Por Horacio Cecchi
 El domingo pasado, durante su homilía detrás del púlpito de la Basílica de Luján, el obispo de Lomas de Zamora, Desiderio Collino, decidió invocar toda la ira divina y descargarla sobre �algunos periodistas que hablan mal de la Iglesia�. Sin dar nombres ni medios, pero sin rodeos, monseñor les deseó que contrajeran �un cáncer de pulmón�. Enseguida, aclaró que se trataba de una broma, pero no tan contundente como para impedir que de entre las filas de los atribulados feligreses se iniciara una molesta retirada de la iglesia. Los términos terrenales de la homilía de Collino terminaron reflejados en un periódico local y, finalmente, tomados por los medios nacionales. Ayer, después de que sus palabras alcanzaran repercusión entre sus pares y hasta en el Congreso de la Nación, y tras recibir un tirón de orejas desde las alturas, Collino salió a rectificar su mensaje celestial y humildemente pidió disculpas. De todos modos, insistió: �Yo aclaré que era una broma. Si la gente no interpretó, y bue, qué vamos a hacer�.
Tras la peregrinación diocesana Lomas de Zamora-Luján, a Collino le había tocado el turno de la misa de 11. Cuando llegó la hora, se colocó detrás del púlpito de la basílica y comenzó su homilía. Pero la del domingo pasado no fue una homilía más porque en esa ocasión, y cuando ya había transcurrido buena parte de su sermón, la emprendió contra �algunos periodistas�. �Imprevistamente �recordó más tarde Osvaldo Marino, uno de los feligreses que decidió retirarse de la misa muy molesto�, dijo al obispo que lo acompañaba: �Yo sé que el obispo me va a absolver por lo que digo�.� Después desató su mensaje de escarmiento: �A los periodistas que hablan mal de la Iglesia les deseo que contraigan un cáncer de pulmón�, declamó e inmediatamente aclaró: �Bueno, bueno, atiendan bien que esto es una broma que estoy diciendo, pero está muy mal hecho lo que están haciendo�.
�Algunos aplaudieron �señaló Marino�. Otros, como yo, nos sentimos ofendidos y nos retiramos. A la salida me encontré con una señora que me dijo: �Vea, si usted se siente mal, imagínese cómo me siento yo, que soy viuda y mi marido hace poco falleció de un cáncer de pulmón�.� Poco después, la homilía de Collino había entrado en la cadena de repeticiones de bares y pasillos. Fue a través de su peluquero que el párroco local, Carlos Pucheta, se enteró de la homilía. �¿Es posible que alguien pueda decir esa frase?�, le preguntó el peluquero a Pucheta. �Me dolió enormemente escuchar eso �aseguró el párroco�, cuando la Iglesia es la sede de la misericordia y el perdón. Yo estoy seguro de que monseñor Collino se va a saber disculpar.�
Y Pucheta no se equivocaba. El pedido de disculpas llegó. Pero antes, el periódico local El Civismo publicó los ecos de la homilía. A partir de entonces, Collino rezó por que no estallara todo en un escándalo. Ayer, sus votos no se cumplieron, porque el teléfono de su obispado no dejó de sonar.
�¿Está monseñor Collino? �preguntó Página/12.
�¿Página doce? Emmm... ahora el obispo fue a una villa y ya no creo que vuelva �aseguraron del otro lado de la línea, amablemente.
La FM de Daniel Hadad, Radio 10, logró el contacto. �Parece ser que en los últimos tiempos hay una persecuta contra la Iglesia�, sugirió el obispo durante la comunicación. Después, explicó paso a paso los términos de su homilía y se trabó en una discusión con el periodista cuyos puntos más destacados fueron:
�¿Le parece que un obispo no puede, defendiendo la verdad, que a aquellos que ofenden a una persona, calumniándola, mintiendo, no se le puede decir que Dios los castigue?�, clamó el prelado.
�Seguramente yo lo puedo decir, pero no usted�, dijo el periodista. �¿Por queeeeeeé?�, gritó Collino. �Porque usted es un obispo�, respondió el periodista. �¿Y qué tiene que ver?�.
