La Corte Suprema aún no se expidió sobre el desafuero del senador vitalicio Augusto Pinochet para ser juzgado por 17 de las más de cien querellas criminales en su contra. Es más: la Corte de Apelaciones que aprobó ese desafuero ni siquiera se pronunció públicamente, tan sólo dejó filtrar su decisión a la prensa. Sin embargo, y mientras ya hubo manifestaciones de júbilo por la decisión y algunos compañeros de armas se reunieron con Pinochet para expresarle su solidaridad, esta noticia ya se convirtió en un paquete político que la derecha le quiere arrojar al gobierno de la Concertación y éste, a su vez, a la misma derecha. Augusto Pinochet, hijo mayor del ex dictador, dijo que el presidente Ricardo Lagos debería intervenir para buscar un acuerdo político, porque de lo contrario se generaría un clima propicio para otro golpe como el del �73. El ministro del Interior, José Miguel Insulza, respondió que cualquier clase de �punto final� �hipotecará el desarrollo de la democracia por los próximos veinte años�. Para el secretario general de la Presidencia, Alvaro García, llegó la hora de que la derecha elija a su verdadero líder: Pinochet o su ex candidato presidencial Joaquín Lavín.
García hizo estas declaraciones y aludió a que el lunes próximo, el mismo Pinochet se reunirá con dirigentes de los dos partidos que apoyaron fervientemente su dictadura: la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN). Fue Lavín quien, durante las campañas presidenciales del año pasado y de enero de este año, había declarado que la derecha iba a respetar las decisiones del Poder Judicial y que Pinochet debía ser juzgado. Anteayer, Lavín mantuvo su postura. Sin embargo, muchos de los dirigentes de la Alianza por Chile (UDI y RN) ya denunciaron �la motivación política� del juicio.
La �rebelión� de la derecha alcanza a las Fuerzas Armadas y a la influyente Fundación Pinochet. El jefe del Ejército, general Ricardo Izurieta, visitó en la noche del miércoles a Pinochet, en su casa del exclusivo barrio santiaguino de La Dehesa, y ayer declaró que �el Ejército siente dolor, y hasta puedo decir que estamos preocupados�. El ex dictador también recibió la visita del alcalde derechista de la comuna de Providencia, Cristián Labbé, y del senador designado Jorge Martínez Busch, ex integrante de la Junta Militar. Horas antes, Martínez Busch había ofrecido una conferencia en la Fundación Pinochet condenando a socialistas y comunistas por buscar �venganza� contra el ex dictador. �Aquí lo que se está buscando no es solamente condenarlo a él sino que van a seguir, porque no van a parar�, clamó el presidente de la fundación, general (R) Luis Cortés Villa.
Las repercusiones del desafuero de Pinochet en el otro �bando� no se produjeron en casas ni en fundaciones, sino sencillamente en la calle. A pesar de la lluvia, mil manifestantes de las organizaciones de derechos humanos marcharon por la principal avenida de Santiago, la Alameda Bernardo O�Higgins. La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Viviana Díaz, declaró que el hecho de que Pinochet pueda llegar a ser desaforado �era una noticia esperada por nosotros durante mucho tiempo�.
Sin embargo, al caso Pinochet le quedan muchos avatares, tantos como los que ya tuvo fuera de Chile. Cuando la Corte de Apelaciones de Santiago dé a conocer oficialmente la próxima semana la votación del desafuero, la defensa del ex dictador tendrá cinco días para apelar ante la Corte Suprema. Lo que pase allí es aún un dilema. De los 20 integrantes del más alto tribunal chileno, tres ministros fueron nombrados durante el régimen militar y los 17 restantes en democracia. Sin embargo, se comenta que de estos últimos por lo menos cinco están en contra del desafuero. Si el desafuero es rechazado, los organismos de derechos humanos tienen la oportunidad de repetir los pedidos de desafuero por las querellas que no están incluidas en este pedido. Lo que quiere la derecha es impedir esta nueva historia. Si el desafuero es ratificado, el juez Juan Guzmán Tapia está obligado a ordenar más exámenes médicos para Pinochet, por tratarsede alguien de más de 70 años. El otro hijo de Pinochet, Marco Antonio, aseguró que �mi padre puede estar disminuido, pero no está demente�, en declaraciones a la Televisión Nacional de Chile.
Reconciliar al Uruguay
El 13 de abril Jorge Batlle había hecho historia al convertirse en el primer presidente uruguayo en dialogar con la Asociación de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos-Desaparecidos. Era parte de su política declarada de �sellar la paz entre los uruguayos�. Pero eso sólo cubrió un aspecto del problema. Todavía quedaba atender a las puntas políticas de su plan. Según revelaron ayer fuentes de la presidencia, en las próximas semanas Batlle se reunirá con líderes de los principales partidos para pactar un acuerdo político sobre el tema. Batlle ya se habría reunido con sus dos predecesores, el colorado Julio María Sanguinetti y el blanco Luis Alberto Lacalle. Y la semana lo haría con Tabaré Vázquez del Frente Amplio y Rafael Michelini del socialdemócrata Nuevo Espacio. Batlle también celebraría nuevas reuniones con familiares de desaparecidos. Aparentemente su plan consistirá principalmente de un pedido de perdón por parte del Estado, una solución legal para facilitar las averiguaciones de los herederos, y una posible compensación económica para las víctimas. |
Dos opiniones chilenas |
Roberto Garreton*.
