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El Galicia mueve fichas para no bajar la bandera

Las familias controlantes constituirán un holding financiero y canjearán las acciones del banco. Esa operación tiene como objetivo evitar una compra hostil, que identifican con el Banco Santander. 

Eduardo Escasany, presidente del Banco Galicia. Retiene el control.
�Los argentinos nos tenemos que dar una oportunidad�, afirmó.


Por Claudio Zlotnik

t.gif (862 bytes) El Galicia, el banco privado más grande del país, salió ayer a reafirmar su condición de entidad en manos de argentinos. El mecanismo elegido fue el lanzamiento del holding Grupo Financiero Galicia, en el cual funcionarán de manera independiente todas sus actividades y una propuesta de canje de acciones. Esta movida sólo se entiende por el objetivo de las familias dueñas del Galicia de consolidar su posición de poder en la entidad. Eduardo Escasany, presidente del banco, lo asumió ayer con todas las letras. �Estamos bajo amenaza importante de que nos compren el banco a través de una oferta hostil. No lo queremos vender. Podemos competir con los grandes grupos internacionales y ganarles. Los argentinos nos tenemos que dar una oportunidad.�
La apuesta de las familias que controlan el Galicia �Escasany, Ayerza y Braun� se inscribe en un contexto adverso para los banqueros nacionales. En los últimos años, y con el impulso de Pedro Pou, titular del Banco Central, las entidades han ido pasando a manos de extranjeros. Los últimos dos grandes bastiones argentinos que quedan en el sistema financiero son el Credicoop y el Galicia. Este último es el de mayor dimensión excluyendo a las entidades públicas, por cantidad de depósitos, préstamos, activos y patrimonio neto.
Desde hace un par de años, en la city se especula con que, tarde o temprano, el Galicia también pasaría a manos de extranjeros. Y, más precisamente, las versiones daban cuenta del español Santander Central Hispano, dueño del Río y de un 9,8 por ciento del Galicia, porción esta que fue adquirida en 1998. Un directivo del banco admitió a este diario que la �amenaza� pronunciada por Escasany en su discurso ante los periodistas era en obvia referencia al Santander.
La fórmula elegida por los dueños del Galicia para fortalecer su dominio consiste en dos etapas. Primero, la formación de un holding (Grupo Financiero Galicia) que reunirá en forma separada las distintas actividades que desarrolla el banco. De esta manera, el negocio de las tarjetas (Tarjeta Naranja), los fondos comunes de inversión, los seguros y de internet se constituirán como empresas independientes, separadas del banco. Incluso, el objetivo de los banqueros es que cada una de ellas salga a la oferta pública en la Bolsa, o bien conseguir socios estratégicos para cada actividad. 
El segundo paso de la movida consiste en ofrecer a los accionistas del Galicia un canje de papeles del nuevo holding por los del banco. La propuesta es que, por cada acción del banco, los tenedores recibirán 2,5 del holding. Las familias poseen el 46,34 por ciento del paquete de la entidad, mientras que el 53,66 por ciento restante está en poder de inversores. Entre éstos figura el Santander, las AFJP (tienen 12,5 por ciento), fondos extranjeros y María Escasany (5,4).
El resultado final dependerá del éxito de la operación. Si la totalidad de los inversores acepta el canje, las familias Escasany-Ayerza-Braun aumentarán sensiblemente su poder, alcanzando el 72,6 por ciento de los votos. Si sólo acepta el 70 por ciento, tendrán el 60 por ciento de los votos. La operación quedará anulada si es avalada por una cantidad de inversores menor a aquel porcentaje. A cambio del trueque, los dueños del banco propusieron bajarse las remuneraciones a la mitad. En la actualidad, los miembros del directorio se llevan el 12 por ciento de la ganancia del Galicia. En el �99 ese monto ascendió a 18 millones de pesos (antes de impuestos). �Cambiamos dinero por votos. Vamos a repartir más dividendos�, resumió Escasany.
Con la mayoría absoluta de los votos, los dueños actuales se aseguran que aun cuando otro banco o inversor compre en el mercado todas las acciones circulantes del holding, ellos retendrán el poder de decisión. Pero la operación tiene otro condimento: algunos negocios como el de seguros ya no serán regulados por el Banco Central, porque esa actividad operará independientemente del banco. Según las normas del BC, una entidadfinanciera no puede poseer más del 12,5 por ciento de una compañía de seguros. Y los dueños del Galicia quieren profundizar su participación en ese sector.

 

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