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Giménez, que es jefe de la
sección Cobranzas y secretario general de la Comisión Interna gremial de
la agencia Télam, dijo a Página/12 que ignora las razones de la
persecución a la que es sometido. "La Policía Bonaerense y también
la Federal me dijeron que no hay ninguna causa ni pedido de investigación
en mi contra", informó. Por tal motivo consideró que "la única
posibilidad es que moleste mi actuación como delegado" y recordó
que lleva 22 años trabajando en la empresa estatal.
Los problemas comenzaron en la
madrugada del 30 de marzo pasado. A la una y media de la mañana, el teléfono
despertó a Giménez, quien desde que se separó de su esposa vive solo en
una vivienda de Crisólogo Larralde 4847, Villa Corina, partido de
Avellaneda. La que llamaba era su ex mujer, Delia Falcón, quien vive en
el mismo barrio y le comentó que de una remisería cercana le habían
preguntado si había un procedimiento policial en la casa de su ex marido.
Giménez tranquilizó a su ex mujer, pero después miró por la ventana y
vio que en realidad había dos autos bastante destartalados detenidos
frente a su casa. Su ex mujer le había comentado que, según los
remiseros, en uno de los autos había cinco personas que estaban sacado
fotos de su casa y su automóvil.
Giménez llamó a la comisaría
séptima de Villa Corina, que de inmediato mandó un patrullero. Los policías
identificaron a los ocupantes de los dos autos, que estaban tomando
cerveza y jugando al pool en un bar frente a la casa de Giménez. Los
cinco se identificaron como miembros de la Policía Federal, dijeron que
estaban en un "acto de servicio" y los bonaerenses se retiraron,
según pudo constatar este diario, que tuvo acceso al acta firmada por el
subcomisario Jorge Norberto Porsella y Gustavo Sanguinetto, de la comisaría
séptima, incorporada al expediente en trámite en la Unidad Fiscal número
seis de Lomas de Zamora.
Giménez recibió luego otro
llamado telefónico. Una voz masculina y anónima le hizo referencias a su
vida personal. Fue entonces que apareció el dato clave: como el aparato
receptor de Giménez tiene instalado un sistema de identificación de
llamados, se pudo determinar que el número desde el que se envió la
intimidación correspondía al celular 15-4434-3637. El celular pertenece
a Ricardo Portella, quien se identificó como jefe de la División
Operaciones de la SIDE, según consta en el sumario levantado por la
comisaría séptima. Otro número identificado es el 4343-5531, internos
2514 y 2515, perteneciente a Pablo Ceballos, también personal de la SIDE.
Ambos le confirmaron a la Policía
Bonaerense --intervino la Delegación Departamental de Investigaciones de
Lomas de Zamora-- que las cinco personas que estaban en el operativo
frente a la casa de Giménez eran en realidad personal estable de la SIDE.
El grupo operativo se movilizaba a bordo de tres vehículos, un Peugeot
405 patente AZJ-845, un Renault 19 AKF-187 y una moto patente BTF-904.
El mismo 30 de marzo, por la
tarde, en la oficina de Cobranzas de Télam, Giménez recibió un llamado
en su teléfono directo, un número al que tiene acceso muy poca gente.
Allí fue amenazado por una voz masculina que le advirtió: "Cuidate
porque no queremos que te conviertas en un nuevo Cabezas". La
denuncia por la nueva amenaza se hizo ante la comisaría segunda de la
Capital Federal y se dio intervención al juzgado en lo correccional a
cargo de la doctora Elena Frillochi. Desde la fecha de las primeras amenazas, Giménez tiene custodia policial en la puerta de su domicilio y ha recibido el apoyo de la CGT disidente, de distintas comisiones internas del gremio de prensa y también de la diputada bonaerense por el Frepaso Graciela Podestá. "Lo que más me jode --dijo Giménez-- es la impunidad con que actúa esta gente y la reiteración de las zonas liberadas donde está permitido hacer cualquier cosa".
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