En auto, a dedo, en tren, en avión o en una interminable caravana de micros especialmente alquilados, media España se dio cita ayer en París para asistir a la final de la Liga de Campeones que disputaron en el Estadio de Francia el Real Madrid y el Valencia. No hubo sólo madrileños y valencianos sino gente de toda España que vino a �celebrar� la inevitable victoria española en una inédita final entre dos equipos de un mismo país que no se daba desde hacía 44 años. Eso de que España �es una e indivisible� quedó confirmado más allá de los regionalismos y las autonomías. Gallegos, catalanes, murcianos, valencianos, madrileños o asturianos poblaron los alrededores del estadio de Saint-Denis en una algarabía que se tornó en pugna por conseguir una entrada. Una hora antes del partido, las entradas se revendían a precio de oro, entre 1300 y 2300 dólares por cabeza. Hasta el celebérrimo Manolo, el hombre del bombo que siempre acompaña al Valencia, estuvo a punto de ver el partido por la televisión. Pero el Sésamo del Estadio se abrió a último momento gracias a la intervención de la Cadena de Radio Ser, que le consiguió una entrada. 
�Que te digo que va a perder el Madrid, por los cojones de la historia�, gritaba en las puertas del estadio un valenciano vestido de anaranjado mientras enumeraba las dos veces que el Real vino a París a disputar una final: �En el �56 jugó la final de la Copa europea contra Reims y la ganó. En el �81 perdió contra Liverpool. Y mira, en ese partido Vicente (entiéndase, Vicente del Bosque, el actual entrenador) estaba en el equipo. Por eso te digo: el Madrid la pierde�. No bien terminó de contar su historia, un matrimonio con un gorros adornados con dos manos en la cúspide le dijo: �A callar, que hemos venido a ver cómo gana España, que ni el Real ni el Valencia: España, tío, España�. Un arrollador �que viva España� tapó la discusión. Los pocos franceses que estaban en las tribunas miraban la serpentina de españoles que desfilaban por las tribunas como si fueran marcianos paracaidistas. Todos vestidos de anaranjado o de blanco, cantando con bombos y comiendo como si fuesen una misma familia que salió de paseo. �Qué gente tan linda�, se exclamaba admirado un periodista del diario deportivo L�Equipe: �Parecen todos hermanitos�. 
La cara de Héctor Cúper después del partido era de pocos amigos. El entrenador argentino de Valencia confesó que estaba �desconsolado� porque llegar a una final �significa que uno quiere ganarla�. Y el Valencia la perdió. Ambos entrenadores sacaron las mismas conclusiones: Cúper reconoció que el Madrid había sido �superior�, mientras que Vicente del Bosque declaró con orgullo que los merengues habían �controlado el partido de una punta a la otra�. Prueba del análisis de ambos entrenadores es la actitud de las tribunas. Los españoles no sabían muy bien qué festejar. Los madrileños aplaudían tímidamente, mientras que todo el sector anaranjado del estadio estaba sumido en un profundo silencio. Un joven valenciana con la cara maquillada de anaranjado lloraba diciendo: �Los madrileños son como los paraguas. Siempre caen de punta�.

EN MENDOZA ANTE NORWOOD, POR LA CORONA DE LOS PLUMAS 
Chacón tiene una cita con la gloria

El invicto pluma mendocino Pablo Chacón tratará de conseguir hoy la 25ª corona mundial para el boxeo argentino cuando enfrente al campeón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el estadounidense Freddy Norwood. La pelea se iniciará a las 17 en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza. 
Con una buena variedad de golpes y una muy buena defensa, Chacón (36 peleas: 36 ganadas, 26 KO) es la mayor esperanza del boxeo argentino y llega al combate mejor entrenado que nunca y tras dos intensos meses de preparación, que comenzaron en Mendoza, bajo las órdenes de su entrenador, Ricardo Braccamonte. Luego se trasladó a Buenos Aires para trabajar junto al experimentado Amílcar Brusa. Ya de regreso a Mendoza, se sumaron al grupo el santafesino Claudio Martinet como sparring, un zurdo que imitó los movimientos de Norwood y exigió al retador en el guanteo. Además, el boxeador mendocino logró dar el límite de la categoría (57,150 kilos) tres días antes de la pelea.
Pero la partida no será nada fácil porque enfrente estará un campeón mundial para nada improvisado. Norwood (38 peleas: 37 ganadas, 22 KO, y un empate) aseguró en noqueará a Chacón entre el quinto y sexto round, e incluso cuestionó la categoría del mendocino. Norwood es un rival de jerarquía y hay quienes lo consideran mejor boxeador que campeón de la OMB, el inglés Naseem Hamed. Conquistó el título en abril de 1998 frente al venezolano Antonio Cermeño. Cinco meses después la AMB le quitó la corona por no dar el límite de la categoría ante el japonés Koji Matsumoto, a quien luego noqueó. Sin embargo, en mayo de 1999, recuperó la corona tras derrotar nuevamente a Cermeño. Después realizó dos defensas, y en una de ellas, frente al mexicano Juan Manuel Márquez, se fue a la lona y ganó tras un fallo muy discutido.

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