Por Carlos Rodríguez
La extraña muerte de Natalia Fraticelli, de 15 años, comenzó a recorrer el lento camino hacia el esclarecimiento, doblando por el sendero más escabroso: la madre de la adolescente de Rufino, María Graciela Dieser, fue detenida y acusada por el delito de homicidio agravado por el vínculo. La noticia, como operación sin anestesia, terminó de romper la estructura misma de la pequeña ciudad santafesina, partida en dos a la hora de juzgar el drama terrible que la acusación desnuda. Cuando la madre fue sacada ayer de su domicilio, fatalmente esposada para no dejar dudas sobre su situación procesal, la reacción de los vecinos expresó ese quiebre. Unos la condenaron al grito de �asesina�, mientras otros optaron por el último gesto del �fuerza, Graciela�, resistiéndose a creer que algo tan tremendo les esté ocurriendo a ellos. Lo que sigue en la nebulosa es el móvil del crimen, pero hay datos fehacientes que indican que Dieser era una mujer proclive al estallido emocional y tenía el antecedente de haber amenazado de muerte al hijo de un juez (ver aparte). También se habla de un supuesto amante de la madre, que fue descubierto por la víctima.
Luego de anunciar la detención de la madre, el juez Víctor Pautasso y el fiscal Tomás Orso �ambos se declararon incompetentes para seguir con la causa por su vinculación afectiva con la familia en cuestión� aclararon que el también magistrado Carlos Fraticelli �no quedó detenido por el fuero�, ya que previamente tendría que ser suspendido en sus funciones, aunque anticiparon que �eso no significa que no pueda ser detenido� en un futuro cercano. Al parecer, Fraticelli habría tomado conocimiento, por boca de su esposa, de que era ella quien había asesinado a Natalia, motivo por el cual intentó suicidarse tomando una sobredosis de pastillas tranquilizantes. Por ello se le podría imputar el delito de encubrimiento, según estimaron fuentes allegadas a la causa.
En ese marco, dentro de los posibles móviles, se tejió una delicada madeja de especulaciones que hasta anoche no había sido confirmada. El eje sería la inminente detención de Edgardo Martín, de 28 años, kinesiólogo de profesión, a quien se le atribuye una supuesta relación íntima con la señora Dieser. Todos saben en Rufino que la esposa del juez Fraticelli tuvo hace unos meses un accidente de tránsito en el cual sufrió la fractura de un brazo. Eso la obligó a realizar trabajos de recuperación con Martín, quien trabaja en la Clínica Santa Fe, la misma en la que ahora está internado Fraticelli.
El juez Pautasso, padrino de Franco Fraticelli, el hijo adoptivo de la familia, dio a entender que la señora Dieser se declaró inocente, pero en su larga declaración de más de diez horas ante la Justicia puso de manifiesto una serie de contradicciones que la colocaron en la mira. El dato que terminó por convertirla en acusada lo aportó su esposo, el juez Fraticelli, ante quien ella habría confesado la autoría del hecho. Eso habría sucedido en los dramáticos momentos que siguieron a la muerte de Natalia, estrangulada sobre una de las camas que hay en la que era su habitación, en la planta alta del edificio ubicado en Santa Fe 349.
El médico forense José Bonifacio, del Instituto de Medicina Legal de Rosario, confirmó a Página/12 que los autores del hecho �en ningún momento ejercieron violencia sexual� y en ese sentido fue contundente al señalar que la chica �era virgen�. También está claro que en ningún momento ofreció resistencia, lo que confirmaría que quienes la atacaron fueron personas de su más íntimo conocimiento. �En las uñas de la víctima no se encontraron cabellos ni muestras de piel, lo que indica que en ningún momento intentó o no tuvo oportunidad de defenderse�, explicó el médico.
