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MARCHAS Y CONTRAMARCHAS DE LA REFORMA PREVISIONAL
La caja de las AFJP no se toca

La indefinición del gobierno nacional en lanzar el ajuste dio lugar a diferentes versiones sobre el contenido de la reforma previsional. Entre las pocas coincidencias de los analistas, está la seguridad de que no se tomará ninguna medida contraria a las AFJP, que hicieron pesar su lobby.


t.gif (862 bytes) La demora en dar a conocer el nuevo ajuste alentó ayer la disputa de versiones sobre el contenido final de la reforma previsional en puerta. No obstante, distintos analistas consultados por Página/12 coincidieron en afirmar que el Gobierno finalmente no tomará ninguna medida contraria al lobby de las AFJP y se concentraría en algunos puntos menos conflictivos, entre ellos la suba progresiva de la edad jubilatoria de la mujer hasta llegar a los 65 años.
Esta medida fue defendida en reiteradas oportunidades por miembros de Economía. Pablo Gerchunoff se contó entre quienes sostuvieron el argumento igualitarista: �Una mujer vive más y se jubila antes�, destacó el jefe de asesores de Machinea. Esto determina que �el fondo que acumula en una AFJP deba distribuirse en más años de sobrevida� y, por lo tanto, �la jubilación de una mujer es menor�, argumentó. Además de beneficiar al fisco, esta decisión también servirá a las AFJP, una razón suficiente para que la propuesta no haya enfrentado mayores escollos en la trama de las decisiones.
En cuanto a la más cuestionada medida de reducir la Prestación Básica Universal, fuentes legislativas de la Alianza que participaron de las discusiones del equipo económico comentaron que no estaba entre las medidas consideradas por Economía. �Lo que pasa es que en estos momentos los lobbies aprovechan para presionar�, dijo un diputado de la provincia de Buenos Aires a este diario. Sin embargo, otras fuentes consideraron como muy posible que la PBU sea directamente eliminada. Así, el Estado ya no garantizará una jubilación básica de 200 pesos, con lo que el monto percibido estaría directamente relacionado con los años aportados.
En otro orden, un asesor del Gobierno en materia previsional sostuvo haber desaconsejado la reducción de los salarios estatales. Inicialmente se había sugerido trasladar a los empleados públicos la porción del aporte que actualmente realiza el Estado. Según afirmó el asesor, aunque el Estado ahorraría su porción de aporte, esto no provocaría más que la transferencia de una parte de los recursos a las administradoras de fondos privados.
Aunque constituía la demanda de amplios sectores de la bancada legislativa de la Alianza, no se concretaría la posibilidad de que quienes realizan sus aportes al sistema de capitalización puedan volver al sistema público. Con esta medida, se buscaba inducir que las administradoras privadas redujeran el actual nivel de comisiones, de más del 30 por ciento del aporte de los trabajadores. Pero el Gobierno prefiere no irritar a quienes controlan fondos que ya alcanzan los 16 mil millones de pesos y que, anualmente, se incrementan en 4000.
Otro de los puntos en debate era ayer la eliminación o no de los regímenes jubilatorios especiales de los que todavía gozan los funcionarios, diplomáticos y legisladores. Sin embargo, un analista consultado por este diario descartó absolutamente que se pueda hacer algo con las irritativas jubilaciones de privilegio existentes, puesto que existen �derechos adquiridos�. En cuanto a la posibilidad de introducir topes, el analista sostuvo �que tales topes ya existen, no tiene sentido insistir en el tema�.

 

opinion

Por Eduardo Aliverti

Muy gracioso

El mejor chiste que se pudo escuchar en la política argentina de los últimos tiempos es que Fernando de Santibañes quiso, en realidad, respaldar a José Luis Machinea. Y surgió porque todo comenzó con un ¿absurdo?: el jefe de los espías concurre a un programa televisivo para hablar de economía.
En ningún país formalmente serio se conoce siquiera el nombre del responsable de la inteligencia del Estado, ni tampoco circulan por los diarios informes oficiales generados por esa usina (como pasa aquí con los pronósticos de estallidos populares). El gobierno aliancista es muy novedoso en ese sentido, porque encima De Santibañes es la mano derecha de Fernando de la Rúa y los antecedentes que se le conocen para dirigir la SIDE son haber trabajado como banquero. Una de dos, entonces. O nada menos que el responsable de los servicios cayó en la presunta trampa temática urdida por un periodista en el canal oficial (en cuyo caso sería mejor que vuelva a dedicarse a las finanzas o alguna cosa que no suponga la predicción de nada). O dijo lo que dijo con apoyo y conciencia plenos en torno de lo que despertaría. De más está decir que es esto último a lo que apunta el sentido común, porque entiéndase bien: De Santibañes es a De la Rúa lo que Kohan y Corach eran a Menem �sólo que, hasta ahora, con menor grado expositivo� y nadie que viva en el planeta político argentino puede suponer que sería capaz de decir o sugerir algo sin contar con el guiño o la complacencia del Presidente.
Pero si de cualquier modo hubiera la idea de concederle al episodio el beneficio de la duda, bastará con remitirse al bruto ajuste que el Gobierno anunció, casi, en simultaneidad con las declaraciones del banquero-espía. Allí se derrumba toda subjetividad, no necesariamente acerca de las intenciones de (los dichos de) De Santibañes sino respecto de las convicciones más profundas de De la Rúa y Cía. Los dirigentes de la Alianza que en estos días visitan a Machinea para darle su respaldo hacen bien en hacerlo en términos de la correlación de fuerza interna contra lo que Leopoldo Moreau denominó los �trotskistas financieros�. Sin embargo, todos ellos saben: a) que quien necesita apoyo público está debilitado, y b) que desde un comienzo estuvo claro que Machinea es una concesión provisoria de De la Rúa al ala �política� de la Alianza, hasta que las circunstancias (los �mercados�) impongan a López Murphy o algún gurka parecido.
¿O sea que es posible correr a Machinea por derecha?
Sí, de tan a la derecha que están corridos el Presidente y los suyos.

 

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