Por Pablo Rodríguez
 En la noche del 31 de octubre de 1999, la izquierda uruguaya estaba eufórica: habían ganado la primera vuelta en los comicios presidenciales, sepultando a uno de los bipartidismos (el de blancos y colorados) más sólidos de Latinoamérica. Faltaba la segunda vuelta, donde las cosas aparecían más complicadas por el más que probable acuerdo blanquicolorado para apoyar a un solo candidato, el actual presidente Jorge Batlle. Pero los dirigentes del Encuentro Progresista-Frente Amplio decían tener un as en la manga: el interior del país, que siempre ha sido blanco y que ahora presentaba una fuga de votos hacia la izquierda. �Incluso si perdemos en el ballottage, en las departamentales del 2000 vamos a dar el batacazo�, anunciaban muchos de esos dirigentes. En estas elecciones departamentales, el batacazo parece relativo. Por un lado, si gana en Canelones, sumado al seguro triunfo en Montevideo, la izquierda se habrá asegurado los votos de más de la mitad de la población uruguaya. Pero por el otro, los blancos habrán demostrado, una vez más, que en el interior siguen siendo fuertes.
Sin dudas, el gran batacazo es la intendencia de Montevideo. Hace diez años que la capital uruguaya está gobernada por la izquierda y para las elecciones de hoy, las encuestas indican que el actual intendente de Montevideo, Mariano Arana, obtendría cerca del 60 por ciento de los votos. El mismo Arana lo recalcó en una entrevista con Página/12: �En el caso de Montevideo, el mantenimiento en el gobierno durante 10 años, lejos de habernos erosionado, nos ha potenciado�. En Montevideo, la izquierda trocó el tradicional �desgaste� por una inusitada �credibilidad�.
Mariano Arana integra el Frente Amplio desde su fundación, en 1971. Ya en 1984, en los primeras elecciones luego de 12 años de dictadura, Arana se había presentado como candidato a la intendencia. Pero en esa oportunidad ganó el Partido Colorado, que también había triunfado en las elecciones nacionales. En 1989, Arana fue electo senador por Montevideo, mientras para la intendencia de la ciudad se imponía quien después sería �la� cara del despegue del Frente Amplio a nivel nacional: Tabaré Vázquez. Desde la intendencia de Montevideo, Vázquez saltó a la candidatura presidencial en 1994. Y mientras tanto, Arana podía volver a la carga. Ganó la intendencia de la capital con casi el 45 por ciento de los votos, y hoy se dispone �por méritos propios o por efecto de la oleada del Frente Amplio, o por ambas� a subir esa votación en 15 puntos.
El panorama se presenta brillante para el Frente Amplio en Montevideo, pero en el resto del país las perspectivas son menos brillantes. Sin dudas, el 31 de octubre pasado, la izquierda se transformó en una fuerza nacional más que una fuerza de la capital. Pero no ha podido trasladar la potencia desplegada en los comicios presidenciales a estos departamentales. En realidad, ya la segunda vuelta había planteado algunos problemas para el Frente Amplio. El 31 de octubre, lo de la izquierda fue impactante: además de arrasar previsiblemente en Montevideo, el Frente Amplio superó al Partido Nacional (Blanco) en el interior del país, algo impensable el día antes de la elección. La coalición izquierdista ganó, además, en los departamentos de Canelones, Maldonado y Paysandú, además de llegar a casi empatar con blancos y colorados en otros seis departamentos. Políticos y analistas interpretaron que la izquierda estaba captando muchísimos votos de un Partido Nacional casi en descomposición, en su peor elección de la historia. Pero los blancos demostraron obediencia a las cúpulas partidarias cuando en el ballottage votaron a Batlle, archirrival de los blancos en tanto colorado. El Frente Amplio sólo consiguió arañar un cuasiempate en Paysandú y en Canelones la derrota fue por 11 puntos.
