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Por Pablo Plotkin Antes de ser actriz porno (o, como ella prefiere, �de videos condicionados�), Orianna se llamaba María Graciela Lo Preiato y había pasado por varios trabajos más convencionales: encargada de la peluquería de su tía, empleada administrativa y técnica radióloga (recibida, subraya, en la Universidad de Buenos Aires). Hija de un matrimonio de inmigrantes del sur de Italia, la chica empezó a manifestar las tendencias artísticas a través del piano �estudió muchos años en el Conservatorio de Música� y el teatro. Al principio formaba parte del circuito independiente porteño. Había estudiado en algunas escuelas (la de Lito Cruz, entre otras), y eso le valió conseguir papeles en obras que no se le borran de la cabeza, entre ellas Bodas de sangre, de Federico García Lorca, y El mal de la muerte, en la que tenía que interpretar a una lesbiana. �El tema del lesbianismo no me iba ni remotamente, pero no podía elegir, y quería actuar. Cada vez que tenía que ir a un ensayo, me quitaba el sueño. Y fue ahí cuando recibí mi primera oferta: me dijeron que El mal de la muerte no se iba a presentar en teatro, que se iba a hacer en video. Pero esa vez dije que no�, cuenta Orianna en una entrevista con Página/12. Ahora, intentando mezclar sus dos mundos, está a punto de empezar la grabación de una serie de videos condicionados realizada bajo los preceptos del Dogma 95, el manifiesto estético ideado por el cineasta danés Lars Von Trier. Aunque, de acuerdo con las condiciones del raquítico mercado porno argentino, pueda decirse que todo es Dogma, la idea no deja de tener atractivos. Los fans del rubro saben que el bajo presupuesto, la musicalización en vivo, excusa para disfrazar el mal sonido, y la luz natural fueron partes esenciales del porno local, antes de la revolución del Dogma. Más allá de eso, Orianna sueña con encabezar, desde aquí, una tendencia que repercuta en todo el cine condicionado existente en el mercado internacional. En la época en que rechazó su primera oferta para protagonizar un video triple X, Orianna además era modelo para fotografía, y ciertamente tenía inclinaciones exhibicionistas. Mientras mantenía una esquizofrénica agenda entre ensayos de teatro clásico y ofertas para actuar en películas porno, conoció a Victor Maytland, cerebro de Dirty Movies y gurú del condicionado argentino. Dirigida por él, protagonizó Las fantasías sexuales de Samantha, Natalia y Orianna, una bizarra versión triple X del culebrón Coppola en pleno apogeo del caso. �Las primeras experiencias siempre tienen el sabor de lo novedoso, aunque hubo bastantes contratiempos con los galanes de algunas historias, por la falta de experiencia�, recuerda. �En una oportunidad fueron unas siete, ocho horas, y no había forma.� Después de ése y otros films, se independizó y fundó Orianna Producciones, una compañía que debutó el año pasado con Sicobbsexión, un largo �de fantasías� que incluye un homenaje a Stanley Kubrick: sobre el final, se reproduce un fragmento de la escena de la violación de La naranja mecánica. El próximo proyecto de la empresa es la serie Dogma, que será dirigida por Ariel Ferrara (no confundir con Abel, no es lo mismo). �Nuestra primera película era mucho más comercial: pusimos sexo hasta cansarnos�, explica Orianna. �Tenía un argumento, sí, pero sólo para hilar las escenas de sexo. En cambio, esta serie tendrá una escena de sexo y el resto será argumental. Principio, desarrollo y desenlace. La idea del Dogma empezó a cobrar forma por el hecho de que el exceso de sexo me satura, y creo que les sucede a todas las mujeres. A los hombres les gusta hasta cierto punto. Llega un momento en que deja de ser excitante y se ponen a hacer zapping, comentar el partido de fútbol, se ríen. En cambio, cuando hay argumento, y si ese argumento es audaz y le agregás escenas de sexo explícito, es más interesante. Eso es lo que estamos tratando de lograr.� Ella escribe las ideas, y otro se encarga de plasmarlas en un guión técnico. �En general se trata de personajes bastante torturados. 1 Por un lado, tengo los tomos de Freud y Lacan, que me ayudan a buscar el perfil psicológico de 11personajes. Por otra parte, un día me comí nueve películas hardcore seguidas, recomendadas como las mejores por el dueño de un videoclub especializado. Quedé saturada, llegó un momento en que todas eran lo mismo. Pero era la filmografía esencial.�
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