Por Fernando Cibeira y Fernando Almirón
 Como cierre de la maratónica jornada de reuniones entre funcionarios nacionales y provinciales en Olivos, el presidente Fernando de la Rúa les pidió a los gobernadores �despolitizar las áreas sociales� para que la ayuda sea más efectiva. Aunque coincidieron en la idea general, incluso en la de crear un padrón único de beneficiarios de planes sociales, los visitantes también mostraron sus reparos. Los justicialistas llevaron un documento de tono crítico en el que reclamaron al Gobierno un plan de protección social y adelantaron que no aceptarán delegados federales en sus provincias. Las conclusiones fueron bien distintas. Para el bonaerense Carlos Ruckauf, �comenzamos un camino con acuerdos concretos que permitirán que aparezca la plata para que haya más trabajo�. En cambio, según el santacruceño Néstor Kirchner, �estamos como cuando vinimos de España�.
�Tenemos una responsabilidad compartida, pero si no compartimos la tarea ni el esfuerzo, esto, sencillamente, no tendría ningún sentido�, les dijo De la Rúa a sus invitados. A excepción de Tierra del Fuego, que envió al vice, todas las provincias estuvieron representadas por su gobernador y colaboradores. Lo nutrido de la asistencia dio para que el secretario general de la Presidencia, Jorge de la Rúa, se jactara y diera a entender que ni Carlos Menem había conseguido algo parecido.
Y fue literal, porque muchos de los peronistas presentes a la noche en Olivos habían pegado el faltazo a la convocatoria de ayer de Menem al Consejo Nacional del PJ (ver página 13). Fue el caso de Carlos Ruckauf, Carlos Reutemann y José Manuel de la Sota, quienes se sentaron enfrente del Presidente. El encuentro dio para que la oposición jugara su interna también y publicitara sus gestiones. �En Buenos Aires hice el ajuste antes de asumir, porque soy un tipo serio y responsable�, dijo Ruckauf. �Córdoba le lleva diez meses de ventaja a la Nación�, aseguró De la Sota.
La idea de la convocatoria había surgido de la reunión que mantuvo De la Rúa con los gobernadores peronistas la semana pasada. La intención del Gobierno es armar una política común de distribución de la ayuda social con las provincias, incluyendo un padrón único que evite superposiciones y las trabas burocráticas. Además, la Rosada quiere que en el próximo conflicto social que estalle en el interior las culpas sean compartidas con las gobernaciones y no que los funcionarios nacionales tengan que viajar a apagar el incendio, como ocurrió en Salta.
Pero, en privado y en público, los gobernadores expresaron su oposición a que un delegado del Gobierno se establezca en su provincia a monitorear cómo gastan sus recursos.
Los gobernadores justicialistas de las provincias chicas �luego se sumaron los de las grandes�, reunidos en la casa de la provincia de Tucumán, habían elaborado por la tarde un documento que le dejaron a De la Rúa. Allí le reclamaban al Presidente que diera a conocer �su programa de protección social�, mientras que se mostraban de acuerdo con la �reducción del gasto público improductivo�, pero advertían que ellos ya habían hecho el ajuste cuando firmaron el Pacto Federal Fiscal. Como propuesta, enfatizaron �la necesidad de que el Poder Legislativo nacional vuelva a los niveles de gastos de 1998, con lo que se ahorraría unos 100 millones de pesos�.
Luego de la reunión, algunos gobernadores justicialistas, como De la Sota, se quejaron por la falta de anuncios concretos del Gobierno y adelantaron que los 35 millones de pesos extra que se destinarán a los planes de empleo no serán suficientes para socorrer las carencias que sufren las provincias.
En cambio, los mandatarios aliancistas percibieron la reunión en términos ideales: �Parecíamos un país en serio; el Presidente hablándoles a los gobernadores, sin intermediarios. Nada que ver con el Gobierno anterior�, interpretó el gobernador chaqueño, Angel Rozas. �Los recursos sociales vienen de un solo lugar: de los aportes que hacen los argentinos con sus impuestos�, había intentado convencerlos De la Rúa. �Debemos asegurarnos que esos recursos que aporta el pueblo sean distribuidos con la máxima eficiencia y con absoluta transparencia�, agregó. El Presidente terminó sus palabras con una patriótica alusión a la cercanía del 25 de Mayo, �lo cual refuerza nuestro deseo de construir juntos un destino común�.
Tantas reuniones de trabajo, tantos discursos, no dejaron a todos conformes. Al parecer varios de los invitados habían llegado a Olivos con más expectativas, si no de anuncios concretos, al menos de ser protagonistas por un momento. Mientras se esperaba que terminara la reunión con los gobernadores, el secretario de Gobierno de San Luis, Jorge Sopeña, decía que su función durante el encuentro con Jorge de la Rúa se limitó a �escuchar al secretario general hablar sin ninguna propuesta sobre nada�. Algo parecido dijo el gobernador salteño Juan Carlos Romero: �Estoy un poco desilusionado, venía con otras expectativas�.
