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Por Carlos Rodríguez  El suboficial del Servicio Penitenciario Bonaerense Raúl González se entregó ayer a la Justicia y elevó a nueve el total de detenidos por su presunta vinculación con una banda �liderada también por otro hombre del SPB y dos policías, todos en actividad� que robaba armas oficiales para abastecer a organizaciones delictivas. La causa sería dividida en dos y una parte pasaría a la Justicia federal, ya que en los ocho allanamientos realizados se encontraron estupefacientes y un verdadero arsenal de armas de guerra, delitos cuyo tratamiento excede el marco de los juzgados ordinarios. Entre las armas halladas en poder de los detenidos, figuran pistolas 9 milímetros, ametralladoras, escopetas, municiones de todo calibre y hasta un proyectil antiaéreo. Fuentes judiciales dijeron a Página/12 que no se descartan �nuevos procedimientos y más detenciones�. La investigación, a cargo de los fiscales Marcelo Romero y Alejandro Villordo, con intervención del juez de Garantías César Melazo, comenzó a partir de una denuncia presentada por el oficial de la Policía Bonaerense Diego Parnisari, quien se desempeña en la DDI (División Departamental de Investigaciones) de La Plata. Los fiscales solicitaron la intervención de cuatro números telefónicos, obteniendo la autorización del juez Melazo. Después de un mes de seguimiento, el caso comenzó a avanzar con la detención, el viernes de la semana pasada, de los policías Luis César Díaz y Natalicio González Duarte, sorprendidos con las armas robadas en la mano. Los dos se habían reunido a escasos cien metros de la sede del Ministerio de Seguridad, en la calle 2 entre 51 y 53, llevando consigo tres revólveres 9 milímetros, marca Browning, que pertenecían a la armería del organismo oficial y que iban a ser vendidos minutos después, junto con cuatro cajas de balas de ese calibre. El paso siguiente fue la realización, entre el viernes y el sábado, de ocho operativos en otras tantas viviendas particulares de La Plata, Olmos, Abasto y Ensenada. Los datos habían surgido también de las escuchas telefónicas, realizadas por personal de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). En los operativos fueron detenidos Jorge Augusto Pérez, suboficial del SPB, y los civiles Néstor Decia, Hugo Alberto Rodríguez, Alejandro Pablo Cisneros, Viviana Giménez Pino y Andrea Zabala. Junto a las armas fueron encontrados formularios en blanco del Registro Nacional de Armas, cuya autenticidad se trata de verificar. Buena parte de las armas se encontraban en los domicilios particulares de los agentes penitenciarios Pérez, que fue detenido en el lugar, y González, quien estuvo prófugo hasta ayer, cuando se presentó a declarar en el juzgado de Melazo, acompañado por su abogado particular, el conocido penalista Pedro Bianchi. González dijo que había viajado el fin de semana a la localidad bonaerense de Norberto de la Riestra, en el partido de 25 de Mayo. ¿Qué hacía allí? Estaba cazando. Las armas encontradas, que serían alrededor de cincuenta, habrían sido robadas, en su mayoría, de las armerías que hay tanto en el Ministerio de Seguridad como en el SPB. Al parecer, los jefes de la organización serían el policía Díaz y el suboficial del SPB Raúl González. En una conferencia de prensa, el jefe de la Departamental La Plata, Roberto Savasta, admitió que podría haber más involucrados. Se dijo extraoficialmente que era buscado otro miembro del personal del SPB. El ministro de Justicia, Jorge Casanovas, dijo que todo hombre del SPB involucrado en una causa �debe ser puesto en disponibilidad� porque �hay que limpiar a algún elemento que no corresponda y que pertenezca a la fuerza�. El gobierno actuará �con suma dureza cada vez que haya algún hombre, de cualquier fuerza, que cometa un delito o inclusive (sic) irregularidades administrativas�. El fiscal Romero confirmó a este diario que los cuatro detenidos que pertenecen a las fuerzas de seguridad se negaron a prestar declaración indagatoria, al igual que dos de los civiles. Los únicos que hablaron ante la Justicia fueron Alejandro Cisneros, Viviana Giménez Pino y HugoRodríguez. Los tres negaron toda participación en los hechos que se investigan, pero en sus domicilios particulares fueran halladas varias de las armas que eran vendidas a bandas de delincuentes. El comisario Savasta informó que las armas de puño eran vendidas a precios que oscilaban entre los 250 y los 300 pesos, las escopetas en 500 pesos, las armas largas en 1000 pesos y las municiones a valores que triplicaban los del mercado. El fiscal Romero dijo que se analizan las escuchas para �precisar cuál era el circuito de comercialización de las armas�. Por eso aclaró que �no se descarta la posible detención de otras personas vinculadas con los hechos�. Parte de la causa podría ser derivada al juez federal Arnoldo Corazza. El fiscal explicó que �la presencia de cocaína y marihuana indica la existencia de un delito federal, igual que el acopio de armas de guerra, porque lo que encontramos es un verdadero arsenal�. Las armas encontradas, que serían alrededor de cincuenta, habrían sido robadas, en su mayoría, de las armerías que hay tanto en el Ministerio de Seguridad como en el SPB.
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