Según Bonifacio, está �muy claro que la muerte fue por estrangulamiento� y descartó alguna importancia �en el resultado muerte�, de la bolsa de nylon que le cubría la cabeza al momento de ser encontrada. No está confirmado, todavía, si tenía la manos atadas con un pañuelo, que apareció sobre la cama. Dijo que tampoco puede precisarse si el crimen fue cometidopor una o más personas. Una versión indica que del hecho participó alguien que se encontraba en ese momento en la casa de los Fraticelli.
La señora Dieser fue sacada ayer al mediodía de su casa, esposada y con una escolta de cinco mujeres policías. Iba con la cabeza gacha y en ningún momento respondió a las expresiones de los vecinos. Algunos le gritaron �asesina, asesina�, mientras que otros optaron por el apoyo incondicional, a pesar de lo que dijo la Justicia en primera instancia. �Fuerza, Graciela�, manifestaron los que confían en su inocencia, mientras otros le pedían que hablara y que diera �la cara�, esperando una confesión pública o un rechazo de los cargos.
La acusada fue trasladada, en condición de detenida, al hospital Alejandro Gutiérrez, de la vecina localidad de Venado Tuerto, donde permanecía con una severa custodia policial. En las mismas condiciones está internado, en la Clínica Santa Fe de Rufino, el juez Fraticelli. El director de ese establecimiento, Manuel Bruchmann, informó ayer que el padre de la chica asesinada �pasó muy mal la noche�, luego de prestar su crucial declaración de cuatro horas ante el comisario Ricardo Milicic, jefe de la Unidad Regional VIII, y el fiscal Orso.
Franco Fraticelli, el hermano de Natalia, también fue retirado de su casa con custodia policial, pero luego se aclaró que está en libertad y sin cargos en su contra. Veinticuatro horas antes, algunos policías locales lo habían sindicado, extraoficialmente, como el autor del hecho.
Ahora, la hipótesis que se maneja es que la víctima sorprendió a su madre y al supuesto amante en la casa familiar, desencadenando el drama. En ese marco posible se confirmaría que Franco no estaba en la casa, mientras que el juez Fraticelli estaba cenando con su amigo y compadre Pautasso, que por razones de amistad no puede continuar con la causa. Esa incertidumbre respecto de quién continuará la investigación hace más densa la niebla sobre las posibles razones que llevaron a una madre a cometer filicidio.
El filicidio analizado por especialistas
�Impacta porque desmiente el mito�
Por Mariana Carbajal
La noticia de la detención de María Graciela Dieser, acusada de haber dado muerte a su hija, de 15 años, estremeció al inconsciente colectivo. ¿Cómo puede una mujer ahorcar a su propia hija? El hecho está dentro de los �impensables� para la cultura occidental. Lo que más perturba es que da por tierra con el mito de que existe un instinto maternal y las madres son por naturaleza amorosa. Según coincidieron expertos consultados por Página/12, el filicidio cometido por una mujer no es un crimen frecuente y aun es más excepcional cuando se trata de una víctima adolescente.
�El filicidio más común es aquel que se comete contra recién nacidos, durante el parto o dentro de las 72 horas posteriores. No son hijos deseados. La madre vive una situación de mucho conflicto. Por la angustia y la desesperación del nacimiento entra en una ambivalencia, oscila entre tenerlo y no tenerlo. Y en un estado de confusión, termina con la muerte del niño, que habitualmente es asfixiado o abandonado en un colchón debajo de una almohada�, indicó Juan Akimenco, psiquiatra y médico legista, del Servicio Penitenciario Bonaerense, quien ha intervenido en el peritaje de varios casos de filicidio.
En el eventual caso de que la esposa del juez de Rufino haya asesinado a su hija, �empezaría por descartar que la mujer no ha sufrido un trastorno mental que haya facilitado su accionar, lo que no significa que pueda llevarla a la inimputabilidad: puede haber tenido un brote psicótico -como un cuadro paranoide o delirante� o un trastorno de personalidad. Los cuadros paranoides suelen aparecer en la mujer o el hombre adulto, alrededor de los cuarenta y cuarenta y pico, ante las famosas crisis�, agregó el médico legista. �Cuando analizamos este tipo de casos, estudiamos mucho la relación familiar y, en general, surge que siempre hubo un secreto. Por ejemplo, que el chico no ha sido deseado, es un hijo extramatrimonial, adoptivo o rechazado por alguna discapacidad�, describió Akimenco.
