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EL SOCIOLOGO PERUANO ANIBAL QUIJANO HABLA DE SU PAIS
�Un ajedrez sobre nitroglicerina�

Perú está en una peligrosa deriva hacia la desestabilización más radical, según dice a Página/12 uno de sus intelectuales.

Una escena de los disturbios callejeros que reciben a Fujimori casi a diario.
También, un posible anticipo de lo que puede ocurrir si El Chino intenta mantenerse por la fuerza.


Por Darío Pignotti
Desde San Pablo

t.gif (862 bytes) �Perú puede terminar en el fascismo.� Con esas seis palabras el doctor Aníbal Quijano compacta su diagnóstico sobre la crisis peruana. �Hay que ver cómo se moverán las piezas en el ajedrez que quedó planteado de aquí al domingo 28.�
�¿Un ajedrez sobre pólvora? �pregunta Página/12.
�Sobre nitroglicerina �subraya Quijano, actor de referencia en la intelectualidad peruana de los últimos 30 años. Su obra de los �60 lo situó entre los autores afiliados a la izquierda del pensamiento crítico latinoamericano. Por entonces trabajó en los núcleos de la CEPAL en Chile, adonde lo llevó el exilio. Allí frecuentó lo más granado de la Teoría de la Dependencia, �incluyendo al profesor Fernando Henrique Cardoso�. Catedrático en Francia, México, Estados Unidos y Brasil, Quijano debió alejarse la Universidad de San Marcos de Lima. Marxismo, americanismo y etnicidad han ocupado las reflexiones Quijano, cuyas tesis han constituido un pensamiento original. Según el diario limeño La República, es �el sociólogo más importante del país�. 
�¿Qué pieza moverá Fujimori ahora?
�Fujimori sabe perfectamente que no puede ganar y seguirá apostando al fraude. Por eso cometió el fraude más escandaloso de toda la historia peruana, incluyendo la propia historia del régimen inaugurado hace 10 años. Para eso debe impedir cualquier control de su aparato, que va del Jurado Nacional Electoral a la Oficina Nacional de Procesos Electorales, al sistema de medios y a la presión de encuestadoras. De las 7 a las 9 de la noche las cuatro encuestadoras dan la victoria a Toledo, de las 10 a 12 de la noche del domingo 9 de abril todas dicen haberse equivocado igualito y dan la misma exacta cifra para Fujimori. Es un escándalo demasiado, demasiado grande. Esto supera al fraude del �95, cuando con sólo el 18 por ciento de los votos válidos se formó el Parlamento y fueron ignorados cuatro millones de votos.
�¿Qué proporción del electorado conserva Fujimori?
�Alrededor del 30 por ciento, no más.
�¿Qué otros escenarios baraja?
�Que Fujimori ceda a la presión y cambie las mesas electorales y publicite el conteo. Eso significa que está firmando la rendición porque no ganará. Pero hay otra fórmula, postergar la fecha sin desmontar el aparato, y allí podría ganar. Toledo no debería aceptar eso. La última posibilidad, que hasta hoy es la oficial, es que el domingo 28 haya elecciones, sin Toledo y con Fujimori como ganador legal.
�¿Y allí qué sucedería?
�El fujimorismo sería prácticamente inviable, crecería la crisis social y política. Es que al régimen ya no le basta con tener el aparato del Estado para reprimir y está montando un aparato político de abierto carácter fascista que irá a utilizar a esa parte de la sociedad pobre, comprándola o cooptándola. Sería fascismo abierto y así no creo que llevara a término su tercer mandato.
�Las convulsiones electorales suelen aplacarse terminado el escrutinio.
�Al principio habría un gran desconcierto pero creo que la convulsión electoral volvería, porque estamos ante un escenario político nuevo en el Perú. Esta resistencia electoral comenzó como cuestión de las clases medias educadas que veían con asco esa cosa grosera del fujimorismo. Pero luego se amplió, fue popularizándose y acopló a la resistencia social. Hoy hay decenas de miles organizándose contra el fraude. A lo que podría sumarse, como hipótesis, el descontento que crece en las Fuerzas Armadas.
�¿Toledo puede acabar siendo un Fujimori? �(Silencio.) No, no creo. Digamos que Toledo está obligado a reestablecer la institucionalidad de las FF.AA., y a reducir el papel de los servicios de inteligencia que hoy son la Gestapo.
�¿Qué plan llevaría Toledo al gobierno?
�La impunidad como programa. Toledo jura todos los días que no enjuiciará a nadie, que él viene a curar heridas. ¿De qué heridas habla, las de los torturados o las de los otros, los que torturaron? El es un garantista de los responsables de asesinatos, chantajes, espionajes que no serán sancionados. Y garantiza impunidad al gran capital, que seguirá obteniendo la rentabilidad y los excedentes mejor que con Fujimori, porque no habrá inestabilidad. 
�¿Cómo jugarán los demás actores?
�Los dos actores centrales que negocian en la política peruana son las FF.AA. y los EE.UU. Las masas están emergiendo pero aún no tienen capacidad de negociar. Este programa no es de Fujimori, fue desarrollado en tres volúmenes que el Comando Conjunto de las FF.AA. redactó entre 1987 y 1990, que luego ejecutó Fujimori. 
�¿Hasta dónde llega el descontento en las FF.AA.?
�En las cúpulas hay alineación completa, por el momento. Las FF.AA. fueron totalmente descabezadas en el primer acto administrativo del gobierno de Fujimori, pasando a retiro a cientos de oficiales velazquistas (por Velazco Alvarado) e institucionalistas. A partir de ese momento sólo son retenidos los altos oficiales totalmente leales, la cúpula está totalmente manejada por el servicio de inteligencia.
�¿EE.UU. le soltó la mano a Fujimori?
�Los EE.UU. han protegido y usado a Fujimori por 10 años, mientras aplicaba la fórmula más neoliberal de América latina, más que México o Brasil, y mientras arrasaba toda oposición con la guerra sucia. Pero ahora los EE.UU. encuentran que Fujimori es demasiado conflictivo, y menos confiable. Ellos actúan con visión geopolítica: Bolivia inestable, Ecuador inestable, Colombia inestable, Venezuela inestable. Son muchos focos en una zona de preocupación estratégica para los EE.UU., tal como es el área andina amazónica.
�¿Cuánto respalda EE.UU. a Toledo?
�EE.UU. no da todo el respaldo a Toledo, está negociando según Toledo sea mayor garantía de estabilidad que Fujimori. De allí el último viaje de Toledo al FMI, Banco Mundial, el Consejo de las Américas y fundamentalmente el Departamento de Estado, adonde fue a decirles �yo sí que puedo manejar esto�. Y sin duda puede manejarlo bien, pues si puede manejar el fraude es porque tiene capacidad de negociación con las corporaciones, eso incluiría, claro está, las FF.AA.