Informe: Martín Piqué
| Chacho y su idea de recorte
El vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez aclaró ayer que es Fernando de la Rúa quien tiene �la decisión última� sobre el modo en que se aplicará el recorte de 600 millones de pesos en el gasto público, aunque advirtió que se debe evitar que �los sectores más débiles, más vulnerables, terminen pagando los platos rotos que nos dejaron�. Alvarez se inclinó por �trabajar sobre zonas improductivas del Estado�, y dijo que habría que �suprimir o fusionar organismos que ya no cumplen ninguna función�. �La gente no está en condiciones de terminar pagando los costos de la política de reorganización fiscal�, sostuvo Alvarez, quien de todos modos se rehusó a adelantar su posición sobre, por ejemplo, la idea de rebajar el salario a los estatales. �Hay que tener �dijo� mucho cuidado con lo que se dice y más los que tenemos algún tipo de responsabilidad institucional. Luego esto puede traer consecuencias, complicar.� Alvarez negó que la decisión de realizar un nuevo ajuste sea el resultado de una directiva del FMI, al que igualmente reclamó que �amplíe su mirada y le incorpore la dimensión social�. |
MOTIVOS Y ESTRATEGIAS DEL GOBIERNO FRENTE A LOS GOBERNADORES
Consenso, sí, pero con las barbas en remojo
Por José Natanson
Involucrar a los gobernadores en la dura crisis social que enfrenta el Gobierno, compartir con ellos la responsabilidad de los estallidos y obligarlos a buscar soluciones antes de apelar a la Casa Rosada. Estas fueron, más allá de los anuncios, algunas de las motivaciones políticas que explican la megarreunión de ayer. Un encuentro que se desarrolló en un momento difícil para Fernando de la Rúa, quien debe conciliar los recortes de presupuesto con los reclamos sociales y, como si fuera poco, pilotear la creciente tensión que se ha instalado en su gabinete.
Un mes atrás, cuando el Presidente planificó la reunión, se imaginó fortalecido luego de la sanción de la reforma laboral y del triunfo porteño del 7 de mayo. Sin embargo, los conflictos sociales en el interior, el anuncio de un nuevo recorte del gasto público y la minitormenta posterior a las declaraciones de Fernando de Santibañes complicaron las cosas.
A pesar del panorama, De la Rúa decidió de todos modos convocar al encuentro de ayer, que se explica por varios motivos.
 El primero fue trasladar la discusión por la política social de un escenario de conflicto al terreno del acuerdo. En el Gobierno aseguran que el 60 por ciento del gasto social de la Argentina es administrado por las provincias y que, sin embargo, suele ser la administración nacional la que carga con el costo político de las protestas. �En cuanto pasa algo llaman a la Gendarmería, y al final somos siempre nosotros los que tenemos que apagar el incendio�, aseguraba un funcionario. De esta manera, los mandatarios provinciales, en su mayoría justicialistas, quedarían naturalmente involucrados en el duro contexto de crisis social.
La segunda explicación se vincula a la necesidad de presionar a los caciques provinciales para que busquen soluciones antes de apelar a la Casa Rosada. Cada vez que estalla una crisis, los funcionarios de la Alianza se quejan de que los gobernadores hacen poco y nada para prevenirla. Es, dicen, una manera de llamar la atención y presionar por fondos al Ejecutivo nacional.
El tercer objetivo de la reunión fue apuntalar a Graciela Fernández Meijide, la ministra más criticada por el PJ. Por eso, el rol protagónico que tuvo la titular de Desarrollo Social durante los encuentros de ayer no fue casual. �Atacan a Graciela porque es la que tiene más contacto con las provincias, la que tiene que solucionar las cosas. De la Rúa quiere fortalecerla�, dijo a este diario una fuente de Presidencia.
El encuentro también apuntó a generar un marco adecuado para la propuesta de Carlos �Chacho� Alvarez de fijar un tope a las dietas de los legisladores provinciales.
Finalmente, la reunión fue continuación de una estrategia que De la Rúa viene desarrollando desde su asunción: privilegiar el diálogo con los jefes territoriales del PJ, a quienes ha recibido y visitado en varias oportunidades, en desmedro de Carlos Menem, el titular formal de la oposición.
Más allá de los objetivos, lo cierto es que el encuentro se desarrolló en el momento de mayor tensión en el gabinete, dividido entre los recortes ordenados por Machinea y los planteos de más políticas activas y de contención social de los ministros políticos.
Algo de esto se notó anteayer por la mañana, en una reunión previa de la que participaron Machinea, Nicolás Gallo, Jorge de la Rúa, Graciela Fernández Meijide y Federico Storani. Cuando llegó el momento de discutir el nuevo recorte, el ministro del Interior dejó en claro la posición del ala política del Gobierno. �Yo entiendo las restricciones, pero estas medidas de reducción tendrían que hacerse de manera gradual y acompañadas por otras de contención y crecimiento�, dijo Storani.
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