Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira

 

DURO 22 AÑOS, COSTO MILES DE VIDAS Y FUE LA PRIMERA DERROTA MILITAR DE ISRAEL
Abrupto final de la guerra más larga

La guerra del Líbano llegó a su fin ayer tras 22 años. Aquí, pasado y presente del Vietnam del Estado judío.

El premier Ehud Barak saluda a un activista pacifista.


The Guardian de Gran Bretaña
Por Suzanne Goldenberg
Desde el punto de cruce fronterizo de Buena Cerca, entre Líbano e Israel

Haciendo sonar sus bocinas, un convoy de guerrilleros libaneses en Mercedes-Benz robados avanzó estruendosamente hacia la frontera ayer, deteniéndose a una distancia de escupida de los soldados israelíes que habían sido sus señores hasta hacía sólo unas pocas horas. Y así, luego de 22 años de ocupación y la muerte de mil soldados israelíes y muchos miles de libaneses, un nuevo orden nació ayer por la tarde en el punto de cruce fronterizo perversamente denominado Buena Cerca.
�El gobierno israelí ha cambiado la situación en Líbano �dijo el primer ministro Ehud Barak en una conferencia de prensa en Jerusalén, anoche�. No quedan soldados israelíes en Líbano.� Entre el clamor de victoria proveniente del pueblo libanés de Kafr Kila, que se encuentra a menos de un kilómetro de la frontera, soldados israelíes observaban al enemigo que había subrayado cada paso de su retirada del sur del Líbano con fuego de morteros y ametralladoras. Docenas de ellos confluían hacia los manzanos a lo largo de la frontera, acercándose a sus enemigos jurados. Pero, de acuerdo con las nuevas reglas de combate que Israel espera imponer en la última zona de guerra activa en sus fronteras, no abrieron fuego.
Tampoco tenían poder de prevenir el robo a mansalva de vehículos abandonados en la Buena Cerca durante el éxodo interminable de la milicia títere de Israel, el Ejército del Sur del Líbano �ESL�. Con la zona de seguridad evacuada bajo control de Hezbollah, los miembros de la milicia se exponen a represalias por haber colaborado con el ocupante. Mientras anochecía ayer, todavía seguían volcándose en masa hacia la frontera.
Pero para Hezbollah la fiesta estaba en su mejor momento. Aunque las exclamaciones de júbilo que llegaban del otro lado de la frontera deben haber enfurecido a los israelíes, estaban decididos a garantizar que el primer día del nuevo orden no degenerara en derramamientos de sangre. �Es territorio libanés, donde rige la soberanía libanesa �declaró el mayor Oliver Rafowicz, portavoz del Comando Norte del Ejército�. Hasta que alguien nos dispare o mate a ciudadanos israelíes, si ellos quieren hacer flamear banderas amarillas de Hezbollah o gritar slogans y disparar armas al aire, es un asunto interno de ellos.�
Pareció un sentimiento noble para lo que ha sido una retirada de lo más innoble. A las 6.42 AM, cuando las gigantescas puertas de acero fueron cerradas tras el último tanque en llegar del sur del Líbano, Israel todavía estaba consolándose en el hecho de que había logrado extraer sus 600 hombres y la mayor parte de su arsenal sin una sola baja. Terminaba una guerra tan destructiva para el alma nacional que fue llamada el Vietnam de Israel (ver nota aparte). Pero sus últimos ritos fueron sombríos. �Tengo dos sentimientos: gran felicidad y un gran dolor en el corazón�, dijo el soldado Shai Mor. Mientras su Mercedes se acercaba a la Puerta 93 para la última salida, Mor desplegó una bandera libanesa con su insignia de cedro. Detrás suyo llegó el brigadier Benny Gantz, con visores nocturnos colgando sobre su garganta y el oído pegado a un teléfono móvil. También él reconoció que el fin era doloroso, y que Israel había cometido un grave error de juicio al evaluar la capacidad de permanencia del ESL.
En Gaza, territorio bajo control palestino, el líder espiritual de Hamas, sheik Ahmed Yassin, escribió una carta al líder de Hezbollah, sheik Hassan Nasrallah. �En el movimiento islamista Hamas en Palestina vemos esta victoria como una victoria para el Islam y los musulmanes en Palestina y en todas partes�, decía. Pero algunos todavía ayer parecían ignorar el cambio de la situación. Ayer, el hasta ahora comandante del ESL, general Antoine Lahad, inmaculado en una camisa azul recién almidonada, se demoró almorzando en el Hotel de los Cedros en Metulamientras un guardaespaldas mantenía apartados a los periodistas. Lahad condescendió a alzar un vaso de Pepsi a manera de brindis, pero tal vez era inconsciente de que, en un pueblo de Marjayún, guerrilleros de Hezbollah todavía estaban buscando objetos de valor entre las ruinas de su casa saqueada.
Sesenta kilómetros al sur, sus compatriotas no podían darse el lujo de quedarse tan tranquilos. En Korazim, se estaba levantando un nuevo campamento de refugiados en una enorme playa de estacionamiento construida para la visita papal en marzo. Muchos de los recién llegados reventaban de furia. �¿Cómo se atreve Israel a ponernos en campos como éste �dijo uno de ellos�. Nosotros no somos palestinos.� 

