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�El tango puede llegar a todos�

Juan Darthés conduce en Canal 7 �Tango solo tango�, un ciclo en que intenta mezclar a las figuras del género con �extrapartidarios�.

Darthés alterna su trabajo de actor con su carrera de cantante.
Su debut fue como una revelación en el mítico �Grandes Valores�.


Por Patricia Chaina

t.gif (862 bytes) Con �Tango solo tango� (domingos a las 22, por Canal 7), la música porteña por excelencia ha vuelto a tener representación en la pantalla abierta. El ciclo se permite innovaciones que apuntan a captar un público joven, como la participación de invitados ajenos al club del tango: en los primeros envíos se vio a Bernardo Baraj y a un grupo de candomberos interpretando temas clásicos del género. Pero, claro, �Tango solo tango� no descuida la veta tradicional: sus invitados en el primer programa fueron el dúo Salgán-De Lío, mientras que en el segundo se hizo presente Atilio Stampone. 
Quizá para aceitar esa bisagra generacional, la producción del programa eligió como conductor a Juan Darthés, el actor que participa en �Primicias� como el camarógrafo Manuel y que cuenta con experiencia en los escenarios tangueros y hasta editó un CD, Soledades. De ahí la posibilidad de amalgamar las distintas facetas que el ciclo se propone profundizar: �Queremos hacer un programa diferente �explica a Página/12�, donde el tanguero de siempre se vea reflejado, y aquel que en su vida escuchó un tango, tenga ganas de hacerlo y ver qué pasa�. 
�¿Cómo se inicia su relación con el tango? 
�Casi genéticamente: mi viejo cantaba tangos. Y pasé por distintos estados con esta música, desde mamarla hasta sentir hartazgo porque en muchas cosas, de chico, me dejaba afuera. Pero tuve la posibilidad de hacer tango, fui revelación �en �Grandes valores� cantando �Pasional��, y lo viví bien laburando, pero en un momento decidí dejarlo para encarar otras cosas como comedias musicales. Volví a cantar y lo hice en lugares donde estaba cantando el Polaco (Goyeneche), un honor. Yo era muy joven, y sin embargo disfruté esa reelección. Así que con el tango pasé por todas las relaciones: noviazgo, separación, reencuentro. 
�Es lógico si se piensa que el tango es una música muy pasional.
�Además yo soy así, me doy o no. Por eso cuando me propusieron hacer este programa me pareció que no era casual. Y me di cuenta de que tenía ganas de hacerlo. Pensando básicamente en un programa diferente donde el tanguero de siempre se vea reflejado y aquel que en su vida escuchó un tango, sea joven o no, tenga ganas de hacerlo y ver qué pasa. El tango puede llegar a todos: una de las premisas del programa es llegar a toda clase de público. Y tratar de aprender de todos los ciclos anteriores lo mejor, para encontrar una estética nuestra, informal pero informativa, y fundamentalmente que no pierda esencia de lo que es esta música tan especial.
�¿Cómo piensa que puede ser atractivo esto para los jóvenes?
�Hay secciones interesantes, como los informes. Se vio uno sobre el tango y la publicidad en el tiempo que mostró a Troilo en una publicidad, cuando los valores nacionales se medían a través de la música, o una publicidad alemana actual con música de Piazzolla, buenísima. Otro informe fue sobre Borges y el tango. Y cada programa tiene además una sección con invitados tangueros haciendo algo conmigo que no tiene que ver con el tango, y gente ajena al ambiente, desde candomberos a figuras como Bernardo Baraj o Julia Zenko. La idea es invitar a Fito Páez o Andrés Calamaro, gente que no parece del palo pero que lo es, porque todos acá somos un poco tango. Es un espacio donde nos permitimos experimentar.
�¿Qué expectativas le genera esta nueva posibilidad en la pantalla?
�Por el lado del programa estamos muy contentos de lo que pasó con los primeros envíos: 3.5 puntos de rating en el primero, contra Boca-River en �Fútbol de primera�. Colma las expectativas y ahora, a mejorar. Porque aunque nuestras cabezas no están puestas en el rating, me gustaría hacer algo bien popular, que funcione como una opción. Material hay. Y los músicos tienen ganas de laburar, porque faltaba un espacio así. No queremos que sea un ciclo cultural y solemne sino divertido, que la gente escuche buena música y se informe. Simplemente.
�¿Cómo evalúa su rol de conductor del programa? 
�No soy conductor, que hay muchos y buenos, sino un anfitrión, y uso la complicidad con el público al poder vincular música y actuación. 

 

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