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Los temores del gabinete que mira de reojo al banquero Señor Cinco 

El ala política trata de desentrañar qué llevó a Fernando De Santibañes a poner en aprietos al ministro de Economía. 
La desconfianza de los ministros.


Por José Natanson
t.gif (862 bytes) Las declaraciones de Fernando de Santibañes produjeron un desgaste evidente para José Luis Machinea y un cimbronazo en el Gobierno. La primera sospecha del ala política fue que el jefe de los espías buscaba desplazar al ministro de Economía. El almuerzo reservado que Santibañes y Graciela Fernández Meijide compartieron ayer despejó las sospechas. De todas maneras, los funcionarios estaban inquietos. Aseguran que mientras ellos reclaman políticas activas el ex banquero impulsa una receta ultraortodoxa. Un dato que, según dicen, impulsó una movida de algunos sectores del establishment que apuestan a la renuncia de Machinea. 
Por la mañana, mientras se pasaban de mano en mano el video del programa de Marcelo Longobardi, los funcionarios comentaban en voz baja sus dudas: De Santibañes, en coordinación con sus fluidos contactos en la city, podría estar urdiendo una operación para desplazar a Machinea del Ministerio de Economía. 
Con el correr de las horas, sin embargo, la sospecha fue desapareciendo. Al mediodía, el banquero favorito de De la Rúa almorzó en el quinto piso de la SIDE con Graciela Fernández Meijide. Entre plato y plato, De Santibañes dijo: �Mi intención fue la contraria a la que se especula. Quise respaldar a Machinea�.
Un rato más tarde, el jefe de los espías atendía el llamado de un dirigente radical porteño, que quería consultarlo sobre sus comentarios de la noche del jueves. En la conversación, De Santibañes repitió que su objetivo había sido defender al ministro de Economía y que se arrepentía de haber participado en el programa de televisión. 
Sin embargo, el ex banquero agregó un comentario: �Yo creo que en muchas áreas no se está haciendo el ahorro que corresponde�. Y señaló como ejemplo la reforma para bajar los costos de la política que motorizan Carlos �Chacho� Alvarez y Federico Storani. Casualidad o no, se trata de dos de los funcionarios que vienen pidiendo a De la Rúa más políticas activas y de contención social.
A esa altura, el sector político del Gobierno ya había descartado sus sospechas iniciales. �No tiene sentido que De Santibañes haga una operación, le alcanza con calentarle la oreja a De la Rúa. Lo que dijo es lo que piensa: no es un político, no sabe manejarse con los medios y metió la pata�, señaló un funcionario.
Aunque ya se habían convencido de que la intención no había sido esmerilar a Machinea, de todas maneras seguían preocupados por la cercanía de De Santibañes con el Presidente. �De la Rúa lo escucha con mucha atención. Por eso es el único economista del gabinete que se anima a hablar de economía en público. Y eso que hay cuatro más�, explicaba un dirigente aliancista en referencia a De Santibañes, Adalberto Rodríguez Giavarini, Ricardo López Murphy y Juan José Llach.
Según la interpretación extendida entre los funcionarios política, la verdadera intención de De Santibañes habría sido forzar otro giro a la derecha en materia económica. El diagnóstico tiene sentido: su opinión sobre la necesidad de ahorrar más en algunas áreas del Estado no es más que una manera elegante de plantear otro recorte presupuestario. 
La inquietud se expresaba centralmente en dos sectores de la Alianza. Aunque ninguno se animó a formular declaraciones, lo cierto es que los representantes del Frepaso en el gabinete, encabezados Chacho Alvarez, estaban inquietos. �Chacho está desconcertado�, aseguraban cerca del vicepresidente. Anoche, antes de ingresar a un cóctel en la embajada de Chile, Alvarez aseguró. �Mi impresión es que no hay nada de eso�, dijo cuando lo consultaron sobre la posible renuncia de Machinea. 
El otro preocupado era Alfonsín. El ex presidente coincide con el jefe del Frepaso en su defensa de Machinea, al que considera un freno a la ortodoxia neoliberal del resto de los economistas del gabinete. Ayer, Alfonsín se comunicó con el ministro para manifestarle su confianza.�Ratifico que Machinea no renuncia�, dijo más tarde, como si todavía fuera presidente. 
En lo que coincidían los funcionarios políticos era en que el brusco bajón de la Bolsa de Buenos Aires, que superó la caída del resto de los mercados de Latinoamérica, fue consecuencia de las declaraciones de De Santibañes. �El sector financiero no está conforme con Machinea, quieren alguien más liberal, como López Murphy o De Santibañes, y están operando para desgastarlo�, aseguraban en el Gobierno. Y mencionaban como ejemplos de esta estrategia el brusco bajón que experimentó la Bolsa luego del anuncio de Machinea, finalmente desmentido, de un impuesto sobre los plazos fijos.
Anoche, luego de un día cargado de versiones, De la Rúa emitió un comunicado ratificando a su ministro de Economía. A pesar del respaldo explícito del Presidente, lo cierto es que las declaraciones del jefe de los espías abrieron otra brecha en el Gobierno. 

 

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