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Con el cese del alerta meteorológico, ayer al mediodía, llegó la hora del balance y, también, de los reproches. En toda la ciudad de Buenos Aires, el viento y la lluvia derribaron unos 700 árboles, según la estimación de la Secretaría de Medio Ambiente, en tanto que a esa cartera llegaron 1200 reclamos de vecinos, que alertaban sobre ramas y troncos a punto de caer. La ciudad comenzó a reponerse del temporal �más importante del siglo�, según lo calificó el jefe de Gobierno, Enrique Olivera: recién por la tarde bajó el agua en la zona de Núñez, donde algunos vecinos pudieron capturar peces, que llegaron hasta la Avenida del Libertador por la crecida del Río de la Plata. El secretario de Medio Ambiente, Norberto La Porta, anunció que el gobierno de la ciudad �seguramente se hará responsable� por los daños que hayan sufrido los vehículos como consecuencia del temporal. La Defensoría del Pueblo, en tanto, le reclamó al gobierno por haber �ocultado información� sobre un alerta meteorológico, impartido el sábado por el Servicio Meteorológico Nacional. El subsecretario de Medio Ambiente, Juan Rodrigo Walsh, confirmó que el resarcimiento a las víctimas del temporal está contemplado, pero precisó que alcanzará sólo a los daños sufridos por caídas de árboles, �siempre que éstos hubieran estado en condiciones deficientes de mantenimiento�. Algo difícil de probar, si se tiene en cuenta que las especies caídas fueron removidas casi de inmediato por la Guardia de Auxilio. �Cada caso va a ser evaluado por la Procuración General del gobierno�, aclaró el funcionario. El reclamo debe hacerse en la Dirección de Espacios Verdes. De acuerdo con un relevamiento fotográfico realizado, apenas el 3 por ciento de los árboles que volteó el viento estaban secos o enfermos. Según informó Walsh, desde el martes a la mañana hasta ayer se registraron 500 intervenciones de personal de la Dirección de Arbolado Urbano, Defensa Civil y la Guardia de Auxilio por caídas de árboles en la vía pública. �A esos hay que sumar las especies afectadas en plazas y parques, que estimamos en unos 200�, agregó. Las 700 especies caídas representan el 0,2 por ciento de las 350.000 plantadas en la ciudad. La caída de árboles, explicó Walsh, se registró más que por las malas condiciones de las especies, por la inclemencia del tiempo: �Con tanta agua caída �este fue el mes más lluvioso de los últimos cien años� se aflojó la tierra, y las ráfagas de 120 kilómetros por hora fueron suficientes para inclinarlos y voltearlos�. Según precisó el funcionario, �las especies más afectadas fueron las más altas y frondosas, más sensibles a las ráfagas de viento�. También descartó que las caídas tengan que ver con la falta de poda. En la Dirección de Arbolado se acumulan 1200 pedidos para cortar ramas molestas de especies en toda la ciudad. El día después también dio lugar para el debate sobre si es posible prevenir a la población sobre un fenómeno de esta magnitud. En una nota dirigida a Olivera y al titular de Defensa Civil, Víctor Capilouto, el defensor del pueblo adjunto, Antonio Elio Brailovsky, le pidió al gobierno que �anuncie a la población ante cada alerta meteorológico toda la información de que disponga�. Después de recorrer el Servicio Meteorológico Nacional, Brailovsky indicó que ese organismo �entrega al gobierno de la ciudad los pronósticos de alerta meteorológico con cinco días de anticipación�. �Lo que sorprende a cualquier observador desprevenido es que el gobierno reciba esa información y la guarde para sí, sin difundirla a los vecinos�, advirtió el defensor adjunto. �¿No sería mejor �se preguntó� que la gente supiera antes si el 16 de mayo es un día adecuado para descargar mercaderías o llevar los chicos al médico?� Fuentes del gobierno de la ciudad afirmaron que el alerta que recibieron �no incluía a la ciudad de Buenos Aires� y que por esa razón, no formularon ninguna advertencia a la población. En el Servicio Meteorológico, la licenciada Marta Gómez, pronosticadora de turno, precisó que el primer alerta fue impartido el sábado 13 de mayo, a las 17 horas, e incluía �Córdoba, centro y sur de Santa Fe, Entre Ríos y centro y norte deBuenos Aires, lo que (a su criterio) comprende a la ciudad de Buenos Aires�.
LOS LADRONES FINGIAN AYUDARLO El hombre miró aliviado cómo tres jóvenes se acercaban para ayudarlo. Estaba en uno de esos momentos en que una mano amiga es más que bienvenida: eran las 3.10 de la madrugada, volvía del trabajo y su auto acababa de quedarse en 60 centímetros de agua. Pero nada era lo que aparentaba. Los supuestos chicos buenos eran ladrones que no sólo lo despojaron de su dinero sino que lo golpearon y hasta intentaron ahogarlo.
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