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En verdad, Chacho habló de
anestesia en el Senado, luego de que un grupo de diputados de la Alianza
presentó el proyecto para equiparar las dietas de los funcionarios y
legisladores de todo el país, una iniciativa con la que el Gobierno
quiere demostrar que el nuevo ajuste no perdona a nadie (ver página 4).
"Todos somos conscientes de que hay que hacer un enorme esfuerzo,
porque es evidente que la recaudación no evolucionó como hubiésemos
querido", remarcó el vicepresidente. Allí tiró la frase sobre la
necesidad de anestesia "para evitar el dolor o que las consecuencias
de una política de disciplina fiscal las terminen pagando los sectores más
vulnerables o más débiles".
Luego del encuentro del
gabinete social --el primero
luego de los cortes de ruta sucedidos en el interior--, el jefe de
Gabinete, Rodolfo Terragno, habló de la posibilidad de creación de un
"fondo de contingencia" para atener las necesidades más
urgentes en las provincias, pero aclaró que la propuesta todavía estaba
en estudio. "Como las partidas están preasignadas, surgen en
determinado momento necesidades y no hay cómo atenderlas", dijo.
Pero no dijo más.
Básicamente, el problema para
la construcción del fondo especial serían
Machinea y el rojo de las cuentas. Reunidos en bloque, los miembros
del ala política del gabinete no consiguieron gran cosa para alimentar
sus ilusiones de un nuevo modelo más equitativo.
Sí coincidieron en que hoy
presentarán a los ministros a cargo del área social de las provincias su
propuesta de conformar un padrón único de beneficiarios de programas
sociales, con el objetivo de optimizar los pocos recursos destinados al
rubro. Terragno explicó que gracias al entrecruzamiento de información y
la creación de una base de datos el Estado ya ahorró 51 millones de
pesos.
Lo que quedó en claro en la
evaluación que hizo el jefe de Gabinete del encuentro, es que hoy el
Gobierno buscará compartir responsabilidades con las administraciones
provinciales en casos de nuevos estallidos. "La situación social es
muy delicada", aceptó Terragno, pero agregó que "no fue creada
por este gobierno; a este gobierno le toca administrarla, junto a los
gobiernos de las provincias que son coadministradores".
Sin embargo, antes que palabras
de comprensión, seguramente lo que oirán hoy los hombres de la Rosada
serán reclamos de todo tipo. Al mediodía, está previsto que la ministra
de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide, se encuentre con los
secretarios del área de las provincias. En anteriores reuniones ya hubo
gobernadores que se quejaron por la ineficacia de la asistencia que les
llegaba desde Buenos Aires.
A las 16, la reunión pasará a
Olivos y se ampliará a todos los ministros, convocados con el abarcador título
de "Consenso Nacional para la Acción Social". Entre las
promesas a corto plazo, los integrantes del gabinete nacional repasarán
las ideas en marcha con las que el Gobierno espera encontrar la fórmula
de la anestesia de la que habló Chacho: *
El plan nacional de lucha contra la indigencia, que buscará optimizar los
planes que actualmente andan dando vueltas --sólo el gobierno nacional
cuenta con 92-- de manera que el Gobierno, las provincias y los municipios
puedan llegar con la solución adecuada y en forma ordenada en caso de
crisis en algún punto del país. "Así la política social puede
conseguir un impacto mucho más fuerte", explicó el subsecretario de
Interior, César Martucci.
* Iniciativas que cada
ministerio viene desarrollando por separado. El más impactante será el
que anuncie el ministro de Infraestructura, Nicolás Gallo, quien mientras
espera financiación para su megaproyecto de obras públicas, lanzará un
plan de construcción de viviendas populares con fondos del Fonavi. Tal
como adelantó Página/12 no bien asumió el Gobierno, en diciembre
pasado, tendrán un costo de 9 mil pesos pagaderos a 30 años.
* El ministro de Educación,
Juan José Llach, presentará una iniciativa para homogeneizar y
modernizar la enseñanza en las provincias.
* También se organizará un
fondo de emergencia para el caso de catástrofes, como las recientes
inundaciones en la provincia de Buenos Aires. El nombre tentativo es Fondo
Federal Solidario.
En cambio, habrá otros temas
que quedarán sin respuesta. Por ejemplo, no se sabe qué sucedió
finalmente con el famoso fondo de 35 millones de pesos que el secretario
de Asistencia a las Provincias, Walter Ceballos, le iba a pedir a Machinea
la semana pasada. Ceballos responde que no hablará de lo conversado allí,
mientras que en Interior aseguran que en realidad el secretario fue
malinterpretado y que lo único que pedía era que no le quitaran los
fondos de ATN que ya le habían asignado.