�¿A qué periodistas les deseó que contrajeran cáncer?�. Collino respondió: �No se lo voy a decir, porque después me va a hacer un juicio y no se lo voy a poder ganar porque no hay un solo juez que le vaya a negar a un periodista que pueda tener razón, jamás. Ni Menem logró querellar con éxito a los periodistas; imagínese un pobre obispo desgraciado de Lomas de Zamora�. En abril, Página/12 publicó información sobre las torturas recibidas por niños internados en el Instituto de Menores Jesús de Nazareth, dependiente del obispado de Mercedes; otros medios luego avanzaron en el tema. En aquella ocasión Collino salió en defensa de Ogñenovich. Y hace pocos días, la difusión periodística de una causa judicial contra el obispo Juan Carlos Maccarone, por presunto acoso sexual contra un hombre, parece haber sido el desencadenante de la broma celestial de Collino.
Ayer por la tarde, ya no eran los medios periodísticos los únicos interesados en el tema. �Esa frase no se puede aceptar de ninguna manera, es una ofensa increíble, pero además es lo menos evangélico que he oído en mi vida�, dijo Justo Laguna, obispo de Morón. Poco después, se hizo evidente que Collino recibió algunas recomendaciones superiores. Por la tarde, públicamente hizo acto de contrición, rumiando disculpas �a todos aquellos que pudiera haber ofendido una desafortunada expresión�.
�Repudio de la sociedad�
La Asociación para la Defensa del Periodismo Independiente (Periodistas) manifestó ayer su indignación por las expresiones que el obispo de Lomas de Zamora, Desiderio Collino, tuvo hacia los periodistas. La asociación manifestó que, con sus declaraciones, el prelado ha dado muestras de �un fanatismo que debería merecer el contundente repudio de la sociedad toda y de su propia Iglesia. Su posterior aclaración de que se trató de una �broma� difícilmente consiga exculparlo de tan lamentable conducta porque �bromas� de esa naturaleza no se compadecen con la cátedra sagrada ni con la representación que inviste�. |
Desiderio Collino, de Malvinas al menemismo
Una maldición muy coherente
Por Washington Uranga
La maldición proferida por el obispo Desiderio Elso Collino contra los periodistas que, según su propia consideración, están en contra de la Iglesia, no merece ni siquiera un análisis: se descalifica por sí sola. Sin embargo, se ubica de manera coherente en la historia de este personaje eclesiástico, que no tuvo tampoco dificultades en pronunciar con impunidad el �por algo será� para justificar la desaparición de miles de argentinos en manos del terrorismo de Estado, que luego acompañó de manera entusiasta y con su presencia la aventura de Malvinas liderada por el dictador Leopoldo Galtieri y que, en años más recientes, integró de manera sobresaliente y distinguida la corte de los obispos menemistas.
Collino, que alguna vez presidió la Comisión de Medios de Comunicación Social del Episcopado, es un hombre habituado a los medios y que tiene plena conciencia de lo que significan las declaraciones públicas de un representante de la Iglesia. Lo sabe ahora, cuando amenaza y maldice, y lo supo poco antes de la elección nacional del año anterior cuando emitió un documento en el que establecía criterios electorales con precisión tal que prácticamente ordenaba el sentido del voto católico.
En el seno de la Iglesia y dentro del Episcopado, el obispo Collino se ha manejado casi siempre con la misma intolerancia y con la misma torpeza con la que se presenta ante sus fieles y la opinión pública. Durante muchos años, en los cuales los sectores más retrógrados del catolicismo reinaron en el Episcopado argentino, Collino ocupó responsabilidades destacadas. Cuando las ventanas de la Iglesia dieron pase a otros aires, más renovadores y más democráticos, Collino cayó en tal desgracia que no volvió a ganar ningún cargo electivo de relevancia dentro de la Conferencia Episcopal. Entre los propios obispos se comenzó a hablar entonces sobre lo que antes se había silenciado: las enormes dudas que despiertan los manejos económicos de Collino en su diócesis, Lomas de Zamora, y en el Episcopado cuando le correspondió administrar allí.
