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�El arte no compite, el arte, hermano, suma...�

Roberto Villanueva, Tina Serrano y Alejandro Urdapilleta, mejor director, actriz y actor, fueron algunos de los galardonados con los premios María Guerrero a la actividad teatral en la temporada �99.

Susana Rinaldi cerró la ceremonia, llenando de emoción a los presentes.
La cantante, y actriz, ingresó al escenario cantando �La cigarra�.


Por Hilda Cabrera

t.gif (862 bytes) Si se convirtieran en realidad los propósitos declarados por los funcionarios en la entrega de los premios María Guerrero, podría decirse que el futuro del teatro es promisorio. Norma Duek, de la Asociación Amigos del Cervantes, agradeció a Dios, �mi único socio, y lo recomiendo�, pero también hizo recuento de las empresas que realizan algún aporte, como la que esa noche repartió envases de crema Hinds entre los concurrentes. Tanto los representantes de las entidades y los organismos españoles que instituyeron este premio �una estatuilla que muestra a la actriz española María Guerrero en su protagónico de La dama boba, de Lope de Vega, y un pasaje de ida y vuelta a España�, como los funcionarios argentinos presentes, reiteraron de diversa manera su apoyo al teatro. Raúl Brambilla, actual director del Cervantes, insistió en su postura federalista, y Hugo Storero, subsecretario de Cultura de la Nación, aseguró que, aun dentro de �un marco de restricciones, nos comprometemos en la defensa del teatro�. 
Los primeros en recibir menciones fueron el Centro Cultural Rojas (fundado en 1984 y dependiente de la Universidad de Buenos Aires) y el Grupo Amanecer, por su trabajo de integración entre chicos de la calle y teatristas, que presentó durante la temporada �99 un espectáculo basado en un texto de Armando Tejada Gómez. Según su director, Franco Guilli, el proyecto se resume en una frase del poeta: �El arte no compite, el arte, hermano, el arte suma.� Otras menciones fueron para Víctor Róo, quien fue durante años director técnico del Cervantes. Y quien, durante un incendio y poniendo en peligro su vida, logró bajar el telón de seguridad, salvando así parte del teatro. El técnico agradeció al director Rodolfo Graziano, con quien continúa trabajando, e hizo un pedido al público: �Concurran siempre acá. Esta casa tiene mucho amor.� 
El Grupo La Diosa recibió también su diploma por su labor solidaria. Coordinado por la actriz Leonor Manso, este equipo ofreció un fragmento del espectáculo visto la temporada pasada en la ex Penitenciaría de la ciudad, del que también participó la actriz Perla Santalla. La intención es reponer esta obra, a la que el público accedía llevando un alimento no perecedero. Ese era el precio de la entrada, �poquito, una gota de agua en un mar�, apuntó Manso. �Siempre pensé que el Estado debe hacerse cargo del alimento, la educación y las cosas elementales que permiten una vida digna, pero cuando todo es tan extremo y urgente como hoy, esa gotita ayuda.�
En los intervalos, Aníbal Pachano (del musical Tangou) presentó varios cuadros bailados y cantados de forma estereotipada, como el �real atropello� al �Cambalache� de Enrique Santos Discépolo, que bailaron y cantaron a ritmo de rap los integrantes de Tangou. El empresario Alejandro Romay recibió su mención por la remodelación del Complejo Broadway y la recuperación de El Nacional. Romay hizo memoria, recordó a los fallecidos Luis Politti y Osvaldo Dragún y a otras figuras del teatro y el cine. El conductor de la ceremonia, Andrés Percivale, pidió al público que aplaudiera de pie. Hubo además agradecimientos para el bailarín Maximiliano Guerra (ahora en Milán) �quien, además de donar un tapete de danza, hará una función a beneficio en el Cervantes� y para el pintor Vito Campanella, cuyas donaciones de cuadros acompañan desde hace años cada edición de los premios María Guerrero.
Pero �el momento más emocionante�, como subrayó Percivale, fue la definición de los premios. María Julia Bertotto (por Bartleby) se llevó el destinado a escenografía. Agradeció a todos, incluido el director de la obra, David Amitín, y dedicó el galardón a su marido, el escritor y periodista José Pablo Feinmann. El premio al mejor autor fue para la uruguaya Adriana Genta (por La pecadora, que dirigió Cristina Banegas). Lodestinó simbólicamente �a los chicos de la calle y a los desocupados, especialmente a los teatrales�. La distinción al mejor director -entregada por el director Jorge Petraglia� fue para Roberto Villanueva (Almuerzo en la casa de Ludwig W). En actuación se premió a Tina Serrano (por Almuerzo...), quien recibió la estatuilla de manos de Beatriz Bonet, y a Alejandro Urdapilleta (el hermano filósofo y díscolo de Almuerzo...), ausente en ese momento �según Percivale� porque se había sentido mal. Le tocó entonces a Tina hacerse cargo: �Faltó a la cita �dijo la actriz�. No pudo venir. Me está dando trabajo este hermano mío de la ficción.� Otro galardonado fue el prestigioso escenógrafo Mario Vanarelli, por su trayectoria y por la infinidad de bocetos realizados para el teatro, la ópera y el ballet.
En el final de la ceremonia todas las cámaras fueron para Susana Rinaldi, acompañada por Juan Carlos Cuacci en guitarra y Juan Esteban Cuacci en piano. Rinaldi abrió su actuación con el clásico �La cigarra�, de María Elena Walsh, tema que completó con otras festejadas composiciones y tangos, con reflexiones sobre el quehacer artístico y recuerdos de su experiencia como actriz. Evocó una participación suya en una obra del ruso Anton Chéjov que dirigió Jorge Petraglia y mostró la potencia y el brillo propios de una artista popular, comunicativa y firme, también cuando aconsejó al público �no tener el aplauso débil para los artistas�.

 

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