Por Carlos Noriega
Desde Lima
 Finalmente, el gobierno de Alberto Fujimori decidió jugar la carta del enfrentamiento y mantener inamovible la fecha de las elecciones convocadas para este domingo 28, a pesar de los múltiples reclamos, internos y externos, para una postergación. La decisión fue tomada por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) luego de sesionar por tres horas en medio de fuertes protestas en las principales ciudades del país exigiendo la postergación de los comicios. Poco antes de que el JNE anunciara su decisión, el jefe de la misión de observadores de la OEA, Eduardo Stein �que se había mostrado confiado en un aplazamiento de por lo menos 10 días�, ratificó su decisión de no avalar las elecciones del domingo. Entre tanto, el candidato opositor, Alejandro Toledo, encabezaba un multitudinario mitín en el puerto de Chimbote, a unos 400 kilómetros al norte de Lima y donde vivió durante su niñez y adolescencia, en el que ratificó su postura de que participar en las elecciones de este domingo sería �avalar el fraude�.
�Con esta decisión se está empujando al país al filo de la navaja. Si Fujimori se proclama presidente, su elección carecerá de legitimidad, su gobierno durará poco tiempo y el país sufrirá severas sanciones económicas�, aseguró Toledo en pleno viaje a Lima, donde además convocó a un encuentro masivo en la céntrica Plaza San Martín. Fujimori, por su parte, seguía recluido en el Palacio de Gobierno, de donde no sale desde el lunes en la noche, cuando regresó del mitín que realizó en Arequipa, la segunda ciudad del país, donde fue atacado a pedradas e insultos.
Paralelamente, se conoció un nuevo caso de tortura atribuido al Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). Esta vez al periodista Fabián Salazar, quien dio a conocer unos videos que revelaban una serie de reuniones, realizadas por separado, entre el presidente del JNE Alipio Montes de Oca, el magistrado electoral Rómulo Muñoz Arce, el director de la encuestadora CPI Manuel Saavedra, y Francisco Crousillat, propietario del Canal América Televisión, con Vladimiro Montesinos, asesor de Fujimori y jefe de facto del SIN. El retorno al Perú de la ex agente del SIN, Leonor La Rosa, torturada por sus ex camaradas de armas hasta dejarla inválida, completa el complejo y explosivo escenario que se vivió ayer en el Perú.
La violenta jornada puede considerarse como el inicio de los tiempos de agitación social que le esperan al Perú a causa de la decisión de Fujimori de seguir adelante con unas elecciones ampliamente cuestionadas por fraudulentas y que ahora lo tienen como candidato único. En los últimos días, Eduardo Stein había mantenido negociaciones con funcionarios del gobierno peruano y autoridades electorales, que parecían marchar hacia un acuerdo para la postergación. En su afán de lograr una salida aceptable para el gobierno, la OEA retrocedió en su exigencia de la necesidad de una auditoría al sistema de cómputo, que tomaría tres semanas, y aceptó realizar solamente �pruebas funcionales� y reducir el plazo a 10 días para darle luz verde al proceso.
Pero el gobierno decidió patear el tablero de la salida negociada e impuso la fecha del próximo domingo como día inamovible para las elecciones. Mientras los magistrados electorales debatían en el local del JNE, ubicado en el centro de Lima, el viejo edificio fue atacado a pedradas por manifestantes que marchaban por las calles a los gritos de �Y va a caer, la dictadura va a caer� y �Si no hay postergación, habrá revolución�. La sesión estuvo a punto de suspenderse, pero continuó luego de que los manifestantes fueron dispersados violentamente por la policía y se desplazaron hasta el Palacio de Gobierno, en la Plaza Mayor. La policía intentó dispersar a los manifestantes lanzando bombas lacrimógenas desde las torres que custodian la fachada.
Cuando se conoció la noticia de que no habría postergación, la indignación terminó de apoderarse de la multitud que, a los gritos de �asesinos, asesinos�, se lanzó contra la reja de la fachada del Palacio intentando derribarla, lanzando todo tipo de objetos y prendiendo fuego en uno de los balcones. La situación en Lima se repitió en varias ciudades del país. Estas protestas se desataron poco después de que el candidato a la vicepresidencia en la fórmula de Fujimori, Francisco Tudela, le asegurara a la prensa extranjera que todo estaba en calma. �No creo que haya disturbios�, dijo muy confiado cuando se le preguntó lo que podía ocurrir si las elecciones no se postergaban.
Luego del anuncio del JNE, los embajadores de Colombia, Chile y Ecuador se reunieron con Stein. Antes de conocerse la decisión del JNE, Stein aseguró que si no había postergación su misión no participaría como observadora en las elecciones. Así, Fujimori llevará adelante un proceso electoral con él como candidato único y sin ningún tipo de supervisión. Es decir, una parodia de elecciones al estilo de los Somoza, Stroessner y otros dictadores latinoamericanos.
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