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Una obra social cubre la ligadura de trompas sin permiso judicia

OSEP, de Mendoza, hará la intervención si hay indicación terapéutica. Sugieren que otras obras sociales sigan el ejemplo.

Marcelino Iglesias, el titular de la OSEP de Mendoza.
Propone que �sólo se considere la autodeterminación de la mujer�.


Por Mariana Carbajal

t.gif (862 bytes) La Obra Social de Empleados Públicos de Mendoza, la más grande de la provincia, anunció que cubrirá la operación de ligadura de trompas de Falopio como una práctica más, siempre que exista una indicación terapéutica. Además, aclaró que no exigirá una autorización judicial. La decisión es inédita. Hasta ahora, ninguna obra social sindical se hacía cargo del total de la intervención. �Somos la primera y queremos que otras nos imiten. Debería, incluso, modificarse la legislación para que no se exija una prescripción médica y sólo se tenga en cuenta la autodeterminación de la mujer sobre su cuerpo�, señaló a Página/12 Marcelino Iglesias, titular de la OSEP. La medida se suma a un movimiento que viene creciendo en el país, para facilitar a las mujeres el acceso al procedimiento quirúrgico de infertilidad. 
El próximo martes, 23 expertos de primerísimo nivel, convocados por la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires, emitirán una resolución sobre el tema. Paralelamente, el gobierno de Mendoza estudia diseñar un protocolo para que los hospitales públicos realicen la ligadura sin requerir la orden de un magistrado, y en varias localidades del Alto Valle de Río Negro se está debatiendo la cuestión en foros públicos y en las Legislaturas (ver aparte).
La Obra Social de Empleados Públicos de Mendoza (OSEP) tomó la decisión de cubrir y eliminar la exigencia de la orden judicial a partir del reclamo de una afiliada. Se trata de una docente de escuela primaria del Gran Mendoza, de unos 32 años, que padeció el mismo calvario que la mayoría de las mujeres que reclaman la operación en un centro de salud del sistema de seguridad social. En agosto, mientras cursaba el séptimo mes de embarazo, la maestra �identificada por las iniciales M.D.� pidió en el Hospital Alexander Fleming, ubicado en el centro de la capital mendocina y propiedad de la obra social, que le realizaran la ligadura de trompas durante el parto, porque había tenido problemas con otros anticonceptivos y no quería tener más chicos. El que venía en camino sería su quinto hijo. Pero, como suele suceder cuando la solicitud no se realiza en el sector privado, la dirección del hospital le exigió que presentara una autorización judicial para llevar a cabo la intervención. M.D., cuyo esposo está subocupado, presentó un recurso de amparo en un juzgado de familia, pero se lo rechazaron. Apeló y la Tercera Cámara de Apelaciones en lo Civil de Mendoza, finalmente, le dio la razón: el 20 de marzo, el tribunal ordenó a la OSEP proceder a la ligadura de trompas. La operación se concretó el martes 16 de mayo. Por supuesto, el bebé ya había nacido meses atrás.
Un informe médico, incorporado al expediente judicial, confirma las dificultades que la docente había tenido con otros métodos contraceptivos. Menciona que uno de los hijos fue concebido mientras ella tenía colocado un dispositivo intrauterino (DIU) y, por otra parte, las píldoras le provocaban várices. �Lo más jorobado es que la mujer tenga que hacer una exposición de todas sus miserias y pasar una barrera de obstáculos para conseguir la autorización judicial para poder realizarse la operación. Esto es lo que queremos evitar. De ahora en más, sólo con una indicación terapéutica, las afiliadas podrán acceder a la ligadura de trompas, con una cobertura total si se practica en el hospital de la obra social�, indicó Iglesias, quien asumió al frente de la OSEP en enero, luego del cambio de gobierno provincial. 
Iglesias, quien en 1996 impulsó la sanción de una ley de Salud Reproductiva como diputado provincial, es partidario de que el Congreso nacional modifique la Ley 17.132, de Ejercicio de la Medicina, para que se elimine el requisito de la prescripción médica y sólo se tenga en cuenta el consentimiento informado de la mujer, a la hora de llevar adelante una ligadura de trompas. 
La ligadura de trompas es un tema polémico. Habitualmente, en los hospitales públicos, los médicos se niegan a practicarla si la paciente notiene una autorización judicial. Y los magistrados no la firman porque consideran que no es necesaria. Los médicos exigen la orden de un juez porque históricamente se consideró a la operación como una esterilización �aunque hoy las nuevas técnicas permiten que sea reversible en un alto porcentaje de casos� y temen una eventual demanda futura por lesiones graves, promovida por algún abogado buscapleitos. 

