Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira

el Kiosco de Página/12

UN PUEBLO EN LAS NUBES
Por el Dr. Dalmiro M. Bustos * 

Niquixao quiere decir �el pueblo entre las nubes�. Queda en Catamarca, a treinta y cinco kilómetros de la ciudad. Allí llegamos con mi mujer hace unos días para ayudar a nuestro hijo mayor. Ex combatiente de Malvinas, desde hace muchos años lucha por rescatar su fe en la vida. Ya son trescientos los muchachos que dieron el no definitivo a esa opción y optaron por la muerte.
En este rincón del mundo, donde la precordillera aloja los cóndores que aún habitan sus cielos, las calles son de tierra y sus habitantes no saben de las sofisticaciones de la vida ciudadana; tal vez por eso es que entienden de solidaridad. El Rodeo, nombre en español del pueblo, tiene una escuelita y un hospital. Allí tuvimos que llevar a nuestro hijo de urgencia y allí se lo atendió con los medios de que se disponía. El doctor Pérez Rey, el director, es un médico tucumano que se desdobla para cubrir todos los puestos. Dejó en su tierra a su mujer y su hijito de seis meses para ocupar este lugar, pero no le dan aún el traslado a su mujer, que es maestra. Está solo.
Nadie preguntó si tenía cobertura médica, la burocracia no es prioridad ni hubo que llenar innumerables formularios. Había que cubrir una emergencia y las prioridades no dejaban lugar a dudas. No tienen los medicamentos necesarios. Ese día estaban recibiendo un equipo de rayos. No hay laboratorio para análisis clínicos. Pero hay un pueblo que no se sumió en la anomia. Las señoras de la cooperadora, al vernos a mí y a mi mujer, nos trajeron pan casero, mermelada de manzana y nueces. Todos entienden que el dolor necesita amparo, no hay nada que explicar. Las personas tenían inscripta la expresión de compromiso con lo que estaba pasando. Un celular a disposición, alojamiento ofrecido, comida y sobre todo cariño.
En ese escenario me puse a pensar en esta nuestra Argentina, silenciosamente dispuesta a reparar las heridas producidas por el delirio arrogante de los militares representados por Galtieri. Tan lejos de la simpleza de El Rodeo como la soberbia está de la sensatez. Lo que no podemos olvidar es que estos militares representan una parte importante de nuestra idiosincrasia, capaz de llegar a la desmesura, por decirlo suavemente, de decir que nuestro país pertenece al Primer Mundo, cuando la realidad social es penosa y cada día hay más desocupados que viven en condiciones miserables. Y el que dijo este disparate no fue un militar sino un presidente democráticamente elegido. Este orden de cosas originó el delirio de las Malvinas. Y después el silencio. Como las Madres de Plaza de Mayo o las Abuelas, fueron los mismos ex combatientes los que generaron un movimiento de ayuda. Ellos van a buscar a los muchachos que tienen heridas que los hacen desconfiar de un pueblo que los lanzó a una aventura suicida para luego decir que �total mueren más personas en accidentes de tránsito de los que murieron en las islas�.
Nos tiene que tocar en carne propia como en mi caso para saber que esto pasa a diario. Seguramente, de no haber estado involucrado personalmente y en lo más sagrado que tiene un ser humano, un hijo, yo también observaría el episodio como algo penoso y lejano. Con pensamientos que van desde el �y, ¿qué se puede hacer?�, hasta el muy argentino �no te metás�. ¿Qué se puede hacer? Mucho, cada uno desde lo que tiene, pero sabiendo que ese poco significa un compromiso con la realidad que activa o pasiva generamos. Cuando vean a un ex combatiente de Malvinas estén dispuestos a escuchar lo que nos pueden enseñar de un episodio luctuoso de nuestra historia. Si no aprendemos vamos a repetir el error. Y pongamos respeto y cariño para no dejarlos en una nueva isla, la del olvido vergonzante. El Rodeo también es la Argentina, podemos escuchar su voz silenciosa y aprender de la solidaridad y las prioridades humanas. Necesitan todo tipo de medicamentos y equipamientos. Quien los tenga sólo puede enviarlos al hospital de El Rodeo, Catamarca. Está en el mapa, así como estará siempre en mi corazón. Y es la Argentina.

* Director del Instituto de Psicodrama Jacob L. Moreno.


rep.gif (706 bytes)

PRINCIPAL