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 El enigma de la muerte de Natalia Fraticelli, de 15 años, hija de un juez en lo penal santafesino, se hizo más denso ayer, cuando la autopsia verificó que fue estrangulada. Se ignora cómo entró el homicida, en la madrugada del sábado, a una casa donde nadie escuchó nada ni se forzó ninguna puerta. Y se desconocen los móviles del crimen, que podrían ir desde una venganza contra el padre, por su actividad como juez de instrucción, hasta un intento de robo por parte de un conocido que, descubierto por la chica, la haya matado para silenciarla. Incluso pudo haber sido un allegado a la familia. Mientras corren las decisivas horas iniciales, la investigación está a cargo de un juez en lo comercial, ya que el único juez en lo penal de Rufino es el padre de la víctima.Natalia Fraticelli hubiera cumplido 16 años el 2 de junio. Era hija de Carlos Fraticelli, de 43, juez de instrucción en lo penal y correccional del departamento de General López, provincia de Santa Fe. Vivía con su padre, su madre y su hermano de 17 años en la calle San Juan 349, en Rufino. La casa de los Fraticelli tiene dos plantas: el dormitorio de los padres está en la planta baja, y en el primer piso, el que era de Natalia y el de su hermano. Ambas habitaciones dan a un pequeño patio cubierto, tras el cual hay otro cuarto que el juez utiliza para trabajar. Según manifestó la madre de Natalia, el sábado a las 9 de la mañana entró al cuarto de su hija �para despertarla y darle su medicación por una meningitis sufrida hace dos años, que por lo demás no la perturbaba en sus actividades� y la encontró con una bolsa de nylon cubriéndole la cabeza. Desesperada le quitó la bolsa, pero la chica estaba muerta. Llamaron al médico de la familia, Hugo Costa, quien constató la muerte y consideró que se había producido a las 3 de la mañana. Según versiones, Costa la habría encontrado con las manos atadas, pero él se negó a confirmarlo. En las primeras horas, la investigación vacilaba entre homicidio y suicidio, pero ayer la autopsia, efectuada en el Instituto Médico Legal de Rosario, estableció que en el cuello del cadáver había equimosis: manchas lívidas por extravasación de la sangre, signos de que unas manos habían oprimido la garganta hasta causar la muerte por estrangulación. La joven había estado a punto de pasar esa noche en casa de una de sus tres mejores amigas, de la misma edad que ella: �Nosotras estábamos invitadas a un cumpleaños y ella no �contó una de ellas�. Entonces le dije: �Vení que te hago entrar y después te quedás a dormir en casa�, pero ella dijo que no tenía ganas�. A la hora del crimen, los padres dormían en la planta baja. El hermano se había retirado a pasar la noche en casa de su abuela paterna. Los Fraticelli no tienen más familiares en Rufino, ya que proceden de Rafaela. El juez se desempeñaba como fiscal en lo civil hasta octubre pasado, cuando se creó el juzgado en lo penal y correccional con jurisdicción sobre el departamento de General López, en el sur de Santa Fe. La investigación quedó por ahora a cargo del juez en lo comercial Víctor Pautasso �amigo de los Fraticelli�, ya que el único juez en lo penal de Rufino es el padre de la víctima. Interviene la Unidad Regional 8 de la policía santafesina, cuyo jefe, Ricardo Milisich, dijo ayer que �estamos a la espera de la declaración, fundamental, de los familiares íntimos�. En Rufino, de 18.000 habitantes, entrechocaban ayer el silencio de los investigadores y el hervidero de las versiones. Según una de ellas, en la casa del juez habrían faltado unos 2000 pesos, escondidos en una habitación de la planta alta. La ventana que da a la calle y una puerta del piso superior, que da a un patio, estaban abiertas, cuando lo habitual es que estuvieran cerradas. Los vecinos no escucharon ruidos ni perros que ladraran. �Al juez Fraticelli le dicen �el loquito del departamento� por la gran cantidad de gente que procesó, cuando en Venado Tuerto y Melincué pasan años sin que nadie sea procesado�, comentó un conocedor de la familia, en el pueblo. El hecho es que Fraticelli procesó 45 personas en 6 meses. Laversión apunta a una posible venganza por implicados en negocios de prostitución. El juez investiga el asesinato de una persona en uno de los dos locales que en Rufino llaman �cabarets�. O bien, dicen en Rufino, �entró a robar algún pibe conocido: la chica lo reconoció y él la mató�.
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