 

 

La información en hospitales

�Queremos diseñar un protocolo para que todos los hospitales públicos realicen la ligadura de trompas sin exigir una orden judicial�, reveló a Página/12 Ana María Andía, titular del Programa de Salud Reproductiva del gobierno de Mendoza. Andía confió que para avanzar en esa decisión esperarán las conclusiones del comité de especialistas que analizará el tema el martes próximo, en una jornada organizada por la Defensoría del Pueblo de Buenos Aires, organismo que viene trabajando para facilitar el acceso de las mujeres a este tipo de operación de infertilidad. �Por el momento �explicó Andía� estamos realizando actividades de docencia con los directores de hospitales y jefes de maternidades, para que comprendan que no es necesaria la autorización judicial previa. Hay mucha confusión al respecto�.
En el encuentro convocado por la Defensoría, participarán prestigiosos expertos en derecho, bioética, ginecología y derechos reproductivos, como la jueza Carmen Argibay, el juez Pedro Hooft y el médico Roberto Nicholson, entre otros.

Un reclamo en aumento

La llama se encendió en la localidad de Villa Regina. Pero se propagó a otros municipios del Alto Valle de Río Negro, como Chichinales, Ingeniero Huergo, Cipolletti y Alles, y también en la ciudad de General Roca. Desde hace un mes y medio, las dificultades que tienen las mujeres para llevar adelante una ligadura de trompas en el sector público se ha convertido en tema de debate en foros públicos y en los concejos deliberantes locales. �Es muy interesante lo que está pasando, porque el tema se está extendiendo por Río Negro. Evidentemente, había una necesidad de la gente�, señaló a Página/12 el médico Mario Mas, del Hospital de Villa Regina, una localidad de 33.000 habitantes, ubicada 500 kilómetros al norte de Bariloche. 
Mas prendió el fuego en marzo, al abrir un registro en el hospital para que se anotaran las mujeres interesadas en practicarse una ligadura. En un mes se inscribieron 70. Con ese listado, el médico pidió al defensor del Pueblo de Río Negro que arbitrara los medios necesarios para evitar que se exigiera una orden judicial para realizar la operación, como se acostumbra en los hospitales. El Concejo Deliberante local manifestó su apoyo al reclamo y en los últimos días se sumaron las legislaturas de Chichinales e Ingeniero Huergo, y están interesadas en tratarlo ediles de Allen y Cipolletti.

 

 

opinion
Por Eduardo Luis Duhalde

¿La gordura es obscena?

La Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, con irreprochable criterio, ha resuelto que la exhibición pública de los senos por parte de un travesti no importa una conducta delictual. Ahora bien, la conclusión sería que nos encontramos frente a una falta, es decir, ante una contravención.
Esta punición crea una gran tribulación espiritual para los hombres de excesivo peso �conocidos como �gordos�� y nos introduce en campo de las mediciones geométricas.
En efecto, la legislación argentina y la jurisprudencia, al menos hasta la fecha, no ha hecho una extensión asimilativa de los travestis al género femenino. Para la ley nuestra, obsoleta o no, los travestis siguen perteneciendo al sexo masculino. Aunque en su vida de relación se llame �Coca� o �Mimí�, la fría ley se atiene a su documento de identidad y será el Sr. �José Pérez� o �Juan Gómez�.
Ahora bien. O concluimos que los boxeadores en el ring, los obreros de la construcción, los jugadores de fútbol que se sacan la camiseta y todos aquellos hombres que muestran su torso desnudo realizan una exhibición obscena y provocan apetitos sexuales, o introducimos el criterio cuantitativo, en relación al tamaño de las glándulas mamarias. La Legislatura de la Ciudad, mediante consenso, deberá dictar un �Baremo mamario� con complejas fórmulas sobre peso, altura, contorno de torso y tamaño de los senos (tal vez apelando a la raíz cuadrada).
Los jueces y fiscales, en el futuro, deberán salir munidos de una cinta métrica. Y es allí donde se crea el problema para los gordos. No nos cabe duda de que un luchador japonés de Sumo que se pasee por las calles de Buenos Aires, o el canal de televisión que transmita sus combates, incurrirán en una infracción punible. ¿Pero, dónde estaría el límite moralmente aceptable de crecimiento del pecho masculino?
¿Obsceno? ¿U obseno? La partícula latina �ob� significa oposición, y seno, mama. Temo que estemos en las vísperas de otra Guerra Santa.
* Camarista

 

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