�Es un tipo de homicidio raro�, sostuvo el médico legista Mariano Castex. �En una frecuencia estadística, los infanticidios provocados por una madre son esporádicos�, coincidió el forense Osvaldo Curci. Para Castex, �no hay un perfil de madre asesina�. �Cada delito hay que leerlo en su circunstancia. En algunas culturas, como la guaranítica, aparece en madres que se creen deshonradas por sus hijos por alguna cuestión; por ejemplo, si son epilépticos, porque creen que están poseídos por el demonio�, apuntó.
�La relación entre una madre y una hija adolescente puede ser muy hostil. Pero nunca es ni tan desesperante ni tan desesperada como para tener un final así. Sólo puedo pensar que (el asesinato) fue desencadenado por un sentimiento de máxima desesperación�, consideró Mabel Burín, doctora en Psicología Clínica y especialista en salud mental de mujeres.
La acusación contra la señora Dieser actualizó la discusión en torno al instinto maternal. �El caso impacta porque viene a desmentir el mito del amor maternal como natural, esencial y ahistórico. El amor maternal instintivo no existe. Es una construcción cultural que empieza a partir de la Revolución Francesa, para preservar la reproducción de gente y llenar los ejércitos, en tiempos de guerras�, recordó el médico psicoanalista Juan Carlos Volnovich.
En ese sentido, Volnovich recordó que en la antigüedad el filicidio era �bastante frecuente� y no se consideraba un hecho punible. Incluso recordó la leyenda griega de la hechicera Medea, que, traicionada y abandonada por su marido Jasón, se venga con la muerte de sus propios hijos. �Lo más interesante �destacó el psicoanalista� es que después del crimen ella se lamenta amargamente, pero no por sus hijos sino porque no va a tener quien la cuide en su vejez y quien la entierre cuando muera.�
OSCUROS EPISODIOS DE LA FAMILIA
�Había un desequilibrio�
Por Eduardo Videla
Desde hacía algún tiempo, las cosas no funcionaban bien en la familia Fraticelli: la Justicia ya investigaba a la mujer del juez, desde principios de mayo, por amenazas de muerte al hijo de otro magistrado de Rufino, amigo de la familia. En el círculo más cercano a los protagonistas del drama, se admite que �existía un desequilibrio en la mujer, pero también en su esposo, probablemente a causa de la enfermedad de la nena�. Natalia, la chica asesinada, tenía secuelas de la meningitis que había sufrido hace cuatro años y, aunque estaba mejorando, seguía con problemas de aprendizaje, convulsiones y fugaces pérdidas de conciencia.
A principios de mayo, varias llamadas anónimas perturbaron la paz en la familia del Carlos Chasco, quien fue juez penal de Rufino y ahora es miembro de la Cámara de Apelaciones en lo Civil de Venado Tuerto. Se trataba de amenazas de muerte contra el hijo adolescente del magistrado. Chasco hizo la denuncia y la Justicia dispuso la intervención de su teléfono. Luego comentó el episodio con el matrimonio Fraticelli, amigos de la familia. Graciela, al verse acorralada, confesó que había sido ella la autora de los llamados, según reveló a Página/12 una fuente vinculada con la causa. El hijo de Chasco era amigo y compañero de estudios de Franco Fraticelli, el hijo adoptivo de la pareja, de 17 años.
En los últimos tiempos, los amigos más cercanos del juez Fraticelli le habían advertido sobre las conductas de su esposa. �Graciela tiene algún problema, no está bien�, lo alertaron. Pero él negó la situación y se puso del lado de ella. �Entonces nos dimos cuenta de que el desequilibrio era de los dos�, relató a este diario uno de los allegados. Pero el desenlace de la historia sorprendió incluso a los más prevenidos. �Esto que pasó no es algo que se decide repentinamente, se viene madurando durante un tiempo�, conjeturó la fuente.
