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"Jóvenes vampiros", o el lado oscuro de una sociedad puritana

 

La señal People & Arts pondrá hoy en el aire un documental que reconstruye la historia de un asesino de 18 años, condenado a muerte.

 

Rod recibe cartas de adolescentes que dicen identificarse con él.
Los medios lo conocen como "El vampiro adolescente asesino".


Por Mariana Enríquez
t.gif (862 bytes) Murray, un pueblo de Kentucky, es parte del Cinturón Bíblico del sur de Estados Unidos, una red de ciudades cristianas pobladas de iglesias y donde no se vende alcohol. Murray es además una de las más conservadoras: basta como dato el hecho de que el pueblo alberga el Museo Nacional de los Boy Scouts. Y fue en esta ciudad, ejemplo del american way of life más puritano donde, como en una fantasía de David Lynch, surgió en 1996 una suerte de Charles Manson adolescente. Rod Ferrell, de 18 años, es conocido en los medios como "El vampiro adolescente asesino", y en este momento espera su sentencia de muerte en una cárcel de Florida: es el condenado a la pena capital más joven del estado en toda su historia, y fue encarcelado en 1998 cuando, con su clan de amigos, asesinó a los padres de su ex novia, Heather Wendorf, en un apacible pueblo, muy similar a Murray, pero del estado de Florida. La historia de Ferrell y sus amigos dejó como resultado hasta hoy tres libros, una película de HBO y una serie de adolescentes que le escriben a Ferrell a la cárcel y dicen identificarse con él. La señal People & Arts pondrá en el aire hoy a las 22 "Kentucky Teenage Vampires" ("Jóvenes vampiros"), un documental que reconstruye la historia del asesino y sus amigos y el lado oscuro de los apacibles pueblos de provincia, con entrevistas a los protagonistas e involucrados en el caso, incluso una extensa charla con Ferrell desde su celda en la cárcel.

  La historia de Ferrell es la de un adolescente común, en un principio. Con su grupo de amigos, optaron por un modo de vida "gótico", la subcultura que puede reconocerse por la ropa negra, las uñas pintadas del mismo color, la palidez, el gusto por la noche y lo oscuro en general, la angustia existencial como estado de ánimo y la música de bandas como The Cure, Bauhaus, y en los 90, Nine Inch Nails o Marilyn Manson (para nombrar a las más masivas). Y una fascinación por el vampirismo. En una gran ciudad hubieran pasado desapercibidos como una rareza juvenil más o menos intrascendente. En Murray, eran la encarnación del mal.

  Rod se unió cuando tenía 15 años al "clan" de Jaeden, otro chico del pueblo que había decidido, con otros adolescentes del lugar, no sólo elegir este estilo de vida, sino además "transformarse" en vampiros. Jaeden, Rod y el resto de la "familia" realmente creen ser inmortales y poseer poderes paranormales. Creen pertenecer a otra raza. Bebían y compartían su sangre, y hacían rituales bizarros aunque casi inocentes, que consistían en visitas a cementerios y mascaradas vampíricas. Hasta que Rod comenzó a llevar todo más lejos.

  En el documental, filmado en los últimos días del clan en Kentucky (hoy viven en Los Angeles, hartos de ser señalados y condenados en el pueblo), Jaeden y sus amigos vampiros narran, desde su lugar de reunión, cómo empezó la ruptura con Ferrell, luego de que Rod matara animales para beber su sangre y amenazara con asesinar a Jaeden. Los conflictos obligaron a que Rod formara su propio clan (4 adolescentes de Murray de entre 15 y 18 años) con los que una noche, tras recibir una llamada de su ex novia desde Florida (en la que aparentemente la chica le pidió que asesinara a sus padres), Rod decidió escapar del pueblo, no sin antes cumplir con el pedido y matar a golpes a los Wendorf, en su casa. Fueron atrapados 3 días después, y todos recibieron largas sentencias, aunque sólo Rod, por ser el autor material, fue condenado a muerte.

  En el documental, un sereno Rod dice: "Decidí tomar el camino del mal para ver qué sucedía. No me importa morir en la silla. Además, Murray es un lugar malvado: supuestamente es este sitio de armonía, pero, como en una película de Stephen King, debajo se esconde un demonio". La madre de Jaeden (nacido Stephen Murphy) no cree que su hijo pueda sobrevivir en la gran ciudad que eligió después de que su vida en el pueblo se volvió realmente infernal. "Estos chicos convirtieron en un culto a un mito, el de los vampiros, sólo porque creen que rebelarse normalmente, tomando ácido como en los 70, no es lo suficientemente bueno para ellos". Además, el documental incluye entrevistas con los conservadores y horrorizados ciudadanos de Murray (desde el pastor hasta el dueño de una pista de patinaje), a los padres de los adolescentes, y visitas a la escena del crimen.

 

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