�El efecto Garzón�
Hace un año y medio hice un informe para la Cámara de los Lores diciendo que en Chile no había condiciones para juzgar a Pinochet. Creo que ese informe era perfectamente válido en ese momento. Pero creo que ahora la situación ha cambiado. Hoy no volvería a escribir ese informe, porque los jueces chilenos han recibido el influjo de lo que yo llamo el �efecto Garzón�. Es decir, los jueces han descubierto que pueden hacer justicia, algo que tal vez siempre quisieron hacer y no podían. Desde la detención de Pinochet han tomado en serio su profesión, han asumido que las violaciones a los derechos humanos no pueden quedar impunes y eso se refleja en el fallo de la Corte de Apelaciones. Hoy tengo esperanzas que hace un año no habría tenido. Creo que ésta una de las sentencias más importantes en la historia del Poder Judicial chileno, aunque no sea definitiva. Este retiro de la inmunidad del antiguo dictador �que sigue teniendo un enorme peso político aunque se diga lo contrario� es histórico en Chile y en el resto del mundo. La derecha política chilena sigue guiando las reacciones por la detención de Pinochet con los restos de una moral pinochetista, donde si matar no era bueno, tampoco es malo. Cuando es necesario matar, se mata. Siguen considerando a Pinochet como un héroe y, por lo tanto, nuestro proceso de transición está paralizado por la adhesión del pinochetismo civil, y no sólo el militar, a la figura de su líder.
* Abogado especialista en Derechos Humanos.
.Francisco J. Cuadra*.
�El país sigue dividido�
Era previsible que la sentencia de la Corte de Apelaciones como tribunal de primera instancia fuera el desafuero. Se veía esa tendencia ya desde las resoluciones parciales sobre la cuestión de los exámenes médicos, en tres votaciones anteriores. Y normalmente ocurre en la práctica judicial chilena que los casos políticos tienden a definirse en la Corte Suprema. Aunque no conocemos la sentencia, porque lo que hay son sólo trascendidos, la resolución de la Corte de Apelaciones no va al fondo de la discusión, y lisa y llanamente da paso a una investigación más de fondo por parte del ministro Guzmán. En el sistema chileno, la única parte que tiene derecho a apelar esa resolución es la afectada, es decir, el senador Pinochet. Por lo tanto, es prácticamente seguro que apelará a la Corte Suprema y allí el debate entrará en las cuestiones jurídicas de fondo. Mientras eso no ocurra, el ambiente político chileno está estancado. A pesar del estilo que tuvo la campaña presidencial de enero pasado, en el sentido de que el país se dividió prácticamente en un 50 por ciento para cada lado, y todo hacía suponer que los escenarios del �73 habían quedado atrás, la verdad es que el desafuero solicitado del senador Pinochet ha demostrado que no es así. El pasado sigue dividiendo a los chilenos, y que mientras la clase política no resuelva el tema de la transición, la variable judicial va a seguir interviniendo.
* Analista político. Ex ministro pinochetista y ex embajador ante la Santa Sede. |
Dos opiniones argentinas |
Jorge Torlasco*.
�Un hecho auspicioso�
Es muy auspicioso que los países civilizados comiencen a poner en práctica las normas internacionales dispuestas para el castigo de los crímenes contra la humanidad. Y lo digo porque la resolución del tribunal chileno seguramente es consecuencia de la detención de Pinochet en el Reino Unido solicitada por un juez español, y que determinó la liberación del ex dictador por razones de salud pero sobre la base de la insistencia del gobierno chileno en que Pinochet iba a ser juzgado por los tribunales de su propio país. O sea, aunque no pudo ser juzgado por la Justicia española, la situación internacional obligó a los tribunales chilenos a tomar una resolución que de otra manera no hubieran adoptado. Para terminar, es importante que no se quiera ver en la aplicación de normas internacionales �cuyos orígenes se remontan al siglo XIX� ninguna imposición de los países más poderosos en desmedro de los más débiles, pues sin duda la existencia de estas reglas es un progreso para toda la humanidad sin distinción de países.
* Ex camarista federal que juzgó a los ex integrantes de las Juntas Militares
Jorge Valerga Araoz *.
�En la senda de Argentina�
Es inevitable comparar lo sucedido en Chile con la experiencia argentina. La decisión política que tuvimos en 1983, con respecto al juzgamiento de las violaciones sistemáticas a los derechos humanos, dio un resultado muy positivo en apenas dos años, con el Juicio a las Juntas Militares que culminó con el dictado de una sentencia que esclareció definitivamente lo que había acontecido en ese tema. Chile creyó que podría lograr un olvido en aras de la pacificación, y se encuentra con que ahora tiene que hacer el mismo juicio para castigar a los responsables, pero con una demora mucho mayor. Es de esperar que con el tiempo transcurrido no se debilite la prueba. El desafuero en primera instancia de Augusto Pinochet crea una gran expectativa para que en Chile se logre conocer la verdad sobre las violaciones sistemáticas a los derechos humanos, igual que ocurrió en nuestro país, estimando que el concepto de pacificación no puede quedar al margen del esclarecimiento y del castigo.
* Ex camarista federal que juzgó a los ex integrantes de las Juntas Militares |
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