 


 

LIBANO PODRIA SER SOLO EL PRIMERO 
Vietnam en el Medio Oriente 

Por Gabriel Alejandro Uriarte

Ayer se completó la retirada del ejército de Israel del sur del Líbano. Con ella se selló lo que indudablemente es la primera gran derrota del Estado israelí en sus más de 52 años de historia. El paralelo evidente es con Vietnam. En ambos casos, un ejército nunca antes derrotado fue humillado por una guerrilla local. El colapso no fue producto de una batalla decisiva, sino que siguió a un largo y doloroso proceso de �100 bajas por año�. Los clientes de la potencia de ocupación se disolvieron una vez que sus hermanos mayores comenzaron a replegarse. Tanto Vietnam como el Líbano cuestionaron pensamientos militares hasta entonces indiscutidos en los países vencidos. Por último, la derrota de una potencia aparentemente invencible actuó como incentivo para que otros grupos disidentes tomaran las armas contra quienes ven como sus opresores. El paralelo con Vietnam, sin embargo, podría subestimar la gravedad de la situación a la que ahora se enfrenta Israel. Tras su derrota en el Sudeste asiático, Estados Unidos no vio sus intereses vitales fundamentalmente amenazados. Algunos países africanos se pintaron de rojo, hubo señales preocupantes en América Central..., y eso fue todo. Si bien Estados Unidos no podía ganar la guerra de Vietnam, sí podía terminarla: sólo tenía que irse. Para Israel no es tan simple. Su actual predicamento es demasiado similar al que había motivado originalmente su largo e infeliz involucramiento con ese país. 