Como en muchos otros campos, en la Iglesia Católica existe una larga experiencia documentada acerca de lo que un obispo puede y debe hacer como parte de su responsabilidad específica. Una rápida revisión de la bibliografía eclesiástica sobre la materia remite al decreto sobre el oficio pastoral de los obispos en la Iglesia, �Christus Dominus�, firmado por el papa Pablo VI el 28 de octubre de 1965. Allí se hace referencia a los métodos que los miembros de la jerarquía católica deben adoptar para �dirigirse a los hombres y entablar y promover el diálogo con ellos�. Se afirma que en este ejercicio el obispo debe conjugar �la verdad con la caridad, la inteligencia con el amor� y distinguirse �por la claridad de lenguaje, así como por la humildad y mansedumbre, e igualmente por la debida prudencia, junto, no obstante, con la confianza que, al fomentar la amistad, tiende por naturaleza a unir los ánimos� (Nº 13). Por cierto que la misma experiencia milenaria de la Iglesia le permite afirmar que si bien el obispo es �presencia de Cristo� en la comunidad, esto no debe ser entendido �como si éste (el obispo) estuviese exento de todas las flaquezas humanas, del afán de poder, de errores, es decir del pecado�, (Catecismo de la Iglesia Católica, Nº 1550).
Nadie debería creer, no obstante, que el pecado de Collino es apenas ignorancia por falta de lectura. Lo suyo, en realidad, es una cuestión de humanidad. Ninguna actitud sectaria condice con el llamado al diálogo y a la pluralidad de opiniones que actualmente promueven desde Juan Pablo II hasta la mayoría de los obispos argentinos.
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Opinan un rabino y un sacerdote |
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Daniel Goldman (rabino).
�Son conceptos del Medioevo�
�La iglesia no es monolítica. Sé que hay sectores que se oponen a lo dicho por el obispo Collino. Para mí, se trata de una voz solitaria, no escuché a nadie que lo haya apoyado. Las declaraciones de Collino no representan a la Iglesia y, en ese sentido, no pueden perjudicar a la institución. Creo que este tipo de cosas son vergonzosas. Teológicamente, es una aberración porque se trata de un hombre de fe que se pronuncia abiertamente contra la libertad de prensa. Esto representa verdaderamente un cáncer en la sociedad. Con esto quiero decir que la declaración de Collino tiene un carácter autoritario, en el cual se manifiesta un deseo contrario a la Iglesia, que siempre debe ser un referente de vida. No sé cómo lo habrá tomado la opinión pública, pero a mí me cayó muy mal, me pareció muy poco ético. Por otra parte, Collino se expresó con conceptos que responden al Medioevo, etapa en la cual los sacerdotes decidían los castigos y creían en un Dios castigador. Y espero que la Iglesia salga a rectificar esto.� |
Luis Farinello (sacerdote).
�Me hace sentir vergüenza�
�Lo dicho por Collino es tan lastimoso y anticlerical que no lo podía creer, me pareció una cargada. Nada está más lejos del mensaje de Jesús. Me duele y me hace sentir vergüenza que un hombre de la Iglesia tenga una actitud así. Yo lo consideré como una maldición cuando, en realidad, los sacerdotes somos hombres de bendición y no tenemos ningún derecho a juzgar a los demás, porque no somos Dios. Es cierto que hay gente que miente, pero a la verdad no se accede por medio de la venganza. Ante la mentira, lo mejor es dejar pasar hasta que aclare. Al final, la verdad siempre aparece y sólo Dios sabe cómo suceden las cosas. Collino tiene que pedir perdón, lo que dijo le hace mucho mal a la gente y a la Iglesia. Hay tanto descontento en la gente que al escuchar algo así de una voz de la iglesia me pregunto a quién le van a creer. En contra de lo que dice Collino, creo que la Iglesia necesita de críticas, que nos pueden doler, pero son la única manera de crecer.�
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