Ahora, toda la marea de crecimiento del Frente Amplio está concentrada en este departamento con nombre de pasta. Los candidatos del Frente Amplio y del Partido Colorado, Angel Spinoglio y Tabaré Hackenbruch, están virtualmente empatados en todas las encuestas. Pero en el resto del país, los blancos se dirigirían, siempre según los sondeos, a recuperar susbastiones del interior, y los mismos colorados parecen en situación de quedarse con otros cinco departamentos.
Varios analistas admiten que no es lo mismo una elección presidencial que una regional. Que la fuerza de los caudillos locales sigue siendo determinante, a pesar de que parecía debilitarse en las presidenciales. Que la izquierda no tiene, a pesar de su gran crecimiento, la estructura y maquinaria de los partidos tradicionales. Sin embargo, todo esto también se decía antes de los comicios presidenciales y Tabaré Vázquez ganó igual. Por eso, el líder del Frente Amplio resumió en Canelones, la gran incógnita de la elección: �Si la izquierda gana acá, casi dos millones de uruguayos� �de 3,2 millones de población total� �en las próximas elecciones presidenciales vamos a ganar lejos�.
LA OEA CADA VEZ MAS CRITICA SOBRE LOS COMICIOS
El cerco se cierra sobre Fujimori
El País de Madrid
Por Carlos Noriega
Desde Lima
A dos semanas de la segunda vuelta entre el re-reeleccionista presidente Alberto Fujimori y el opositor Alejandro Toledo, el proceso electoral peruano sigue envuelto por los oscuros nubarrones del fraude que marcaron la primera ronda. El ex canciller de Guatemala Eduardo Stein, jefe de la misión de observadores de la OEA, no oculta su pesimismo. �Tenemos serias dudas de que exista tiempo para cumplir con los cambios necesarios�, señaló Stein, refiriéndose a las recomendaciones que ha hecho su misión para modificar el sistema de cómputo de la Organización Nacional de Procesos Electorales (ONPE), gravemente cuestionado durante la primera vuelta.
Según los técnicos de la OEA se necesitarían tres semanas para poder realizar una auditoría seria sobre el sistema de cómputo y comprobar si se han adoptado las recomendaciones para hacerlo fiable, algo imposible a estas alturas. Es por eso que Stein le solicitó al primer ministro Alberto Bustamante y al canciller Fernando de Trazegnies el aplazamiento de las elecciones y propuso como nueva fecha el 11 de junio. Como respuesta encontró una rotunda negativa. El Departamento de Estado norteamericano emitió en la tarde del viernes un comunicado respaldando a la OEA en su solicitud de aplazar las elecciones. Poco después, el propio presidente Fujimori se encargó de salir a la televisión para reiterar la negativa de su gobierno a esta postergación. En su primer informe de la segunda vuelta, hecho público al terminar la semana, la misión de la OEA señala que �advierte con suficiente anticipación la posibilidad de que se repitan situaciones difíciles durante esta segunda votación�. En opinión de Stein, la crisis política producida en la primera vuelta ante las maniobras de fraude tuvo �una salida feliz� gracias a que se convocó a una segunda vuelta, �pero esta vez ya no se tendrá esta opción�, advirtió.
Según la ley peruana, ayer era el último día en que se pueden publicar encuestas. Tres encuestas realizadas en Lima dan ganador a Toledo. La Universidad de Ingeniería le da al candidato opositor un 48.3 por ciento y a Fujimori un 41.2 por ciento; la empresa IMA arroja 47.4 por ciento contra 41.9 por ciento, y el Instituto de Desarrollo e Investigación de Ciencias Económicas le da una victoria más estrecha: 48.8 por ciento contra 47.1 por ciento. Por su parte, en una encuesta a nivel nacional Datum da un empate en 46 por ciento. Fujimori aparece como ganador en un sondeo a nivel nacional de la compañía de estudios de mercado Mayéutica con un 53.5 por ciento contra 46.5 por ciento de su rival. Ha causado sorpresa la aparición de esta encuesta, ya que nunca antes Mayéutica había hecho encuestas electorales. Su inesperado debut ha resultado muy oportuno para los intereses de Fujimori.
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