Por Carlos Rodríguez
Desde Rufino (Santa Fe)
María Graciela Dieser, acusada de asesinar a su hija Natalia Fraticelli, de 15 años, será indagada hoy por el nuevo juez de la causa, el magistrado de Melincué Carlos Risso, siempre y cuando lo autorice el equipo de psicólogos y psiquiatras que la asisten, dado que sufre un cuadro depresivo que pone en peligro su vida. La mujer se niega a ingerir alimentos y debe recibir suero, confiaron a Página/12 fuentes de la clínica de Venado Tuerto en la que está internada en calidad de detenida con custodia policial. En todo momento retiene entre sus manos una fotografía de Natalia. Anoche, por orden de Risso, comenzó una serie de procedimientos destinado a reunir evidencias que apunten al �círculo muy íntimo� de la familia, compuesto por Dieser y su marido, el juez Carlos Fraticelli, quien está superando un cuadro similar al que vive ahora su esposa. Ellos dos son �la clave de todo�, estimó la fuente judicial, mientras Risso aclaró que no hay imputación alguna contra el kinesiólogo Edgardo Martín, quien negó versiones que lo señalaron como presunto amante de María Cristina Dieser.
�Debo hacer una amplia evaluación de la causa, tenga en cuenta que recién hace unas horas la he recibido�, explicó a este diario el juez Risso. En ese marco analizará �profundamente� la vinculación con el caso que tuvo el juez Fraticelli, padre de la víctima, quien también podría ser detenido, una vez que pierda sus fueros como magistrado. El papá de Natalia, que sigue internado en la clínica Santa Fe de Rufino, �nunca expresó deseos de hablar con su esposa�, dijo ayer el director del establecimiento, Manuel Bruchmann. La última reunión de la pareja fue el sábado 20, en la casa familiar de San Juan al 300, cuando todavía estaba allí el cuerpo sin vida de Natalia. Después hubo un quiebre entre ambos. Cómo fue su último diálogo, qué acordaron allí, parecen ser las preguntas determinantes para esclarecer el caso. Las declaraciones posteriores de ambos, por separado, muestran contradicciones sobre cómo hallaron el cuerpo, la ubicación de los muebles y de algunos elementos importantes como ser la bufanda o el pañuelo de cuello que apareció junto al cadáver. Tampoco se entiende cómo, ante semejante situación, trataron de cubrir algunos puntos oscuros de su relación de pareja �se habla de infidelidades mutuas�, cuando lo que debía conmocionarlos era la muerte de su hija.
Se dijo que Risso dispondría un careo, entre ambos, pero el propio juez señaló anoche que ese paso �debe ser analizado muy bien�, luego de que les tome declaración a los dos por separado. Al parecer, en la última reunión de los esposos bajo sospecha, Fraticelli le recomendó a su mujer que contratara los servicios del estudio Superti, de Rosario, uno de los más importantes de la zona. Esa preocupación por su suerte futura se contrapone con el muro que parece haber hoy entre los dos: Bruchmann confirmó que Fraticelli nunca volvió a llamar a su esposa por el teléfono celular del que dispone, aunque sí se reunió con su hijo Franco, de 17 años, y con varios abogados amigos que fueron a visitarlo a la clínica.
Fraticelli está, según Bruchmann, en �franca recuperación�. Comenzó a leer los diarios, pero todavía tiene prohibida la televisión. De todos modos, seguirá internado, por lo menos hasta el fin de semana.
El forense Oscar Sánchez ratificó que encontraron �esquimosis� (manchas violáceas como pequeños hematomas) en ambos lados del cuello de la víctima y se inclinó por un estrangulamiento manual, sin llegar a utilizar como lazo la bufanda que había sobre la cama. La chica no habría ofrecido resistencia por el efecto de los sedantes que tomaba para superar las secuelas de la meningitis que la había afectado cuatro años atrás.
María Graciela Dieser, en cambio, está en el pico de un brote. Ayer, una junta médica se reunió para analizar su estado, en el hospital Gutiérrez, de Venado Tuerto. Los médicos determinarán si está en condiciones deprestar declaración ante el juez Risso. Al parecer, Fraticelli en ningún momento hizo una acusación concreta a su esposa, pero guardó silencios �muy elocuentes� que indicarían que él sabe perfectamente cómo sucedió el crimen, apuntó una fuente judicial. El vocero sostuvo que el padre de la víctima, en su fuero íntimo, sospecha de su mujer. Y las contradicciones de ella, sobre detalles pueriles, la terminó por convertir en principal sospechosa.
El kinesiólogo Edgardo Martín negó ayer enfáticamente toda relación con el crimen y sobre todo �esas versiones absurdas� sobre su presunta relación amorosa con la señora Dieser. �Estoy absorto por lo que se dijo, porque hayan interrogado a mi madre sobre el tema y porque me hayan complicado la vida sin comerla ni beberla�, sostuvo ante este diario, luego de haberse negado a hacer declaraciones ante otros medios, con los que dice estar �muy enojado�. Martín se declaró �amigo de la familia, que me consideraba como a un hijo mayor�. Después, el propio juez Risso confirmó que no está imputado en la causa.
Ayer, la televisión difundió imágenes de la fiesta con la que se celebraron los 15 años de Natalia Fraticelli. Conmovió, dada las sospechas que ahora se levantan, el mensaje de salutación expuesto en la cinta por la madre de la adolescente: �Vos sabés que tu mamá siempre estuvo con vos y siempre va a seguir estando con vos. Siempre voy a estar a tu lado�, le dijo en ese mensaje de amor.
CINCO MUERTOS EN NUEVA YORK
Masacre en un Wendy�s
Un local de comidas rápidas del barrio neoyorquino de Queens fue escenario de una verdadera masacre: cinco empleados resultaron muertos y otros dos, heridos �uno de ellos de gravedad�, como resultado de un presunto asalto a una sucursal de la cadena Wendy�s. El hecho conmovió a la opinión pública local por el elevado número de muertos, de entre 18 y 44 años, en un restaurante tan popular de comida rápida.
Según informó la policía, al parecer, se trató de un asalto, pero los investigadores aún no han dado información sobre el dinero que los agresores se habrían llevado. Según relataron los sobrevivientes, los asaltantes eran dos jóvenes de entre 18 y 20 años. Aparecieron en el lugar hacia la hora de cierre �alrededor de las 23 del miércoles�, apuntaron a los empleados con sus pistolas y los llevaron hasta el sótano, donde los ataron y luego les dispararon a la cabeza.
La mayor matanza registrada en un restaurante de Estados Unidos ocurrió en 1984, en un McDonald�s de California, donde el agresor mató a 21 personas y luego fue a su vez muerto por la policía. Para el fiscal de Queens, Richard Brown, se trata del �crimen más horroroso� que se haya visto en el distrito desde que él ocupa el cargo, hace nueve años.
La policía de Nueva York montó un amplio operativo para localizar a los culpables. En tanto, el vicepresidente de Wendy�s, Ed Choe, ofreció una recompensa de 25 mil dólares para quien aporte información que lleve al arresto de los asesinos.
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