Por Daniel Guiñazú
La derrota indiscutible del mendocino Pablo Chacón ante Freddie Norwood en su intento por conquistar el título pluma de la Asociación Mundial refleja imágenes desagradables de la actualidad del boxeo argentino y proyecta sombras sobre su futuro inmediato. Chacón, el más talentoso de todos, el más capaz, el de la izquierda imparable, el de las piernas más graciosas, el de la cintura de mimbre, el que reunía las mayores esperanzas, fracasó sin atenuantes ante un Norwood que de ninguna manera es un fenómeno dentro del cuadrilátero, pero que conoce todo lo bueno y todo lo malo del oficio y que hizo diferencias echando mano a recursos sencillos (una derecha en punta picante, una izquierda fuerte en recto y en cross, una cintura flexible), pero también al más completo catálogo de incorrecciones que se ha visto en mucho tiempo. Con todo eso, el zurdo acalló a las 13.000 personas que le pusieron clima y fervor futbolero al estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, se llevó un triunfo claro en fallo unánime (9, 4 y 6 puntos en las tarjetas) y abrió un montón de interrogantes que Chacón y el boxeo argentino deberán responder si es que se pretende un mañana con algún éxito, sin tantas derrotas.
Si fue impotente para contener a un campeón mecanizado como Norwood, si rara vez le pudo aguantar una mano izquierda que lo derribó en el tercer round, lo volvió a conmover en el noveno y que lo martirizó durante toda la pelea, si nunca pudo encontrar la clave técnica o temperamental que le permitiera descifrar un desarrollo enrevesado, ¿estaba Chacón en condiciones para una chance por un títulode primera línea? ¿Hubiera sido preferible recorrer el camino de tantos otros y foguearse procurando un campeonato de las ligas menores? La ansiedad por ser campeón del mundo, ¿lo terminó apurando y arrojando a la derrota? ¿Era Norwood el campeón ideal para enfrentar ahora o debió haberse buscado a uno más accesible?
Es fácil, con el resultado puesto, descalificarlo a Chacón y desdecirse de todo lo que se ha venido afirmando en este tiempo. Fácil e injusto también. Porque no es a Chacón a quien debe cuestionarse en este momento de brazos caídos. En todo caso, tuvo una tarde negra en la que ni su zurda salió con la precisión de otras veces ni sus piernas bailotearon para entrar y salir de la distancia y enfrente, a un rival raro y mañero al que no pudo nunca encontrarle la vuelta. Lo que sí está puesto en tela de juicio es el nivel con el que los boxeadores argentinos llegan a pelear por un título mundial importante.
Chacón es un buen ejemplo de ello. Construyó un invicto de 36 peleas batiendo argentinos de vuelo bajo y a panameños, venezolanos y colombianos de nula significación en el boxeo internacional. Tuvo una noche brillante cuando noqueó en 8 asaltos al venezolano Carrillo en Panamá y llegó a número 1 del ranking pluma de la AMB. Pero a la hora de demostrar el roce internacional que hace falta en el plano de los títulos y los campeones en serio, la oportunidad pareció pesarle como a tantos. Con la diferencia de que Chacón tiene con qué aspirar a victorias.
Cuando se levante el nivel deprimido y deprimente de la competencia doméstica, cuando los boxeadores y los entrenadores sean más profesionales, cuando haya convicción de que para ganar hace falta boxear y pelear cada uno de los tres minutos de cada round, cuando los records sean más que números irreprochables, el boxeo argentino podrá volver a ilusionarse con un título mundial que no sea de cartón pintado. Mientras tanto, seguirá sucediendo lo que le sucedió a Crücce el sábado en Italia, a Chacón ayer y a tantos otros antes. Seguirán las derrotas cayendo como lluvia negra sobre el páramo que es hoy ese boxeo argentino que alguna vez fue y cada vez le cuesta más volver a ser.
CHACON RECONOCIO VIRTUDES DEL RIVAL
Ni excusas ni llantos
El mendocino Pablo Chacón no puso excusas por la derrota ante el campeón mundial pluma de la AMB, Freddy Norwood. Aceptó que lo superó �en todo sentido� y le ganó �porque es mejor. Combatí con un gran campeón. Fue más vivo y más rápido que yo. Prácticamente no lo encontré en toda la tarde y me anuló casi siempre�, afirmó.
Chacón no le puso dramatismo a la derrota y tampoco tuvo reparos en elogiar las virtudes de Norwood. �Casi no me faltó nada. Por ahí quizá tirar más golpes, pero me sentí un poco atado, aunque tampoco es una excusa. No le pude llegar con potencia, mientras que él me anticipó y contragolpeó�, precisó Chacón.
�Trataba siempre de tirar más golpes, pero cuando lo hacía no lo encontraba y para colmo tampoco le pude llegar nunca en la parte baja. Es la primera vez que caigo con un golpe que realmente sentí en la mandíbula.
Por suerte no me noqueó, porque también en la mitad de la pelea me conectó algunos golpes de los que logré recuperarme�, sostuvo Chacón, quien espera que la derrota no lo afecte en lo anímico, para �poder seguir adelante y tener una nueva chance el año que viene�.
Por su parte, Nicolino Locche, el ex campeón mundial de los welter juniors afirmó que no le gustó la pelea porque fue muy enredada. �Lamentablemente no se dio lo que todo Mendoza estaba esperando. Tal vez Pablito esté un poco verde para este tipo de compromiso. Le falta experiencia internacional�, dijo Nicolino.
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