Manual práctico para crear un Vietnam 

No es exagerado afirmar que el problema de Israel sigue siendo fundamentalmente el mismo. En ambos casos la seguridad del norte de su territorio está amenazada por grupos guerrilleros instalados en el sur del Líbano. A fines de los �70 y comienzos de los �80, sin embargo, la amenaza provenía de la hoy respetable Organización para la Liberación Palestina (OLP) de Yasser Arafat. Israel dio un primer paso contra esa amenaza al invadir en 1978 el sur del Líbano (en ese momento enfrascado en una sangrienta guerra civil), ocupando lo que pasaría a llamarse la �franja de seguridad�. Pero la OLP seguía instalada en el resto del país. En 1982 Israel fue por más y avanzó hacia el norte, llegando hasta las puertas de la capital libanesa de Beirut. Simultáneamente, una invasión siria ocupó el resto del país. Eso resultó en la expulsión total de la OLP, que se replegó a Túnez. Poco después el ejército israelí se replegó luego de condenas por masacres cometidas por sus aliados cristianos. Aparte de esto, la invasión sólo pareció anotar otro éxito para el ejército israelí. Pero un nuevo peligro reemplazó a la OLP en el Líbano: Hezbollah. Su organización no se limitaba a las células terroristas del tipo OLP. También incluía redes sociales y comunitarias con la población libanesa. Sus fondos provenían de Irán y Siria. No tardaron en atacar con cohetes e incursiones al norte de Israel. Eso llevó a la ocupación en 1985 de la �zona de seguridad� por el ejército israelí. Las posiciones que ocuparon entonces eran las mismas que evacuaron precipitadamente entre anteayer y ayer. 
Como Estados Unidos descubrió en Vietnam, es muy traumático defender posiciones que pueden ser atacadas casi con impunidad. La solución de Washington para ese dilema fue enviar más tropas y lanzar más ofensivas al interior de Vietnam. Pero eso era imposible en el Líbano, especialmente a causa de la división siria de 30.000 hombres estacionada en el valle de Bekáa, en el centro del país. Por lo tanto, el ejército israelí no tuvo otra opción que mantener una postura pasiva y soportar los ataques. Las bajas siempre fueron relativamente limitadas. Luego de 15 años de ocupación ininterrumpida, se cuentan en alrededor de un millar de muertos. Pero el compromiso israelí en el Líbano no parecía tener fin. Y las bajas eran constantes. Comenzaron a aparecer quiebres en la moral de la tropa. El ejército israelí llegó en los últimos años a enviar psicólogos a sus búnkeres. No dio resultado. Se registraban cada vez más casos de desercióny evasión de la conscripción. El Hezbollah comenzó a adquirir armas más y más sofisticadas, con las que volaba en pedazos puestos avanzados israelíes. La situación era insostenible. Ehud Barak prometió terminarla. 

Barak tenía un plan

El esquema del premier no era complejo. Israel llegaría a un acuerdo global con Siria, por el cual se pactaría entre otras cosas el repliegue del Líbano. Si no había acuerdo, se produciría una retirada unilateral. La simplicidad del plan y la confianza del premier sirvieron para ocultar que no resolvía ninguno de los problemas que habían atado a Israel al Líbano por tantos años. En principio, Siria había dejado bien en claro desde hacía tiempo que no firmaría ningún acuerdo en tanto no recuperase el total de las Alturas del Golán. Barak se rehusó a aceptar ese repliegue y las negociaciones fracasaron a principios de año. La retirada debía ser unilateral. Y eso contenía dos riesgos: a) Israel no podía estar seguro de que sus aliados libaneses del Ejército del Sur del Líbano (que ya incluía una alta proporción de musulmanes) se mantendrían firmes y en calma mientras era abandonado. Efectivamente, el lunes la milicia se desintegró por completo. b) Sin un acuerdo con Siria, no había ningún motivo por el cual Hezbollah se abstuviera de desplegarse en la frontera israelí y comenzar a lanzar ataques de hostigamiento. El martes la guerrilla islámica disparó cohetes Katyusha a un descampado en Israel. Parecería ser nada más que el comienzo. 

Uno, dos, muchos más Líbanos

Como Estados Unidos, Israel parece haber extraído del Líbano la lección de que es muy peligroso enviar tropas de tierra a una operación con final abierto. En el futuro se debe contar mucho más con ataques aéreos. El gobierno y los medios israelíes plantearon ayer que la respuesta contra incursiones islámicas podría ser bombardeos de represalia contra el Líbano. Pero Israel ya probó con algo así en 1996, cuando lanzó los bombardeos �Viñas de la Ira�. Estos arrasaron con un campo de refugiados, lo que provocó condenas desde su opinión pública y sus aliados. Contribuyó a la caída del gobierno de Shimon Peres. No es un ejemplo auspicioso. 
En efecto, el gran garrote israelí parece ser ahora contraproducente. En el Líbano, Israel se retiró sin un acuerdo de paz, aceptando tácitamente que había sido expulsado por una guerrilla islámica. Ayer muchos medios árabes consideraron que �quizás el único medio que respeta Israel es la fuerza�. Entre otras cosas, eso podría deslegitimar al ahora pacífico Yasser Arafat como líder del pueblo palestino. Es el último y quizá más preocupante efecto de la retirada israelí. Como Vietnam, la derrota israelí puede crear una nueva y explosiva consigna en el mundo árabe: �crear un Líbano�.

 

PRINCIPAL