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La historia de Ferrell es la de
un adolescente común, en un principio. Con su grupo de amigos, optaron
por un modo de vida "gótico", la subcultura que puede
reconocerse por la ropa negra, las uñas pintadas del mismo color, la
palidez, el gusto por la noche y lo oscuro en general, la angustia
existencial como estado de ánimo y la música de bandas como The Cure,
Bauhaus, y en los 90, Nine Inch Nails o Marilyn Manson (para nombrar a las
más masivas). Y una fascinación por el vampirismo. En una gran ciudad
hubieran pasado desapercibidos como una rareza juvenil más o menos
intrascendente. En Murray, eran la encarnación del mal.
Rod se unió cuando tenía 15 años
al "clan" de Jaeden, otro chico del pueblo que había decidido,
con otros adolescentes del lugar, no sólo elegir este estilo de vida,
sino además "transformarse" en vampiros. Jaeden, Rod y el resto
de la "familia" realmente creen ser inmortales y poseer poderes
paranormales. Creen pertenecer a otra raza. Bebían y compartían su
sangre, y hacían rituales bizarros aunque casi inocentes, que consistían
en visitas a cementerios y mascaradas vampíricas. Hasta que Rod comenzó
a llevar todo más lejos.
En el documental, filmado en
los últimos días del clan en Kentucky (hoy viven en Los Angeles, hartos
de ser señalados y condenados en el pueblo), Jaeden y sus amigos vampiros
narran, desde su lugar de reunión, cómo empezó la ruptura con Ferrell,
luego de que Rod matara animales para beber su sangre y amenazara con
asesinar a Jaeden. Los conflictos obligaron a que Rod formara su propio
clan (4 adolescentes de Murray de entre 15 y 18 años) con los que una
noche, tras recibir una llamada de su ex novia desde Florida (en la que
aparentemente la chica le pidió que asesinara a sus padres), Rod decidió
escapar del pueblo, no sin antes cumplir con el pedido y matar a golpes a
los Wendorf, en su casa. Fueron atrapados 3 días después, y todos
recibieron largas sentencias, aunque sólo Rod, por ser el autor material,
fue condenado a muerte. En el documental, un sereno Rod dice: "Decidí tomar el camino del mal para ver qué sucedía. No me importa morir en la silla. Además, Murray es un lugar malvado: supuestamente es este sitio de armonía, pero, como en una película de Stephen King, debajo se esconde un demonio". La madre de Jaeden (nacido Stephen Murphy) no cree que su hijo pueda sobrevivir en la gran ciudad que eligió después de que su vida en el pueblo se volvió realmente infernal. "Estos chicos convirtieron en un culto a un mito, el de los vampiros, sólo porque creen que rebelarse normalmente, tomando ácido como en los 70, no es lo suficientemente bueno para ellos". Además, el documental incluye entrevistas con los conservadores y horrorizados ciudadanos de Murray (desde el pastor hasta el dueño de una pista de patinaje), a los padres de los adolescentes, y visitas a la escena del crimen.
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