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La suerte de unos 19 mil evacuados de la provincia de Buenos Aires pendía ayer de un delgado hilo de esperanza: que el río Matanza pudiera descargar en el Río de la Plata la masa de agua volcada por sus afluentes. Aunque las expectativas se inclinaban por la bajante registrada en las últimas horas, un parte del Servicio Meteorológico Nacional renovaba el alerta para mañana y abría un nervioso compás de espera durante todo el fin de semana. Lomas de Zamora, La Matanza, Esteban Echeverría y Quilmes eran los partidos con mayor concentración de evacuados. En Esteban Echeverría, además, 200 personas pernoctaron en carpas en una plaza próxima a sus viviendas para impedir que fueran saqueadas. El ministro de Justicia sumó un ofrecimiento a los inundados con un particular concepto de la solidaridad: propuso que parte de la comida destinada a los presos fuera a los evacuados. Según datos oficiales, el número total de evacuados en territorio bonaerense era ayer de 31.664. Los partidos más afectados eran Lomas de Zamora, donde aún alrededor de 7000 personas continuaban refugiadas; en La Matanza, 5965; en Esteban Echeverría, 3000; en Quilmes, 1935; en San Nicolás, 1161; en Mercedes, 939; y en La Plata, 850. Las inundaciones, provocadas por los temporales desatados desde el fin de semana pasado, se agravaron el jueves por la noche cuando el Matanza desbordó de su cauce. Ayer, la situación tendía a normalizarse lentamente. �El intendente de Esteban Echeverría, Alberto Groppi, de la Unión Vecinal, sostuvo que �las aguas del Matanza han bajado siete centímetros en la localidad de 9 de Abril, pero tenemos que esperar lo que pasa en las aguas del Río de la Plata para ver si realmente va a seguir en baja�. Por su parte, la ministra de Acción Social, Graciela Fernández Meijide, volvió a recorrer las zonas afectadas y estimó que la situación de emergencia se prolongará hasta el lunes próximo. También llamó a la población a efectuar donaciones de mantas, colchones, ropa, calzado, agua mineral y pañales, aunque sostuvo que, por el momento, los alimentos almacenados �son suficientes para abastecer las necesidades previstas�. En la Universidad de Lomas de Zamora, el centro con mayor concentración de refugiados en toda la provincia, 1700 personas permanecían a la espera de la bajante. Durante la mañana recibieron la visita del vicegobernador bonaerense, Felipe Solá. El personal de la universidad y el gabinete psicopedagógico colaboraban en la contención de las familias. En tanto, el ministro de Justicia bonaerense, Jorge Casanovas, haciendo causa común con los evacuados, sostuvo ayer que el Gobierno estaba dispuesto a aportar su granito de arena: la propuesta, fuera de lo común, consistía en repartir parte de la comida de los presos para destinarla a los afectados por las inundaciones. �Les comuniqué a los miembros del Comité de Crisis �informó Casanovas-que el ministerio está dispuesto a colaborar con el operativo por las inundaciones, racionalizando de alguna manera la alimentación de los presos para atender a las necesidades de los evacuados�. El ministro aseguró que la propuesta no provocará problemas en la población carcelaria porque �están muy bien alimentados y atendidos�. Horas después, un llamado del penal de Olmos anunciaba al ministro que sus palabras no habían caído en saco roto: llamativamente, los 2800 internos de la Unidad 1, y sus casi 600 empleados, decidieron, sin chistar, entregar la mitad de su ración de alimentos. �Se habrán sensibilizado por las palabras del ministro�, dijo a Página/12 un vocero de la unidad.
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