El sábado a la mañana, el propio juez Fraticelli llamó por teléfono, a eso de las 8, al doctor Hugo Costa, médico de la familia, para decirle que Natalia había aparecido muerta en su habitación. Cuando llegó, media hora después, el médico encontró a la madre abrazada, llorando junto al cuerpo de su hija. Poco después llegó a la casa el juez Chasco, acompañando a Franco, quien había dormido en la casa de su abuela: él lo había informado sobre la tragedia en su familia.
Los Fraticelli habían adoptado a Franco porque no podían tener hijos, pero poco después ella quedó embarazada de Natalia. La chica sufrió una meningitis a los 11 años, enfermedad que le dejó secuelas por las que estaba medicada hasta la actualidad. Hasta ayer, la familia gozaba de la mejor reputación entre los vecinos. Graciela, católica practicante, había sido misionera en la iglesia Santísima Trinidad, de Rufino, según recordaron algunos vecinos. El juez era un magistrado respetado por todo el fuero penal. Hoy, según las fuentes, él no está preso sólo porque lo protegen sus fueros de magistrado.
Las madres que matan
La mentira: En 1994 Susan Smith, una norteamericana divorciada de 23 años, contó una historia que conmovió a todo Estados Unidos: sus dos hijos, Michael de 3 años y Alex de 14 meses, habían sido secuestrados. El país se movilizó en su búsqueda. Pero 9 días después se supo la verdad: Susan los había arrojado a las aguas congeladas del lago de Carolina del Sur en su Mazda rojo. Los chicos estaban durmiendo cuando se ahogaron. Smith fue condenada a prisión perpetua.
La enfermedad: En 1998, en la provincia de Chaco, una curandera le anunció a Selva Remigia Ibáñez que tenía una enfermedad mortal. Selva, de 18 años, deambuló por el pueblo de Napenay desesperada, pensando que iba a morir. Al final se decidió y una por una, ahogó a sus tres hijas en un charco. La policía encontró los cuerpos acostados en las inmediaciones de una represa. �Las maté para que no sufrieran cuando yo muriera�, declaró la imputada que luego fue absuelta con diagnóstico de psicosis. La enfermedad terminal nunca existió: lo único que encontraron los médicos al examinarla fue una infección urinaria.
En mamadera: Alicia Payano de Zayas fue condenada a cadena perpetua el año pasado por matar a su beba de apenas 12 días de vida dándole raticida con la mamadera en el año 1995. La mujer que en 30 años engendró 6 niños, dijo a la policía que �ya tenía demasiados hijos� y que con los 200 pesos que ganaba su marido no le alcanzaba para mantenerlos. Luego de envenenar a su hija, la enterró en un campo en las cercanías de su casa en Corpus, Posadas.
A balazos: La esposa de un alto dirigente del peronismo formoseño asesinó a quemarropa en marzo de 1996 a sus dos hijos de 7 y 8 años y se suicidó. Estela Castillo esperó pacientemente que sus hijos se durmieran, los mató de varios balazos y se disparó un tiro en la sien. Su esposo, Humberto Parmetler, diputado y titular del PJ en la capital de Formosa, sufrió una crisis de nervios cuando se enteró. Más tarde, trascendió que sus dos esposas anteriores lo habían denunciado como golpeador.
A patadas: Isabel Enríquez, de 29 años, estaba alterada porque su hija de 13 meses no controlaba esfínteres. En abril de 1990 perdió los estribos: la dejó sentada en una escupidera a la intemperie para que �aprendiera a pedir�. Al escuchar los quejidos en su casa de Merlo salió y empezó a patearla, provocándole una masiva hemorragia intraabdominal y la muerte en pocas horas. Su marido estaba en la casa y no hizo nada para detenerla. En 1993 ambos fueron condenados a reclusión perpetua. En la condena se evaluó la crueldad de los tormentos a la hora de fijar la condena. |
|