narrativa? 
�Hay algunas similitudes, en particular en la mezcla de sonidos tradicionales y modernos, ecos de Oriente y Occidente. Pero en este trabajo tomé como referencia antiguos modelos del folklore inglés, además de pequeñas muestras de Africa, Amazonia u otros, además de una versión más contemporánea con elementos africanos, caribeños o australianos. Quizá no sean demasiado obvios, pero están allí. 
�La obra está dividida en tres partes, pasado, presente y futuro. Parece haber disfrutado más al componer la música del pasado que la del futuro, que no tiene muchas proyecciones. 
�Estuve pensando en la mezcla de la tecnología y la artesanía, que son los puntos en los que se apoyan los instrumentos. La parte táctil de la interpretación y la programación de sonidos. Pero si en los 50 se le hubiera preguntado a alguien cómo imaginaba la música de fin de siglo creo que habría propuesto algo parecido a lo que escuchaba por la radio, algo con guitarras, bajo, batería y teclados. El futuro suele parecerse más al pasado de lo que imaginamos. De niño yo tenía dos referencias del futuro: 1984, por Orwell, y 2001, por el filme de Kubrick. Las cosas cambiaron, pero no se parecen a lo que yo esperaba. 
�¿Por qué pospuso la edición del disco que tenía listo hace dos años? 
�No estaba terminado del todo, aunque tengo ya mucho material. Iba a terminarlo y me ofrecieron este proyecto, que supuestamente iba a durar sólo seis meses. Fueron dos años ocupando por completo dos estudios. Tuvimos que ir haciendo muchos cambios sobre la marcha para ajustarlo a los tiempos de las coreografías, algo bastante frustrante. Una de las canciones incluidas en este álbum pertenecía al anterior, Father and son. En el proyecto del Dome tuve que trabajar más porque lo hacía con creaciones en las que no tenía mucha experiencia, como las tradiciones folklóricas y la programación de las coreografías. El otro disco es mucho más íntimo, a pequeña escala. El Dome es cinemascope. 
�¿Pero qué estuvo haciendo en estos ocho años? 
�Yo estuve haciendo música todo este tiempo, pero a veces terminar las canciones, escribir las letras es la parte difícil. Tengo treinta ideas nuevas, pero lo difícil es acabar de darles forma. Ahora presento este disco, pero pronto podré sacar el anterior y hasta un tercero. Y es que además, lo que quería era vivir mi vida y salir de la dinámica de álbumgira-álbum-gira. Me dediqué a jugar un poco y a aprender de las posibilidades del multimedia. Me gusta compartir ideas y hacer brainstorms con otra gente de distintas culturas. Hay que tomarse un poco de tiempo para alimentarse bien, si querés mejorar la calidad de tu mierda. 
�¿Es o no es éste el nuevo disco de Peter Gabriel? 
�Es y a la vez no es. Lo que me gusta en éste es que no soy yo el que canta, salvo algún tema, sino otros artistas como Iarla ö Lionáird, de Afrocelt Sound System, Elisabeth Frasier de Massive Attack y Neneh Cherry. 
�¿Tiene este proyecto algo que ver con esa especie de parque temático multimedia que pensaba hacer en Barcelona? 
�Sí, creo que de alguna manera están relacionados, porque lo de Barcelona sigue siendo una fantasía para mí. Lo que hice con el CD ROM multimedia apuntaba ya en esa dirección. El del Dome incluye también artistas de diferentes disciplinas. Son pequeños pasos en la misma dirección. Yo no renuncio a mis sueños. 
�Tiene un fantástico estudio de grabación, pero parece que le hace falta viajar o cambiar de sitio para crear... 
�Sí, sobre todo para escribir las letras. Y tengo una teoría al respecto. Al menos yo escribo mejor cuando estoy en un medio de transporte. Es como si ver el paisaje que pasa a velocidad por la ventana, en un coche o en un tren, abriera en mi mente un espacio distinto para el pensamiento. Tal vez sea algo instintivo que nos hace estar más alertas, y por eso siento que cuando estoy en movimiento tengo más ideas. Lo mismo para el silencio y el ruido. En el proyecto que tengo para Barcelona está una discoteca con la música a mucho volumen y en el centro una especie de capilla-burbuja transparente de silencio. Ocasionalmente se invertirá la relación y en la discoteca reinará el silencio, mientras en la burbuja se escuchará la música. 

 

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