Como cierre a la inédita
jornada, De la Rúa se juntará con los gobernadores de todas las
provincias, en uno de esos encuentros grupales en Olivos a los que el
Presidente parece inclinado. Con la foto conjunta, De la Rúa espera
comprometer a los mandatarios provinciales en la solución de futuras
crisis y en la construcción del padrón unificado que
--según Terragno-- "redundará
en beneficio de la Nación, las provincias y los municipios, ya que se
podrá centralizar la información de unos 14 millones de beneficios del
Pami, obras sociales, jubilados, pensiones, programas, y evitar costosas
duplicaciones y fraudes contra el Estado".
Tironeado entre el bando que
busca recursos para la ayuda social y quienes pugnan por bajar el déficit
a cero, Machinea hizo su rentrée en el gabinete luego de las desmentidas
presidenciales a las versiones sobre su renuncia. Según contó un
ministro que llegó a conversar con él del tema, Machinea cree
sinceramente en que detrás de las palabras del jefe de la SIDE, Fernando
de Santibañes, sobre el ajuste que faltaba hacer, no hubo intención de
desestabilizarlo.
"Machi me dijo que está
tranquilo", contó el ministro a Página/12. Eso sí, la billetera
por ahora alcanza sólo para la anestesia.
Por
Claudio Zlotnik
La promesa de un ajuste
adicional en el gasto público encaja en la lógica de los operadores.
Para ellos, el objetivo central del Gobierno debe pasar por el
cumplimiento de la pauta de déficit fiscal acordada con el Fondo
Monetario. Y que cualquier desvío de la meta tiene que corregirse
indefectiblemente, aun cuando el sacrificio incluya bajar salarios o echar
empleados públicos.
--¿Esta iniciativa no se choca
con la condición de que para que la economía crezca es necesario que
aumente el consumo?, preguntó Página/12 a Juan Arranz, economista jefe
del Santander-Río.
--El shock del aumento de la
tasa estadounidense ha dejado más pobre a la Argentina, un país
endeudado que tiene su moneda atada a la de un país cuya economía se
encuentra sobrecalentada, y que necesita de fondos en forma permanente. En
este contexto, el ajuste busca reducir las necesidades de tomar deuda. Y,
dado que el costo del dinero subió abruptamente y la disponibilidad de
fondos se tornó más complicada, considero que recortar gastos para
endeudarse menos es una medida correcta. Por otra parte, a ningún
inversor extranjero le gusta financiar a un país al que cada vez se le
hace más difícil poder cumplir con sus obligaciones.
Lo cierto es que, por ahora,
los guiños de Machinea a la city y a Wall Street no han logrado convocar
a los inversores. Esta circunstancia volvió a repetirse ayer: pese a la
mejora de las acciones, el volumen negociado sumó apenas 24 millones de
pesos (monto similar al de las sesiones anteriores). Por su parte, los títulos
públicos continuaron su marcha descendente, al bajar entre 0,5 y 1 por
ciento.
Respecto del desinterés de los
inversores, Arturo Porsecansky, economista jefe para América latina del
ING Barings, explicitó la percepción que, sobre la Argentina, tienen los
operadores de Wall Street. Desde su oficina de Manhattan, opinó:
"Además de anunciar un ajuste, hace falta un proyecto de largo plazo
que hoy no existe. Hace falta una visión de hacia dónde va la Argentina
en los próximos años; cómo quiere dejar el país el Gobierno cuando se
vaya. Si no nos vamos a morir en el corto plazo", sostuvo el experto.
Y añadió: "si lo único que hay por delante es más austeridad,
creo que eso no va a incentivar a nadie invertir ni a producir. Insisto,
falta un proyecto de largo plazo".
Desde un primer momento, la estrategia de los Machinea's boys
consistió en generar expectativas positivas de manera tal que abra las
puertas a una baja de las tasas de interés. Pero ese sistema está
fracasando. Por un lado, el retraso en el despegue de la economía
imposibilitó un repunte de la recaudación, el rojo fiscal no se achicó
tal cual lo esperado, y a las puertas golpea un ajuste sobre el ajuste.
Por el otro, la suba de la tasa de interés internacional juega en contra
del camino elegido en el Palacio de Hacienda. En medio de semejante
escenario, la percepción del riesgo-país sigue en aumento y los
inversores eligen otros destinos antes que a la Argentina.
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