Desde el Perú profundo

�El mismo Perú profundo que votó a Fujimori ahora le está volcando su preferencia a Toledo. En 1990 Fujimori tenía apenas el 4 por ciento de los votos, y Vargas Llosa decía �a ese chinito quién lo conoce�. Al otro día Fujimori aparece en la villa miseria más populosa respondiéndole (Villa El Salvador) `aquí estamos los chinitos y los cholitos`. Ahora pasó igual, Toledo comenzó siendo el menor de los candidatos, con tan poca medición que la maquinaria fujimorista ni lo consideró amenaza, y lo dejó crecer. Pero mientras los demás postulantes iban quedando en el camino, Toledo y sus apelaciones al Perú profundo fueron haciéndose fuertes.�
�¿Ya había sido candidato en 1995?
�Toledo fue candidato en el �95, pero ahí hizo valer su condición de doctor en Economía de la Universidad de Stanford (California) y miembro de un núcleo de estudios en Harvard y asesor del Banco Mundial. 
�Un cholo self made man.
�Exacto, subrayando el costado del éxito. Pero cinco años después hay un Toledo distinto. Ahora hay un candidato insistiendo en su choledad, recordando su origen campesino, indio y pobre que vino de un departamento del norte de Lima, Ancash, zona de sierra y mar. Entonces se volvió choledo, y fue al Cuzco, y dijo �hace 500 años que esta gente (los blancos) nos gobierna� y allí la masa ruge. Es un discurso empujado por el descontento popular y la presencia fundamental de su esposa.
�Ella es belga.
�Sí, es belga de origen, Eliane Karp, antropóloga, estudió en Stanford, donde se conocieron con Toledo y tuvieron una hija. Y es su principal asesora.
�¿Tan influyente como la mujer de Fujimori?
�Es distinto, no se parecen. La mujer de Toledo es atractiva y brillante: habla mejor el quechua que Toledo y conoce el Perú a fondo. En el Perú no hay ningún movimiento indígena organizado como los hay parcialmente en Bolivia o Ecuador, pero sí hay una gran realidad indígena, que pesa. La mujer de Toledo ha sido quien estimuló el discurso andinista que le ha ganado tanta estima de la gente, y probablemente sea más querida que Toledo mismo. 
�¿Qué se sabe de su biografía?
�Hay que recordar que esta gente anduvo por San Francisco en los �60, y habrán andado mezclados en esa cosa anti Vietnam, liberales, etc. Toledo no tuvo contacto teórico político con grupos de izquierda, ella tampoco parece haberlo tenido. Su radicalidad proviene de su actitud proindia, pero su discurso social sigue siendo liberal. El programa sigue siendo neoliberal con algunos toques en favor del empleo, la educación, la salud. O sea, un modelo indigenista-liberal.

 

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