Por Nora Veiras
El gobierno de Tierra del Fuego decidió atentar contra el sentido común para resolver el recorte salarial docente: alargó 25 días hábiles las vacaciones de verano y cinco días el receso invernal. La lógica aplicada fue menos días de clase a cambio de una reducción de haberes del 30 por ciento. El viceministro de Educación de la Nación, Andrés Delich, le pidió al ministro de Gobierno, Trabajo y Justicia provincial, Raúl Ruiz, que reviera esa medida porque �el mantenimiento y, en lo posible, la extensión de la cantidad de días de clase es un elemento básico para el éxito del proceso educativo y la medida de su gobierno configura un precedente de extrema gravedad�. La Federación de Trabajadores de la Educación (CTERA) rechazó la medida que �es una afrenta a los docentes y a los propios chicos�.
El 12 de mayo pasado, Ruiz firmó un acta acuerdo con la Unión Docentes Argentinos (UDA), delegación Tierra del Fuego, para intentar solucionar la protesta del sector. La cláusula 5 del convenio establece que �como surgen diferencias en el cómputo final de días compensatorios y licencias, se establece adecuar la misma de la siguiente manera: se anexarán cinco días hábiles al período vacacional invernal y veinticinco días hábiles al período estival, previéndose para ello adelantar en una semana la finalización del ciclo lectivo. �Este acuerdo vulnera principios básicos de la política educativa nacional, con grave perjuicio para los estudiantes. Como es de su conocimiento, la cantidad de horas de clase es una variable fundamental para el logro de la educación de calidad�, le escribió Delich a Ruiz.
El Sindicato Unificado de los Trabajadores de la Educación Fueguina (Sutef), el gremio de base de CTERA, envió una carta al ministro Juan José Llach en la que describe la crisis provincial. El 2 de mayo renunció la ministra de Educación, Aída Chaves de Basanta, y desde entonces la cartera está acéfala. Pero, en realidad, el origen se remonta a fines del año pasado. Antes de dejar el poder, José Estabillo (Movimiento Popular Fueguino) decidió el recorte salarial del 30 por ciento para toda la administración pública. El 15 de diciembre, se aprobó la ley de presupuesto con un recorte de aproximadamente el 40 por ciento para Educación y se derogó por esa vía el Estatuto del Docente Provincial. De inmediato, se tomaron vacaciones y recién a mediados de enero apareció el nuevo gobierno surgido del apoyo del MPF al peronista Carlos Manfredotti en el ballottage.
El nuevo gobernador hizo un acuerdo con la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) para compensar la rebaja salarial con reducción del tiempo de trabajo. Ante la posibilidad de que se intentara extender ese criterio al sector docente, la secretaria general de CTERA, Marta Maffei, viajó en marzo a Ushuauaia para conversar con los legisladores. �Todos entendieron que ese planteo era impensable para la educación�, comentó Maffei a Página/12 , quien repudió el recorte salarial �porque nosotros no peleamos con 1000 días de Carpa Blanca para obtener el fondo de financiamiento para que las provincias lo aprovechen y recorten salarios�. Con el propósito de quebrar el paro por tiempo indeterminado que habían decidido los docentes, Manfredotti devolvió parte de la quita salarial a los docentes del nivel inicial, del primer y segundo ciclo de la Educación General Básica (EGB, de primero a sexto grado), Adultos y Educación Especial, a través del incremento del ítem presentismo equivalente al 96,7 por ciento del sueldo básico. En buen romance, si el maestro falta un día pierde no sólo el 30 por ciento sino más. A pesar de las limitaciones del caso, fueron exceptuados de la devolución los maestros complementarios, los que prestan servicio en áreas de frontera, los directores de todos los niveles, los profesores de EGB3, Polimodal, Terciarios, Superior y el personal del área psicopedagogía.
La huelga continuó en el nivel medio y superior. La última jugada fue entonces acordar con la Unión Docentes Argentinos (UDA) �una filial queacaban de formar con el apoyo del peronismo� la reducción de los días de clase. La educación de los chicos queda así diluida en la ilógica del ajuste a cualquier precio.
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