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Por Laura Vales  Los legisladores de la Alianza prendieron una luz de alarma y marcharon a una reunión a puertas cerradas con Cecilia Felgueras. Los trabajadores hicieron su primera medida de protesta desde que se fue Alderete. Y durante toda la semana los jubilados amenazaron con tomar delegaciones claves de la obra social. El motivo de tanta agitación en torno del PAMI fue la noticia de que una de sus prestaciones sociales �el Plan Pro Bienestar, que entrega bolsones de comida a 400 mil jubilados sin recursos� estaba a punto de ser transferida al Ministerio de Desarrollo Social. El jueves, a las puertas de un conflicto que amenazaba con extenderse como una mancha de aceite, la intervención decidió dar marcha atrás sobre sus pasos. �El Pro Bienestar se queda en el PAMI�, fue la confirmación oficial. El destino del plan alimentario, lejos de ser anecdótico, se inscribe en una discusión mayor del Gobierno: el de cuáles serán los límites del ajuste en la obra social de los jubilados.El punto que divide las aguas del debate es si el PAMI debe mantener sus prestaciones sociales �como el turismo, los planes de prevención en salud y la recreación� o limitarse a administrar sólo los servicios médicos, uno de los proyectos que maneja el Gobierno para achicar el déficit del organismo. Con la rescisión de los contratos que dejó Alderete y con los llamados a licitación en todas las áreas, la intervención dio el primer paso para meter en caja sus finanzas. �Al eliminar la corrupción �es decir, el dinero que se perdía en las cometas� y bajar los precios con las nuevas licitaciones se generó un ahorro de más de 300 millones de pesos�, dicen en el PAMI; �pero ahora hay que ver cómo seguir con la racionalización del gasto�. Entre otras cosas, los técnicos señalan que la obra social tiene cerca de 12 mil empleados cuando debería funcionar con ocho mil. Pero aclaran que no habrá despidos, sino una �redistribución de funciones�. Por las dudas, apenas trascendió la idea del traspaso de las prestaciones sociales, los gremios �con ATE y UTI a la cabeza� llamaron a la primera medida de fuerza contra la intervención y pidieron que se garantice cada puesto de trabajo. El miércoles en todos los edificios del PAMI se pudo ver a administrativos, ascensoristas y telefonistas vestidos de negro en señal de luto, un estilo de protesta que hizo historia años atrás, cuando el falso ingeniero Bramer Markovic intentó sin éxito implementar una medida similar. El proyecto también se topó con la oposición de los legisladores del oficialismo especializados en Tercera Edad, que sostienen que el PAMI debe dar una atención integral a los jubilados. Los diputados Eduardo Santín, Nilda Garré y Horacio Pernasetti se reunieron a mitad de la semana pasada con Felgueras para advertirle sobre los riesgos que conllevaría el desguace de la obra social, y reclamar que ninguna modificación de fondo se haga sin pasar antes por el Congreso. En privado, algunos legisladores agregan la impresión de que detrás del planteo está la mano del Banco Mundial. �Limitar al PAMI a las prestaciones médicas tiene su lógica desde la economía, pero va a dejar desprotegidos a los jubilados�, resumió uno de los que participaron de la reunión. �El planteo es que hay que analizar el tema no sólo desde los números sino también desde los abuelos, que están acostumbrados a recibir todo por una sola ventanilla y tienen en la obra social su espacio de sociabilidad. Es decir que no sólo se atienden, sino que allí hacen sus amigos, van al teatro o salen de viaje. Y eso no se puede desarmar sin gravísimas consecuencias.� Otra de las medidas en estudio es dejar en manos de la Municipalidad de Rosario los dos hospitales que tiene el PAMI en la ciudad. La medida �que tampoco implicaría despidos� tiene en su favor la buena gestión en el área de salud realizada por el intendente Hermes Binner, y le permitiría a la obra social reducir en 1800 personas su plantel. Pero también en estepunto hay más de una prevención y debe definirse de dónde saldrán los fondos para mantener a las dos clínicas, si salen de la órbita del PAMI. Felgueras tomó nota de las prevenciones de unos y los reclamos de otros y, en principio, congeló el traspaso del plan Pro Bienestar. Pero el tema, lejos de estar cerrado, es parte de una pelea que recién comienza.
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