Por Cristian Alarcón
Con los temporales la miseria rebrota como si el efecto de la lluvia fuera el de los guisantes mágicos. Eso es lo que ayer pasó en el conurbano bonaerense donde el agua obligó a abandonar sus casas a 22 mil personas, más otras 3 mil que debieron evacuarse en diferentes puntos de la provincia, llevando la tragedia a una cifra que motivó la declaracion de �estado de emergencia� por parte del gobierno de Carlos Ruckauf. Claro que los números no alcanzan a dar un panorama real: cuando avanzan los arroyos que atraviesan el conurbano y cuyas obras de saneamiento están demoradas hace más de diez años, los habitantes de los ranchos de los barrios más pobres ya saben que lo primero es treparse a los techos a esperar que pare y baje. Por eso ayer desde la madrugada, cuando los intendentes y sus equipos comenzaron a desesperar a medida que dimensionaban el desastre, uno de los grandes problemas en la evacuación fue el de la resistencia de los inundados a dejar lo poquísimo que tienen en sus ranchos. El temor al saqueo mantenía ayer a la tarde a una mujer aferrada a la nada en que había quedado convertida su casa en el barrio La Florida de Quilmes, cuando un metro y medio de agua en su cocina ya había derrumbado las paredes.
En Quilmes la escena de ayer era por cierto mucho más cruenta que la tragicomedia de la tele a la tarde, cuando un porteño había quedado varado con su coche en una esquina de Belgrano. En los asentamientos y las villas miseria de las inundables orillas de los arroyos Las Piedras y San Francisco, y aún mucho más allá, en barrios con casas de material donde no suele llegar el agua, la zona oeste de San Francisco Solano, La Cañada y Bernal, hasta las cinco de la tarde los inundados se quedaron sentados en los techos tapados por el nylon de las bolsas de supermercados. Sucede que con el temporal fue tal la cantidad de árboles y postes caídos que un paso en falso podía causar la muerte por electrificación. �Edesur no tenía suficientes cuadrillas y no dio abasto para cortar la energía en toda la zona. Ahora recién pudimos cortar la luz y los bomberos han podido entrar a los barrios�, le contaba ayer a Página/12 el intendente de Quilmes, Fernando Gerones. En su partido hasta el mediodía se imaginaban que sólo habría problemas con los arroyos desbordados. Pero por la tarde ya se había salido de cauce también el Río de la Plata y el agua llegaba hasta la autopista, a más de un kilómetro y medio de la costa.
En el asentamiento 2 de Enero de Villa Fiorito hasta los veranos son náuticos cuando una tormenta breve azota los ranchos y amenaza con hacer volver el paisaje de pobreza a lo que fue, solamente una laguna entre la capital y el primer cordón del conurbano. Ayer fue ese el lugar que primero hubo que evacuar en el partido de Lomas de Zamora, donde hubo más de dos mil evacuados ubicados en 12 escuelas y a la noche ya no había de dónde sacar colchones y pañales descartables para paliar la emergencia. �El tema es que hay unos 2000 que no quieren abandonar sus casas -explicaba ayer el intendente Edgardo Di Dio� y si esto sigue aumentando van a quedar aislados hasta para recibir la ayuda más básica. Hoy llegamos con la comida porque se pudo pasar con un Unimog, pero si esto se extiende va a ser imposible�. En Villa Fiorito también había sectores, como la zona de Plumerillo y Ejército de los Andes, el agua había superado el metro y medio y amenazaba con crecer.
Otro de los problemas de los equipos de Defensa Civil del conurbano era la detección de los autoevacuados, aquellos vecinos que se organizaron sin ayuda del Estado para correr de la inundación. Como los cien desesperados que se metieron de golpe, en plena tormenta, a la capilla San Roque, en el barrio Santa Marta escapando del arroyo Santa Catalina, uno de los tres desbordados ayer en la zona de Lomas. �Hasta ayer veníamos contentos porque lo que falta es que el senado provincial apruebe la ley que le permite que al ente tripartito encargado de las obras que resolverían los problemas de inundación endeudarse con el extranjero�, explica Di Dio. Laprimera etapa de ese proyecto que tiene más de diez años en veremos incluye la canalización y el dragado de los arroyos Unamuno, Del Rey y Santa Catalina, que llegan a Lomas del sudeste, cruzando también Lanús -donde ayer hubo 300 evacuados�, con aguas y líquidos cloacales de Florencio Varela y Quilmes. Los del préstamo inconcluso son 350 millones que servirían para resolver los problemas de inudacion de una zona que va de Cañuelas a Dock Sud, donde ayer murió un hombre electrocutado.
Operativo ayuda
Chapas, alimentos, mamaderas, colchones y mantas para aplacar, al menos un poco, los efectos del temporal que provocó la evacuación de más de 25.000 bonaerenses, se enviarán en el marco de esfuerzos coordinados entre el Ejército, el Gobierno Nacional y la organización Red Solidaria. La Jefatura de Gabinete informó que entrará en funciones el Sistema Federal de Emergencias (Sifem), que coordinará la asignación de recursos según las necesidades, a través de cuatro ministerios. Camiones, carros aguateros, cocinas móviles y botes serán enviados a las áreas afectadas. En los galpones del Ministerio de Desarrollo Social, en Salguero y Costanera, se recibe ropa y alimentos. La ayuda se puede hacer llegar llamando al 0800222-9000 (Lomas) o 0800-999-9647 (Quilmes). La Red Solidaria, por su parte, dispuso adelantar la campaña contra el frío que tenía previsto lanzar la semana que viene: frazadas y ropa de abrigo se recibirán en distintas parroquias, clubes y entidades intermedias de todo el país. Algunas empresas, como Edesur, donarán agua, que a esta altura abunda pero no se puede tomar. |
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