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La pelea por un hijo terminó con el crimen del padre frente al niño

La policía cordobesa detuvo al presunto homicida y a la madre del niño

Una mujer le arrancó el niño a su ex marido. Este la persiguió,  la alcanzó, y el hombre que la acompañaba lo mató de un balazo, a la vista del chico. La mujer y el homicida están detenidos.


t.gif (862 bytes) Hasta el viernes pasado a las siete y cuarto de la tarde, Gabriela Dibelo y Gustavo Lang eran una de las tantas ex parejas que, en el borde de la locura, pelean por la tenencia de sus hijos. Hoy, él está muerto y ella está presa, junto con Delmo Dellalibera, acusados del crimen, que fue presenciado por el hijito de cinco años. Sucedió en Santa Rosa de Calamuchita, Córdoba, donde Gustavo estaba viviendo con el chico. Ella, con Dellalibera, se llevó al niño, que estaba jugando en la vereda. El padre los persiguió en su auto, los alcanzó y, cuando bajó, recibió un balazo en el corazón. Ahora, el nene, que vio cómo mataban a su padre, quedó con los abuelos paternos, en Calamuchita; su hermanito, de dos años, está en Banfield, con los abuelos maternos.

  No es seguro que Gustavo Edgardo Lang, de 28 años, haya discernido que la mujer que alzaba a su hijo y lo metía en una rural Estanciera era su ex mujer. Lo cierto es que subió a su auto Peugeot 505, que estaba estacionado frente a la casa en el barrio Santa Mónica, a doce cuadras del centro de Santa Rosa de Calamuchita, y emprendió la persecución.

  La Estanciera era más lenta. Lang la alcanzó a las pocas cuadras. Primero la topeteó con el Peugeot para obligar al conductor a detenerse; después se le adelantó y se le cruzó en el camino. La Estanciera se detuvo. Lang bajó del Peugeot, avanzó hacia el otro auto y entonces, según informaron fuentes policiales, recibió un único disparo en el pecho. Para cuando llegó al hospital regional, ya había muerto.

  En la Estanciera, llevando al chiquito de 5 años, viajaban Gabriela Dibelo y Delmo Juan Dellalibera, presunto autor del disparo mortal. Siempre llevando al chico, huyeron en el vehículo en dirección a Yacanto, pero a los pocos minutos la policía, alertada por vecinos, los interceptó. Están detenidos, acusados de homicidio simple, y hoy se prevé que sean indagados por la fiscalía de Alta Gracia.

  La historia había empezado el 5 de noviembre de 1993, en Lomas de Zamora, cuando Gabriela y Gustavo se casaron. El matrimonio duraría poco más de cinco años. Gustavo trabajó como colectivero y después como remisero; las cosas nunca terminaron de irle bien. Gabriela no trabajaba afuera; criaba al hijo mayor, nacido en 1995, y luego al pequeño que nació en el '98. Ese año decidieron mudarse a Córdoba. En Santa Rosa de Calamuchita vivieron unos meses con los padres de él y después se trasladaron a Río Tercero. Al poco tiempo se separaron y ella volvió con los hijos a Buenos Aires, esta vez a Banfield, con sus padres. La casa de Lomas se vendió y los ex cónyuges litigaron por la tenencia de los hijos.

  En septiembre del año pasado, Gustavo viajó a Lomas de Zamora y se volvió a Córdoba con su hijo mayor. Según dijo a este diario el padre de Gabriela, Nelson Dibelo, "él vino con su actual mujer, golpeó a mi hija, empujó a mi esposa y se llevó al chico". El padre de Gustavo, Armando Lang, no quiso hacer declaraciones. "Estoy destruido", se justificó.

  El hecho es que, en febrero de este año, el juzgado de familia de Lomas de Zamora otorgó a la madre la tenencia provisoria de los dos hijos. El juez envió oficio a la jueza de menores de Santa Rosa de Calamuchita, pero la medida se demoró porque faltaba registrar correctamente el domicilio del menor.

  Así las cosas, Gabriela decidió proceder por sí misma. Viajó a Río Tercero, donde recurrió a Dellalibera, a quien había conocido cuando residía con su esposo en esa localidad. El vivía allí con su familia y era aficionado a la caza.

  El sábado a la tarde, Dellalibera y Dibelo fueron trasladados a la alcaidía de la Unidad Regional 7 de Río Tercero. Ambos están imputados por homicidio simple. En la Estanciera, la policía encontró una escopeta de caza, pero no el arma homicida --se cree que es un revólver calibre 38--, que ayer era buscada en el río Santa Rosa. El sábado había sido imposible intentar esa diligencia por la multitud que se había reunido precisamente allí para presenciar el rally que se corre en la provincia de Córdoba.

  Los dos chicos perdieron en un día a su padre y a su madre. El más grande fue entregado a los abuelos paternos, en Calamuchita, y su hermanito de dos años permanece con los abuelos maternos, en Banfield.

 

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