Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


TRABAJOSA VICTORIA DE RIVER, QUE ES PUNTERO Y ESPERA 
Fueron de París a las Cuevas

Media docena de goles y actuaciones individuales sobresalientes de Aimar y Manso redondearon un muy buen partido. Convirtieron París, Yepes, Cardetti, Aimar, Manso y Cuevas.

Pablo Aimar, presa predilecta de los defensores rosarinos.
Estuvo algo más de una hora en la cancha e hizo un hermoso gol.
 


t.gif (862 bytes) Un lindísimo partido jugaron anoche en Rosario Newell�s y River. Los de Núñez se trajeron el premio mayor y con justicia: el triunfo y la punta, tres puntos que son su ventaja sobre Colón que hoy va a Córdoba. Acaso los dos goles de diferencia hayan sido una diferencia excesiva, sobre todo porque el último cuarto de hora de Newell�s �apretándolo con uno menos� fue conmovedor y porque en el gol final de Cuevas hubo offside. Sin embargo, la victoria fue inobjetable y todo el mérito cabe para el equipo de Gallego que asumió el partido con lo mejor que tenía pese a los requerimientos de la Copa Libertadores y la tentación mezquina. Además, tuvo a Aimar para hacer la diferencia en el juego y en ese gol, el tercero, que resultaría clave en la cuenta final. 
El primer tiempo o, más precisamente, los veinte minutos iniciales, fueron de una notable intensidad. Arrancó Newell�s con mucha potencia y decisión y River le respondió de la misma manera. Más armónico y colectivo lo que intentaban los de Gallego; menos vistoso lo de los rosarinos, supeditados a lo que inventara Manso y a la capacidad de Real para sobrevivir y crear peligro en inferioridad ante una defensa bien parada. Sin embargo, en un descuido de esa defensa en pelota detenida �corner de Manso� cabeceó solo París y convirtió. A partir de ese momento River prevaleció sustentado en el trabajo de su número diez, imparable para los medios rosarinos. Ni Bernardi ni Saldaña hicieron pie en la zona creativa de Aimar. Y llegaron los dos goles del desnivel en jugadas por arriba y de cabeza otra vez. Primero un corner que cabeceó Yepes solo y después un centro anunciado de Zapata �que anduvo bien� y resolvió Cardetti en el segundo palo. Manso se había desdibujado y todo lo hizo mejor River en ese segmento hasta el final, cuando un remate de Real de afuera dio en el travesaño con Bonano vencido. Como en el partido del miércoles ante Boca, River golpeó en el arranque del segundo: gran jugada colectiva y Aimar que definió desde afuera mirando, colocándola �palo y adentro� a la izquierda del arquero. Y aunque faltaba mucho pareció cosa juzgada porque Newell�s lo sintió. Se quedó y River en esos minutos inmediatos pudo hacer más diferencia. Gallego hizo cambios de preservación (Angel, Aimar, Saviola) y en media hora no pasó nada más allá de la enorme calidad de Manso para desnivelar, jugar solo. Incluso lo echaron a Guiñazú y todo era cómodo para River. Hasta que el chiquito hizo el gol que merecía y Newell�s creyó que podía. Casi: un minuto después París le dio al palo y hasta el final, River con once se colgó del travesaño ante los diez de Newell�s. 
El gol de Cuevas puso el broche y el alivio pero no borró la sensación de esos últimos minutos. Cierre adecuado para un partido vibrante. 

 

PRINCIPAL