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La conducción económica le �abrió la mano� a los sectores productivos �industria, agro y pymes�, buscando generar una burbuja que los aísle de un contagio del clima de conflictividad que ganó al interior del país, debido a la crisis socioeconómica. En sucesivas reuniones con la UIA y las entidades representativas del campo, las autoridades económicas repartieron beneficios y promesas tratando de atenuar los reclamos frente a los problemas de rentabilidad y endeudamiento de diferentes sectores. Por su parte, el Banco Nación informó ayer que decidió extender en un mes �hasta el 15 de junio� el plazo que tendrán las pequeñas y medianas empresas para acceder al plan de refinanciación de deudas, término por el cual quedarán suspendidos también los remates por ejecución de prendas e hipotecas. Tras un encuentro con los titulares de Confederaciones Rurales, Federación Agraria, Coninagro y Sociedad Rural, José Luis Machinea anunció un descuento de 3,4 puntos en la tasa de interés que cobrará el Banco Nación para la refinanciación de los pasivos agrícolas, y ratificó que en 60 días se implementará un sistema para que los productores puedan adquirir gasoil con un 10 por ciento de descuento. El costo financiero del plan de facilidades se redujo, así, del 12,5 al 9,1 por ciento anual, resolviéndose además una prórroga en el plazo que tendrán los productores para cancelar el 15 por ciento de la deuda mediante la compra de un bono. La primera de las tres cuotas de cancelación (del 5 por ciento de la deuda cada una) vencerá el 15 de junio (antes, 15 de mayo), la segunda en junio de 2001 y la tercera, en marzo de 2002. Por otra parte, el Banco Nación extendió hasta el 15 de junio el plazo de adhesión al programa de refinanciación de deudas para pymes y modificó el sistema de determinación de la tasa de interés. Hasta ahora se establecía una tasa decreciente, a partir del 12,3 por ciento anual, y en el nuevo esquema pasa a ser fija durante los 20 años del plan, en un nivel del 9,3 por ciento. El plazo de suscripción del bono a 20 años también fue prorrogado, que pasó del 30 de junio original al mes de setiembre. Por último, la secretaria de Industria, Débora Giorgi, acordó con la Unión Industrial la conformación de grupos técnicos de trabajo mixtos que analizarán propuestas para lograr mejores condiciones de financiamiento, reducción de costos para bienes transables, fortalecimiento del mercado interno, políticas de exportaciones, contra la competencia desleal, control de aduanas y Mercosur. Osvaldo Rial, presidente de la UIA, destacó �una coincidencia en el 80 por ciento de los puntos� tratados con la secretaria del área y graficó señalando que �se está viendo una lucecita al final del túnel�, en un cuadro que describió como �la peor crisis de la economía real�. Los últimos indicadores económicos, correspondientes al mes de abril, mostraron un amesetamiento en la leve recuperación que venía evidenciando la economía desde fines del año pasado. Ello alimentó el descontento de diversos sectores empresarios, que se sumaron a las malas perspectivas de los ejecutivos de finanzas �una reciente encuesta reveló una perspectiva fuertemente pesimista� y las complicaciones aparecidas en el sistema financiero internacional para la obtención de capitales. Todo ello en un contexto de repetidas crisis sociales en el interior del país y la escasez de recursos �con un nuevo ajuste fiscal mediante� para atender la emergencia. Frente a este cuadro, el equipo económico optó por generar algunas respuestas para el sector empresario, que los despeguen del malhumor generalizado.
NAPPY FITZGERALD, ESPECIALISTA DE ECONOMIA INTERNACIONAL Página/12 en Inglaterra Moderador del debate sobre economía que hubo en el cierre del Congreso �Argentina 2000� en Oxford, especialista en economía internacional del Saint An- thony�s College, Nappy Fitzgerald se mostró muy crítico del análisis que hicieron el subsecretario de Finanzas, Julio Dreizzen, y el secretario de Defensa de la Competencia, Carlos Winograd. Y de la obsesión con la cuestión fiscal del equipo económico. �Por esa obsesión no se está pensando en los temas relevantes sobre el futuro de la Argentina�, indicó a Página/12.
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